lunes, 28 de febrero de 2011

Armando Cassigoli (1928-1988). Chile/México







Selectos de Armando Cassigoli


POR LO QUE VIVO

Maduro de esperar mis juventudes,
cansado de inventar mi propia suerte,
veo pasar la vida en cada trino,
en cada soledad, en cada muerte.

Hay un parrón quizás en el recuerdo,
un perfume de sal en mares fríos
un cabello de llamas en el lecho,
un andén provinciano en el estío.

Una gran rebeldía en el camino,
el recuerdo de viajes ya perdidos,
un largo atardecer, un largo vino
bebido en mi Santiago peregrino.

Un viento de nostalgia azota y quiebra
los tristes ventanales del exilio;
el Pacífico me baña en otras tierras,
pronuncia el nombre "patria" en otro sitio.

Pasan mis siglos lentamente y quiero
reposar en chillares ya perdidos,
recorrer esos mil valparaísos
que hay en cada pedazo de mi mismo.

A esta hora es poco lo que pido;
sólo el pan, sólo el aire, sólo el vino,
la libertad de ver a mis montañas,
la libertad, en fin, por la que vivo.


El Descubridor

Sucedió en el tiempo en que reinaba lxtlán, a lo largo y a lo ancho de toda Guanahani, en todas sus orillas y confines sobre las pálidas cimas y en los abismos de rugiente profundidad; lxtlán, el soberano de ojos de guacamayo y piel de maíz; lxtlán, Padre de todos los hombres de la Isla; lxtlán, Abuelo de los niños y mujeres de fértil territorio; lxtlán, Verdugo y Vencedor de los Espíritus del mal y de la Noche.
Se anunciaba recién el alba como bandada de tucanes de plumas encendidas, cuando el buen rey llegó solitario a orillas del mar, con el fin de rezar su primera oración al Astro que nacía.
Contemplaba el soberano la placidez del agua, el juego eterno de las olas, cuando hizo un importante descubrimiento. Era algo inusitado, jamás visto: una inmensa canoa, llevando encima una enorme casa rodeada de troncos desnudos, se acercaba a la costa. ¡Era éste un gran descubrimiento!
Cuando la embarcación estuvo a corta distancia, se percató con mucho asombro que de ella bajaban pequeñas piraguas, como las usuales en Guanahani para las faenas de la pesca. Las tripulaban hombres extrañamente ataviados que llevaban lanzas y astas coronadas de tejidos multicolores. Los recién llegados pisaron tierra y uno de ellos, rey o jefe de guerreros al parecer, hundió en la arena dos maderos cruzados y habló durante largo rato en una jerga incomprensible.
Mucho tiempo estuvo lxtlán, detrás de un tupido ramaje de bejucos, contemplando a los desconocidos, saboreando su descubrimiento.
Cuando el buen soberano llegó a la aldea a contar lo que recién había visto, los consejeros, ancianos y brujos, se encaminaron en silencio, con sigilo de guerreros, hacia la playa para confirmar lo aseverado por el rey.
Hubo entonces revuelo y fiesta en el poblado para celebrar la nueva hazaña del monarca. Se reunió el Consejo de Ancianos y determinó que, desde ese momento, lxtlán agregara, a sus muchos títulos honoríficos, el de "El Descubridor". Este galardón lo conservó el rey hasta su muerte, ocurrida demasiado pronto -así como la de casi la totalidad de los isleños- en las fieras manos de los recién llegados.
Sucedió en el tiempo en que reinaba lxtlán, soberano de ojos de guacamayo y piel de maíz, último rey de la pacifica isla de Guanahani, allá por el año de gracia de Nuestro Señor, de mil cuatrocientos noventa y tantos ...



Palabras de sus colegas:

Entre las cualidades de Cassigoli se destaca su humor y utilización de los grotesco, que ya vertió en sus cuentos. En “Ángeles bajo la lluvia” (novela), se registran dos escenas de notable jerarquía, en que lo popular se funde con la sátira fina… Ricardo A. Latcham

Cuando la cuidad pertenecía a los escritores, estos eran dueños de sus calles. Armando Cassigoli las recorría y era amigo de todos. A él lo hacía feliz leernos sus cuentos que comentábamos con entusiasmo. Nos encantaba su gracia, su humor. Virginia Vidal

