lunes, 4 de abril de 2011

Selectos de “La muerte tiene los días contados”: Mario Meléndez

Laberinto ediciones. Ciudad de México, Febrero de 2010


La muerte pidió que la cremaran
y esparcieran sus cenizas
sobre todos los vivos





Crédito de fotografía del poeta. Marco Ugarte,
Chile. Reside hace 30 años en México. Ganador
del Premio Nacional de Periodismo, con  las fotos
históricas; La Erupción del Volcán Popocatepec.


TRES KILOS PESÓ LA MUERTE

Cuando nació la muerte
nadie quiso tomarla en brazos
era tan fea como las gordas de Botero

No durará mucho
dijo la madre al salir del parto
tan resignada y ausente
como una piedra en medio del temporal

Pero la muerte traía en los ojos
una luz endiablada
un dulce escalofrío de eternidad

Se equivocaron los médicos
y la matrona
y aquél que pasó la noche
llamando a la funeraria

Ahora es un bebé robusto
comentan las enfermeras
y a veces hasta Dios le cambia de pañales


CRIATURAS

Tus muñecas tienen las manos heladas
parece que juegan con la muerte a la escondida
y no se cansan jamás

Quién peina a tus muñecas cuando te duermes

Tus muñecas se peinan solas
y cuentan hasta diez con los ojos cerrados
mientras la muerte envejece bajo tu cama


LA MUERTE EN EL CALVARIO
Evangelios apócrifos*

Acuérdate de mí cuando estés en tu reino
le dijo la muerte a Jesús
y al instante quitaré la lanza de tu costado
y esos clavos que desangran tus manos desaparecerán
y esa corona de espinas se hará polvo
y esas viejas que sollozan a contraluz
esos curiosos que nunca faltan
esos turistas japoneses con sus cámaras infernales
esos tipos que te daban de latigazos
el centurión con cara de gay que no deja de mirarte
la toalla de Pilatos, el fantasma de Barrabás
todos se irán al más allá sin boleto de vuelta
Si me llevas contigo, si te animas
te prometo otra noche con María Magdalena
que el beso de Judas lo recibirá tu padre
que Pedro te negará mil veces en el purgatorio
que haré un pastel con 34 velas
pedirás un deseo y soplarás con tanta fuerza
que arrasarás los jardines de Roma
te doy mi palabra que eso ocurrirá si te decides
Y Cristo vio a la muerte colgada junto a él
con el rostro perdido en la noche infinita
entonces pidió a su madre que le cerrara los ojos

*Escritos surgidos en los primeros siglos del cristianismo
en torno a la figura de Jesús de Nazaret y que no fueron
aceptados por la ortodoxia católica por no anunciar la buena
nueva. Llamados también evangelios falsos o extra canónicos.


LA MUERTE LLORÓ A LOS PIES DE JESÚS
Evangelios apócrifos 2

Como era de suponer
la muerte lloró a los pies de Jesús
Fue un momento emotivo, sin duda
ver la muerte despojarse de su túnica
dejar su guadaña en custodia
y caminar desnuda hacia la cruz
hablando en arameo
Qué festín para esos paparazzi
qué regalo del cielo esas imágenes
multiplicadas en Sky o CNN
La muerte no paraba de llorar
estaba inconsolable aquel día
como cuando le dijeron que Moisés
ya no vería la tierra prometida
o cuando le avisaron que Picasso
no pintaría su retrato
o más aún, la vez que Ulises
regresó donde su amada
como esas telenovelas venezolanas
lloraba a mares de ceniza, de sangre
de colillas acumuladas
en los bolsillos de Dios
Qué pena con la pobre muerte
ahí desnuda en el Calvario
llorando a los pies de Jesús
su hijo crucificado


EL DÍA D
Evangelios apócrifos 6

1
Primeros informes
(Martes, 1.52 hrs.)

Dios andaba en bicicleta
cuando la muerte lo fue a buscar
Ha fallecido tu hijo, le reveló
lo acabo de oír en la radio

2
Instituto Médico Legal
(3.15 hrs.)

Llegaron a la morgue
a reconocer el cadáver
El cuerpo de Cristo mostraba
signos visibles de tortura
latigazos, patadas, contusiones
una herida con arma blanca
dos agujeros en las muñecas
cien piquetes en la frente
fracturas de toda índole
y su camisa bañada de sangre

3
Reporte del forense
(3.30 hrs.)

Murió de un lanzazo en el costado
luego de desvariar durante horas
llamando a un tal Dios
(no se consigna el apellido)
y prometiendo la vida eterna
a quien se lo pidiera

4
Al tercer día
(Viernes, 20.05 hrs.)

Y quién resucitó, entonces
preguntó la muerte, sorprendida
Y Dios no supo qué decir


LA MUERTE ROBÓ LOS ZAPATOS DE DIOS

La muerte robó los zapatos de Dios
Le quedaban grandes y los usaba de todas formas
los lustraba ceremoniosamente antes de salir
y había dejado escrito en su diario de vida
Quiero morir con los zapatos puestos
Ni siquiera se los quitaba cuando dormía
Cuando se daba un baño de tina
esos zapatos burbujeaban como si hablaran
como si Dios enviara recados del otro mundo
entonces la muerte los acercaba a su oído
y las cosas que escuchaba la hacían llorar


CON LOS DIENTES DE DIOS

Con los dientes de Dios
escarbo la tumba de la muerte
Con los dientes de la muerte
escarbo la tumba de Dios
Con mis propios dientes
no escarbo tumba alguna
porque Dios y la muerte
se acuestan en el mismo nicho
pero en horarios diferentes

