viernes, 24 de febrero de 2012

De "La Muerte tiene los días contados" de Mario Meléndez

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El poeta chileno Hernán Lavín Cerda reseña el poemario “La muerte tiene los días contados” de Mario Meléndez y editado bajo el sello de Laberinto. Lavín Cerda radica en México desde los años setenta y ha sido maestro de poetas y críticos de varias generaciones. El comentario viene acompañado por un par de poemas del libro. 



UNA CARTA PARA MARIO MELÉNDEZ

Abro al azar el volumen La muerte tiene los días contados, del joven Mario Meléndez, quien por arte de Su Majestad el Azar nació en Chile, casi en el fin del mundo, como también sucedió con el autor de estas líneas fraternas, y descubro que aquí también respira con luz propia y palpitante, el milagro de la otra voz. Es decir, la creación auténticamente poética, desde la fortuna del título de este libro. Dicho de otro modo: ten cuidado, muerte, y nunca olvides que estás a punto de morirte una vez más. Cuando así suceda, la vida dará un largo grito de júbilo, y ella y nosotros habremos resucitado. 

        ¿Qué más veo o entreveo en estas escrituras de Mario Meléndez? Lo descubro en su humor físico, metafísico y no solamente negro sino más bien multicolor. Cuando voy leyéndolo paso a paso en voz baja, me toca su música viva, juguetona y muy viva, y entonces voy de la sonrisa a la risa, y de ahí me deslizo hacia el espacio de Su Majestad el Pensamiento. 

        Te deseo lo mejor de lo mejor, querido Mario. Y después de disfrutar amplia y gozosamente con la lectura de tu libro, suspendo por ahora mis palabras con esta sugerencia: Sigue tus propias huellas, aliméntate bien, come frutas y verduras, ríete mucho, muriendo y resucitando en un ataque de risa ingobernable como la risa del Espíritu Santo, y nunca olvides, sí, así es, nunca olvidemos que los muertos seguirán luchando por su vida, a pesar de todo. No hay más remedio que ser felices, mi querido poeta, cueste lo que cueste. Tus escrituras nos invitan a la mesa del humor, la fraternidad y el júbilo. ¿Qué más podemos pedir? Seamos agradecidos, entonces, como si aún estuviéramos viviendo en el amanecer del mundo. 


        Firmado: Hernán Lavín Cerda, alias el Doctor Sutil o tal vez el Lobo Sapiens.
        Ciudad de México, a 13 de mayo de 2011 ¿antes o después de Jesucristo?

  

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1 comentario:

  1. Mu buena la reseña de Hernán Lavçin cerda. Notable el trabajo literario de Mario Meléndes, he podido comprobar, con agrado, que es muy conocido entre nosotros los escritores desconocidos. Saludos.

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