Armando Cassigoli perteneció a la llamada Generación del 50. La de Donoso, Jorge Edwards y Lafourcade, entre otros narradores que rompieron con el criollismo, al tiempo que mantuvieron una distancia bastante escéptica con la llamada novela social, por responder ésta a un compromiso anterior o ajeno a la literatura. La del '50 fue en lo fundamental una generación más “literaria”, que incorporó, si no por primera vez, al menos mejor digeridas, aquellas innovaciones técnicas que revolucionaron la narrativa en las primeras décadas del siglo pasado. Daniel Pizarro Herrmann

Armando Cassigoli era un hombre vital, un profesor atmósfera, un amigo. Lo conocí en el Darío salas, fue mi profesor de filosofía. Yo iba a su casa y nos sentábamos en su gran biblioteca. Se exilió en México y no lo volví a ver más. Un escritor a tiempo completo y gran animador de tertulias literarias. Armando era un bohemio, forjador de juventudes, profesor por vocación y amigo por lealtad. Rolando Gabrielli


Armando Cassigoli, escritor (1928-1988). Nació en Santiago de Chile. Estudió en el Liceo M. L. Amunátegui y cursó Filosofía y Psicología en la Universidad de Chile, donde fue profesor y Decano de la Facultad de Filosofía. Durante el exilio fue profesor en la Universidad Nacional Autónoma de México. Miembro destacado de la Generación del 50, Armando Cassigoli no sólo fue un talentoso narrador sino también un dedicado pensador y maestro.
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domingo, 27 de febrero de 2011

Despedimos a Fernando Lamberg

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Ángel Pizarro


Estamos viviendo la época de las despedidas, una a una, de nuestros compañeros de generación, de oficio y de profesión, de nuestros camaradas de ilusiones y de sueños, de nuestros compañeros de luchas, de triunfos y fracasos, de celebraciones y de llantos, militantes sin descanso de una "causa invencible", a pesar de las derrotas, del dolor, de la pobreza, del hambre y del hartazgo, de la desolación y de los epinicios. Una palabra para cada uno de ellos, para Jorge Soza Egaña e Iván Cortez, para Stella Díaz Varin, para Luis Vitale ayer y para Mario Ferrero y Edesio Alvarado, ya en un nebulosa lejanía, para mi hermano Erasmo, descubridor de tesoros bibliográficos, para Lientur Escobar, que ayer nomás escuchamos en la Casa del Escritor y para Isidora Aguirre, esa inagotable vertiente de chilenidad y de patriotismo originario, que se difuminará hoy, domingo, 29 de febrero del año 2011, en una nube impalpable de ceniza.

Una palabra para dar vida a la eternidad, que es incluir sus nombres en una eterna memoria fuera de los archivos notariales y de los museos.

Hoy nos toca derramar una lágrima por otro de los nuestros que parte, que parte, y no de nuestro suelo, sino de la patria que lo acogió durante más de treinta y cinco años, "en su transtierro": . Murió en Caracas, la patria bolivariana que amó y defendió hasta el último día de su vida en todos los frentes de la batalla ideológica, porque conocía bien a sus enemigos, por su experiencia chilena, que no olvidaba, como tantos otros refugiados en Venezuela. El 20 de febrero de este año 2011 ha muerto el poeta, dramaturgo y ensayista, Profesor Fernando Lamberg.

Luis Fernando Lamberg Carcovich, nacido el 07 de junio de l928, en Chile, ex-docente de la emblemática Universidad Técnica del Estado (UTE, hoy USACh.), universidad popular, que acentuó su carácter y su excelencia en los tiempos luminosos de la Unidad Popular y del Presidente, Dr. Salvador Allende, al que Lamberg siguió enalteciendo cuando muchos habían olvidado el clima maravilloso de fraternidad y de optimismo creado por nuestro pueblo al culminar, con su ascensión al Poder en l970, la campaña centenaria del movimiento social chileno en pos del cumplimiento de su misión histórica, construir aquí en la tierra la Ciudad del Hombre; Lamberg, miembro del Directorio de la Sociedad de Escritores de Chile (SECh.), durante tres periodos, entre 1964 y 1971, actuando junto a los Presidentes Guillermo Atías, Francisco Coloane y Luis Merino Reyes; miembro destacado del Sindicato de Escritores, que dirigiera Don Benedicto Chuaqui, del Grupo Fuego de Poesía, fuego que arde aún en Chile, y miembro de la Asociación de Escritores de Venezuela, profesor de las facultades de Letras y de la de Comunicaciones, en la U. Católica Andrés Bellos y en Institutos Profesionales, en la capital venezolana; autor laureado por sus obras, entre otros, con el Premio Municipal de Literatura, de Santiago de Chile, y por la Casa de las Américas, de La Habana, Cuba, por su obra "Señores y Señores"; autor de más de una veintena de obras literarias, teatrales y ensayística, desplegó desde siempre en Chile y, luego, hasta su último suspiro, en Venezuela, una intensa labor periodística, ampliamente reconocida en nuestros países y difundida en una docena de páginas en internet.

