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Luciano
Cruz-Coke
Ministro
Presidente
Consejo
Nacional de la Cultura y las Artes
Presente
Estimado Ministro:
Junto con saludarlo,
me dirijo a usted en nombre del Directorio de la Sociedad de Escritores de
Chile, para hacer presente nuestra preocupación ante una serie de hechos que
dicen relación con la Feria Internacional del Libro de Guadalajara donde
nuestro país es Invitado de Honor.
Si bien agradecemos
la invitación extendida hacia mi persona, el pasado 26 de junio, en mi calidad
de presidenta de la SECH, para formar parte de la delegación chilena, como la
de otros autores que lideran algunas de nuestras filiales, nos preocupa la
marginación de la que ha sido objeto nuestra institución, al descartar de plano
su contribución en el programa cultural de tan importante evento literario, que
a nuestro juicio, adolece de representación, comprendida toda su gama.
Siendo la SECH la
organización más representativa de los escritores en nuestro país y por tanto,
conocedora del universo literario nacional, con todos sus matices, resulta muy
poco afortunado develar que en ningún momento fue convocada, como tal, a ser
parte de algún equipo de trabajo que recogiera nuestras propuestas, en forma
directa, o a través de nuestros representantes en el Consejo Nacional del Libro
y la Lectura, y tampoco hubo instancia válida donde éstas fueran presentadas y
advertir la inclusión por ejemplo de ciertas temáticas y panoramas culturales
que consideramos, no pueden estar ausentes en la visión que como país, queremos
entregar, en el más importante evento literario de América Latina.
Reclamamos un diálogo
abierto que consideramos sustancial en los ámbitos de la política cultural y
por cierto, a la hora de recibir aquellas propuestas en las mesas que ayudarían
a presentar a un Chile multicultural, multirracial y de género, que comprende
su diversidad, rica en expresiones vivas y que han contribuido a abrir el
debate literario más allá de su propio género; al ensayo, a la crónica, al
testimonio para dar cuenta de la historia de este país. Si menguáramos el
espacio que se ha ganado, estaríamos dando una pobre visón de nuestra cultura.
Convengamos en que
Fil Guadalajara, junto con presentar oportunidades para la industria editorial
, en especial la industria nacional, nos otorga la invaluable ocasión de
promover a nuestras escritoras y escritores contemporáneos y si bien valoramos
la representación que otorga la nómina de autores dada a conocer por el Consejo
de la Cultura, que reúne a importantes escritores galardonados, estamos ciertos
que debemos hacer hincapié en aquello que falta, en especial exponentes de toda
una generación de poetas y ensayistas de tremenda importancia, de los de los
años 60-70-80-90 y 2000 que dan cuenta de nuestra historia literaria cuya obra
se sustenta y proyecta por sobre intereses comerciales puntuales.
También, nos
referimos a mujeres poetas que, hasta la fecha, no están incluidas en este
evento ferial de tanta envergadura, sin dar cuenta de toda una trayectoria
apasionante, marcada a través de los años, por reivindicaciones de toda índole.
Al mismo tiempo, se
desconocen los lazos más profundos entre ambos pueblos. Como no dar cuenta de
la literatura en el exilio y al invaluable rol solidario que jugó justamente
México al dar asilo a toda una generación de escritores, artistas e
intelectuales chilenos, tales como Armando Cassígoli, Poli Délano y Rodrigo
Quijada, presidente y directores de SECH en el año 1973; Luis Enrique Délano,
Bernardo Baytelman, Hernán Lavín Cerda, Herman House, socios activos y
participantes, sólo por nombrar algunos.
Asimismo, señor
Ministro, nos permitimos explayarnos al hacer ver nuestro compromiso por
preservar la memoria literaria de nuestro país en toda su complejidad. Después
de haber vivido un oscuro período de exclusión, ponemos especial cuidado en
resguardar los derechos e intereses de aquellos que son los más desvalidos en
la llamada cadena del libro, los escritores.
Nuestra institución,
parte importante de la sociedad civil, no conoce aún los mecanismos de
formación del equipo asesor, como los parámetros utilizados por ellos, al
decidir sobre la organización de La Feria.
Con pesar vemos que
esta comisión desconoce la relación de la SECH con México. No hay mejor
testimonio de ello que el memorable Refugio López Velarde, fruto del “Plan
Chileno-Mexicano de Cooperación Fraternal 1960-1964”, ubicado en nuestra Casa
del Escritor, con todo su peso patrimonial y que ha albergado a tantos
escritores mexicanos, chilenos y extranjeros, como también, ha sido objeto de
interés y estudio de residencias artísticas. Es nuestra responsabilidad
mantener vivo tal acontecimiento y tal es la importancia que en el año 1963
para conmemorarlo, dio origen al esplendido libro titulado “Presencia de Ramón
López Velarde en Chile”, selección de poesía y prosa del vate zacatecano,
realizada por nuestro Premio Nobel, Pablo Neruda y el gran poeta brasileño
Thiago de Mello, a cargo de la edición, que contó con 5.000 ejemplares impresos
y que es joya literaria y patrimonio de nuestra institución, de los escritores
de Chile, México y su pueblo. Desde entonces, El Refugio fue el lugar de la
tertulia, como de acaloradas arengas.
Por otra parte, cabe
también hacer presente la ausencia de una mayor presencia de escritores
regionales en la Delegación Oficial que representará a nuestro país en
Guadalajara. Los creadores de dichas regiones poseen obra y trayectoria más que
suficiente para haber sido considerados en la invitación gubernamental o al
menos dar las facilidades para su inclusión a través de otros mecanismos de
financiamiento.
Acordemos entonces,
en que no basta sólo con los esfuerzos económicos que reconocemos, para hacer
de esta colosal Feria del Libro una gran fiesta literaria. En la situación
actual del libro y la lectura, la presencia de la industria editorial, no
asegura una participación de nuestra realidad literaria, es por ello que
nuestra institución tiene un rol que cumplir, esencia de su existencia.
Por todo lo anterior,
en aras a mantener un diálogo fraterno, nosotros como gremio, solicitamos a
usted, tenga a bien, revisar el procedimiento y se considere a los menos
conformar una comisión de trabajo representativa, donde por cierto no se
excluya a las organizaciones culturales - gremiales, se abran temarios y
debates, con ánimo de subsanar las falencias que la comunidad literaria ha
observado y del cual nos hacemos parte.
Sin más, se despide
con especial atención.
Carmen Berenguer
Presidenta
Sociedad de
Escritores de Chile
Santiago, 13
de julio de 2012
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