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TEMARIO: DE MI MADRE (1965)
La luna estaba llorando
y ante tus mejillas húmedas
las lágrimas resbalaban hacia tu boca...
¡Ay madre mía cuando se secará tu boca!
La luna estaba llorando
por aquel rincón de mi casa
y el oscuro llanto llegaba
hasta irritar bien tus ojos...
¡Ay madre mía cuando se secarán tus ojos!
La luna estaba llorando
por la amarga pena de tu vida
y tu vida apaga tu cuerpo...
¡Ay madre mía cuando se apagará el llanto eterno!
No quiero luna ni quiero cielo
no quiero llanto no quiero
no quiero ver en tus ojos
lágrimas resbalando por tus mejillas
y mojando tu boca
no, no quiero...
No quiero ver que el llanto se apiade de tu boca
¡Ay madre mía!
¿no te das cuenta que la luna llora?
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DEL AMOR
Poema año 1974
Soy libre
Pero en mi alma Tú.
Soy risa
Pero en mi pena Tú.
Soy cielo
Pero en mi estrella tú.
Soy viento
Pero en las flores Tú.
Odio
Pero en mi corazón Tú.
Destruyo
Y en mi conciencia Tú.
Grito
Y en mi garganta Tú.
Miento
Pero en mis frases Tú.
Me muero
Y en mi lecho estás Tú.
Si lloro
En mi llanto estás Tú.
Yo deseo
Y en mi deseo estás Tú.
Si critico
En mis pensamientos estás Tú.
No soy nadie
Me has perdido Tú.
No tengo nada y nadie
y sin embargo estás Tú.
Y hoy que triste y sola me encuentro
Embriagada en llanto y en pena
Sin dinero y sin consuelo
Sin mi alma y sin Dios...
Veo entonces mi alma herida
Y en vez de hallar refugio, lecho y comida
En el fondo de mis desdicha...
ESTÁS TÚ.
LA GITANILLA
Poema libre año 1978
Tú lo amas….Me dijo la gitana aquella tarde
Mientras me estudiaba la palma de mi mano…
Tú lo adoras mi paisana, y sin embargo
Siempre le imploras su amor de rodillas….
Es que acaso ya tienes la fe perdida
Y en cada mujer ves a una rival, y temerosa
Achacas en ti, el mal gusto, luego te asombras
De que todas lo halaguen y lo admiren…
Amas… Me dijiste… A un hombre que no te corresponde
Y en tu palma veo que algo muy feo se esconde
Siniestro, paranoico, como un suicida….
Qué esperas mi paisana de la vida
Amar siempre a un cobarde
Que disfruta que todas lo halaguen
Ya que su persona vale mierda, y está podrida…
Y tu fatal predicción
Ha vestido todo mi cuerpo de mortaja
Y vi a mi pobre corazón
Latiendo como un pobre infeliz necio
Que no se mira en un espejo y ve
La mujer que realmente soy yo
Y que nació para ser amada
Pero jamás para un desprecio
Sí…
Desde que te vi gitanilla aquella tarde
Ahora en frente de él no hago ni un alarde
Mas ni le lloro, ni le imploro…Y ni le ruego.
RECUERDAS CUANDO LA TARDE
Libre de “Los Salones del Alma”
Se dormía en ese ocaso
que el sol pintaba en la primavera
el viento recorría por el regazo
de aquel sueño de amor hecho quimera...
Recuerdas la noche en que dormías
bajo el amparo brillo de mis estrellas
que mis manos entre versos te tejían
como arrullo de amor en mi poema....
Y... Recuerdas las mañanas frescas de Enero
cuando mis pupilas alcanzaban tus ojos musos
y lanzaba al viento mi beso en ese esmero
para posarlo ardiente en los labios tuyos...
Luego llegó tu voz en aquel silencio
a mi balcón de invierno anochecido
donde el sol ya no pintaba atardeceres
ni el viento acortaba en besos los caminos...
Y cada estrella del cinto se apagaba
en mis manos vacías de poemas
y evoqué tu nombre en tu retrato
antes que mis ojos, se apagaran con mi pena...
Fue la luz que a mis sentidos vino
como látigo reproche a mi sentencia
abrí mis ojos… Y ya no estabas
porque mis manos solo arrullaban
tu ausencia....