Recordaremos siempre su modestia y la acendrada fidelidad a sus convicciones comunistas, a la Unidad Popular y al Presidente Salvador Allende y su participación, sin desmayo, en la militancia bolivariana. Su nombre y el de los que siguen militando en la gran causa del bienestar y de la felicidad humana, de norte a sur, sin omisiones, esta grabado a fuego en el corazón de los que compartieron sus ideales y sus luchas.
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Marcelo Mayorga. "Tormenta en alta mar", Mocha Dick Ediciones, Valparaíso, 2010

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Camarones


Mi padre los sábados compraba camarones en la pesquera Robison Crusoe que estaba contigua al matadero Portales. Se los empaquetaban en bolsas gruesas. Venían cientos de colas rosadas que quizás esa misma mañana las habían desembarcado de un PAM en el muelle el Barón. Esos años recién llegaba la televisión a Chile y Pelé hacia pases de gol a Carlos Alberto en el estadio Azteca por puro presentimiento. Las micros Verde Mar subían y bajaban de Viña y Valparaíso como parte de un póster cinético. En Chile no se conocía la palabra exilio y nadie sospechaba añorar desde París el olor de los damascos.



Reseña del libro:
Clemente Riedemann


* Marcelo Mayorga. Escritor. Nació en Valparaíso, 1964. Publicó y editó “La nueva República”. Su primer libro, “Tráfico, escritos de época”, Editorial Documenta, 1987.


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sábado, 26 de febrero de 2011

El libro "Claudio Giaconi. Un escritor invisible". Premio a la Mejor Edición Feria del Libro de Santiago 2010

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Un escritor invisible. Claudio Giaconi  (1927-2007). Recopilador, Gonzalo Contreras. 1ª edición. Editorial Etnika y Pequeño Dios Editores, 2010. 600 páginas. Colección Outsider. Beca CNCA 2008.


El amplio volumen va desde los cuentos de “La difícil juventud” a una selección de sus artículos de prensa. A tres años de su muerte, una cuidada edición hace que Giaconi vuelva de noche a recorrer las calles de Santiago. Javier García

“Se han dicho muchas tonteras de Claudio”, dice Gonzalo Contreras –el poeta, no el narrador-, quien fue el editor del libro y acompañó al autor en sus últimos años. “Se escribió que era alcohólico, que murió en la indigencia, abandonado, todo eso es mentira. Murió de tuberculosis, pero siempre tuvo un buen pasar. Tenía una pensión de EEUU que, sin ser abundante, le permitía no pasar penurias…”. Marcelo Soto

La publicación de obras reunidas suele desmentir impresiones arraigadas, aunque por lo general esto ocurre de manera póstuma. Las más de 500 páginas del libro Claudio Giaconi. Un escritor invisible, refutan la creencia de que Claudio Giaconi fue un autor improductivo. Junto al volumen de cuentos La difícil juventud y al ensayo Un hombre en la trampa, su amigo, el poeta y editor Gonzalo Contreras, recopila los dos libros de versos, menos recordados, que salieron de la pluma de Giaconi: El derrumbre de Occidente y Etc. , pero también incluye sus artículos periodísticos, de los cuales el compilador sólo entrega una muestra, guardando para un futuro volumen numerosas crónicas que publicó en la prensa mexicana. Pedro Pablo Guerrero

* Más acerca de la obra: Pequeño Dios Editores
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miércoles, 23 de febrero de 2011

El acento del Poeta Álvaro Ruiz

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Poema de la gruta


Heme aquí en la gélida gruta
donde el sol es la puerta
que alumbra los primeros escalones 
que descienden a este suelo de piedra
donde el primer hombre bendice al último
en la oscuridad que antecede a la luz.