LA MUERTE HABLÓ CON BENEDETTI
17 de mayo de 2009

La muerte habló con Benedetti
Ya es hora, le dijo, no te hagas el tonto
sabes muy bien como es la cosa
no me hagas perder el tiempo
y empieza a caminar hacia esa puerta
lentamente, donde mis ojos te vean
Olvida tus zapatos, tu voz, tu dentadura
y déjate llevar, disfruta de este viaje
ponte cómodo, verás que tengo razón
y te acostumbras a tu nueva identidad de muerto
donde no podrás escribir, es verdad
no podrás contarle a los amigos
que tu sombra crece hasta el infinito
que la noche se colgó de una estrella
y su cuerpo sigue tibio en la morgue de los sueños
Pero sabrás de antemano, eso sí
por qué la vida se cortó las venas este domingo


LA MUERTE HABLÓ CON MICHAEL JACKSON
25 de junio de 2009

Si me enseñas ese paso para atrás
te dejaré más blanco que los pechos de Madonna
ya no requerirás injertos ni cosas raras
serás joven para siempre, tal como has soñado
desde que viste a Dios entre tus sábanas
y bailarás como las amapolas desnudas
dándole cuerda a tus zapatos infinitos
a tu traje de ceniza confitada
a tu canto que anestesia la memoria
y a la vez golpea con su latido de piedra
Si me enseñas a mover el esqueleto
te sentarás a la derecha de Jehová
y yo estaré a la izquierda vestida de boy scout
haciendo sonar la trompeta de Louis
esperando a que unos ángeles te den la bienvenida
y te carguen en andas al país de nunca jamás
del que ya no querrás volver
porque allí todo tiene tu perfume
todo lleva tu color verdadero
el color de los muertos que preguntan por ti


LA MUERTE HABLÓ CON VAN GOGH
29 de julio de 1890

Yo también estoy loca, le dijo al oído
y mis demonios salen de noche
a estirar las piernas
y queman los campos de trigo
mientras se emborrachan
o le cortan la cabeza a las abejas
y ahogan los gatos pequeños
porque traen mala suerte
Mis demonios son como yo
calvos y huesudos
y tienen mal humor
cuando despiertan a las 5 de la tarde
para tomar el té con galletas
o son interrumpidos mientras
se retratan los unos a los otros
en sesiones infinitas
Pero les tengo cariño, sabes
son los hijos dejados en la puerta
que lloran de hambre y de frío
Entonces los abrazo y les digo
Vamos donde el tío Vincent
el último en llegar, desaparece


LA MUERTE QUISO SER SALOMÉ

La muerte quiso ser Salomé
y en los suburbios del hambre
ejecutaba una danza febril y apocalíptica
La jauría aullaba de placer
y se postraba ante el extraño frenesí
de sus caderas oceánicas
de sus pechos confitados
Sos grande, le gritaban los clientes
Cómo no te voy a querer
entonaba la porra de turistas
que abarrotaba el lugar
que se arrancaban los pelos y la camisa
de puro emocionados
Te daremos lo que quieras
exclamaban jubilosos y a punto del delirio
Lo que quiera, repetía la muerte
mientras colgaba como una araña del escenario
Y pidió la cabeza del Fürher en una bandeja
y la de Stalin en una pecera
y la de Bush y toda su familia
en una mesa de centro
y la de Herodes en una maleta
y al final pidió la cabeza de Dios
envuelta para regalo


AÑOS DESPUÉS

Cuando mi abuelo sacó por fin
los muertos del baúl
un grillo ensayaba
sobre un esqueleto sin nombre
su primera sinfonía


ACLARACIONES POST-MORTEM

Nunca pensé que moriría
primero que mi sombra
ahora entiendo
que se hacía la enferma
para que yo no la dejara


OBSESIÓN FATAL
a Hugo de Mendoza

La cabeza del Bautista rodará
hasta el fin de los tiempos
mientras la muerte
no deje de creerse Maradona


COMUNICADO DE ÚLTIMO MINUTO

El examen de ADN resultó negativo
Cristo no es hijo de Dios


Mario Meléndez. Linares, Chile, 1971. Estudió Periodismo y Comunicación Social. Entre sus libros figuran: “Autocultura y juicio” (con prólogo del Premio Nacional de Literatura, Roque Esteban Scarpa), “Poesía desdoblada”, “Apuntes para una leyenda”, “Vuelo subterráneo”, “El circo de papel” y “La muerte tiene los días contados”. En 1993 obtiene el Premio Municipal de Literatura en el Bicentenario de Linares. Sus poemas aparecen en diversas revistas de literatura hispanoamericana y en antologías nacionales y extranjeras. Ha sido invitado a numerosos encuentros literarios entre los que destacan el Primer y Segundo Encuentro de Escritores Latinoamericanos, organizado por la Sociedad de Escritores de Chile (Sech), Santiago, 2001 y 2002, y el Primer Encuentro Internacional de Amnistía y Solidaridad con el Pueblo, Roma, Italia, 2003, donde es nombrado miembro de honor de la Academia de la Cultura Europea. A comienzos del 2005, es publicado en las prestigiosas revistas “Other Voices Poetry” y “Literati Magazine”. Durante el mismo año obtiene el premio "Harvest International" al mejor poema en español otorgado por la University of California Polytechnic, en Estados Unidos. Parte de su obra se encuentra traducida al italiano, inglés, francés, portugués, holandés, alemán, rumano, búlgaro, persa y catalán. Actualmente vive en Ciudad de México, donde realiza talleres literarios y diversos proyectos culturales. A partir del 2011, dirige la colección Poetas Latinoamericanos en Laberinto ediciones.
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