OH ese barco fantasma a la deriva
así en el mar de angustias mi alma lleva
un navegar dormido entre las sombras
buscando un faro que la detenga...
Recuerdo esa tarde tibia de Enero
en que tú eras el faro de mis estelas
y arrullabas mis ojos desde mi infancia
cultivando mi otoño huerto de quimeras.
Pero tu voz llegó, y en mis oídos
una marejada llevó a mi barco a las tinieblas
y lo hundió en los arrecifes del olvido
sellando su fría tumba con tu ausencia.
Por qué evocar, sueños sutiles
Si no hay un faro que me detenga
Solo una luna que dice “tu alma vive”
Ante la desolada inmensidad de las estrellas.
Dónde está ese crepúsculo que añoro
Donde están los dragones de mi lira
Los querubines de esa infancia perdida
Y los arcángeles que custodian mis ojos.
Dónde quedaron esos suspiros de estrellas
Que me fueron cegando poco a poco
Hasta hundir mis sueños en las tinieblas
Y convertir mi andar en un despojo.
Soy la efigie que vaga en esta tierra
Desde un salón gris muy desolado
Ahí, donde anida el alma de un poeta
Lejos del amor y abandonado.
Si viajero que cruzas en mis estelas
Y besas el salón del alma mía
Dejad ahí un rezo y como ofrenda
Una vela de amor siempre encendida.
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CONFESIÓN
Poema de “Los Salones del Alma” 1980
Cuando viene la noche y en el firmamento
me pongo a contar una a una las estrellas
cansada ya, al rato me duermo
pero haciéndole antes la promesa al cielo
tal vez mañana, termine el cuenteo.
Cuando al salir el sol, escucho en canto de los pájaros
y trata mi lira, descifrar sus gorjeos
busco en las flores la actitud de sus danzas
para saber si están ligadas al viento.
Más, cuando quiero esculpir una lágrima
para formar la sinfonía de un verso
en la última estrofa, queda muda una palabra
y cansada ya, al rato me duermo.
Al despertar retomo mi sinfonía
del largo poema de seguir viviendo
y cuando a veces no me calzan sus rimas
detengo mis pasos, para hacer un recuento.
Y si mañana no gorjeen los pájaros
las estrellas no salgan, y no escuche el viento
la última estrofa, pondrá fin a la frase
y una lágrima abrupta, le dirá que yo he muerto.
Si la rima no calza
y quedo trunco el cuenteo...
... de lo que hice en la vida
juzgará el Señor de los cielos.
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Encuentro Con Gustavo Adolfo Bécquer
“¿Volverán las oscuras golondrinas...” maestro Bécquer?...
/Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido... desengáñate,
¡así no te querrán! .../
Así habló el poeta a mi alma
desde las sombras de mi noche...
Quiso tomarme
Quiso pararme
Quiso abrazarme
y arrancarme de los espectros...
Más el túnel me absorbía
me llevaba hacia el abismo
y mi mano se soltó de su mano…
El maestro poeta me miró
y sin contener su llanto
tendido en el suelo quedó
exclamando...
"Dios mío que solos quedan los muertos...".
Patricia Téllez, 1958. Hija de Luis Téllez Viera quien fuera unos de los precursores y gran folclorista de la Cueca Centrina, y doña María Magdalena Mellado profesora básica rural. Se inició en el campo de la poesía a la edad de 7 años, participando en talleres infantiles, juveniles, Unión de Escritores Jóvenes. Participó en la década de los 70 en el taller Andamio del programa Nuestro Canto de radio Chilena. Cuenta con una publicación de un libro poemario Los Salones del Alma, en su juventud colaboró con revistas estudiantiles hechas a pulso, y con muchos escritos que aún no han sido publicados. Se dedica hasta la fecha además, a la investigación folclórica, básicamente orientada hacia el estudio de los orígenes y heraldos de la Chilena o Cueca Tradicional, cuyos estudios los inició a los 11 años de edad con el maestro investigador y compositor Fernando González Marabolí, formando parte de la escuela Maraboleana. Ha colaborado con conocimientos en la grabación del disco del conjunto escuela LOS CHINGANEROS Cuecas de Barrios Populares, y aportó conocimientos en el libro Por la Güeya del Matadero Memorias de la Cueca Centrina.
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