Me alimento de filtraciones y musgos incoloros
y recorro el universo palpando los muros
que llevan a otras situaciones primeras
como el de la mujer deseando subir
los peldaños que llevan al horizonte
curvo de la vida y la recolección.

Yo he querido guarecerme abajo                                                               
grabando las primeras escenas del hombre
sobre las rocas de este altar
con tintes de sangre y sacrificios violentos
de hombres que alzaron el vaho
hacia el cielo de una noche sin astros.

De una noche en los oscuros bosques
donde los troncos del alma suben al cielo
mucho antes de que Prometeo nos diese el fuego
que iluminó los rostros y alejó las sombras
de nuestra auténtica superstición que era                                                   
un dios oculto y vengador.

Encendí antorchas en cada cueva
y en la original enfermedad de seguir a la mujer
subí a la pradera y depredé a mi alrededor
de todos los metales fabriqué distintos cuchillos
los que utilicé en el degüello de animales
con cuyas pieles me cubrí.

Todo lo restante lo dice el entierro del pasado
voces de otros hombres que vieron el sol
que sumaron, adoraron y murieron                                                             
largándose en una barca aritméticamente abstracta
hacia el centro de la memoria
en un régimen axiomático gobernado por las dudas.

Que por antonomasia son exactas
Ya que la regla elude la confirmación
Y el universo que es trastorno continuo
Alumbra indistintamente los dos hemisferios
En la idea de una deducción a la velocidad de la luz
Ausente en los prados inmediatos del color.


Canción del marinero borracho 
Hacia la izquierda salió el sol entonces:
Del mismo mar surgía.
Y brilló con luz viva y luego, hacia la diestra,
En el mar volvió a hundirse.
Coleridge

De la vieja chabola irlandesa
¡Qué vamos a hacer con el marinero borracho!
Este es el último barco en cruzar la quieta bahía
Sin niebla
Cuando la cárdena luz que alumbra la cordillera
Se marcha más allá del horizonte
En un barco a vapor sin lista de tripulación
Con el marinero capitán  de pie sobre la cubierta
Comprobando a simple oteo si aún existen las sirenas que vio Ulises
¡Nada, nada! sólo las olas esmeraldas mi capitán
Grita el más sobrio de los marineros
Que tenía los ojos propios
De un náufrago a la deriva
Aferrado a un mástil lleno de sal
Y algas que comían con los peces pescados
Que atravesaban con el arpón del hambre
Y del mar inmenso e ingobernable.

¡Qué vamos a hacer con el marinero borracho!
Cantaba la tripulación entre sorbos de destilado
Resueltos, con la proa enfrentando las olas del west
Sobre las aguas donde las corrientes se unen y salta la albacora
Frente a Chile, mar adentro, en el Pacífico sur,
Albacoras espadas en ristre frente al arpón
Que de roja sangre tiñen el agua y la embarcación
Desechando ellos, los marineros, la espada que queda
Con el sello de la quiebra y la mala fortuna
En una lucha de códigos de navegación
Que en la sangre de sus venas corre con soñada muerte de alcohol
Regresando a puerto inquietos y salvajes de otra sed
Con mujeres hermoseadas que esperan y mienten
Apenas ellos los marineros regresan a la mar
Tal cual en otros puertos otros ojos
Ven al mundo por primera vez.

¡Qué vamos a hacer con el marinero borracho!
Que otra vez zarpa sin autorización
De la Gobernación Marítima de este Estado hacia la línea
Distante ocho kilómetros del ojo al horizonte
Donde los hijos de la puesta de sol mueren de amor
Y crecidos ya cuales arbustos salinos
Bajo el sol espléndido y oblicuo de su luz al atardecer
Miran hacia las cavernas de los zorros
En las praderas ocres a espaldas del mar
Y juran a la eternidad de las olas
Un amor como el de Dafnis y Cloe
Pastoreando sus voluntades de hierba nueva
Lejos de la rompiente y de los muelles del puerto
Como sueña el vigía de esta nave que atraviesa
El golfo de sus propias penas marinas
Siempre pensando en la bebida y en la tempestuosa furia de las aguas
En su inolvidable travesía por el convulso Estrecho de Magallanes.

¡Qué vamos a hacer con el marinero borracho!
¡Los Andes, Los Andes! gritan los desembarcados mientras recogen
A orillas de la gran madre oceánica
Moluscos desde antes depositados por la marea
En los cerros fósiles que fueron una vez bajo el mar
Metros arriba del nivel que hoy ocupa
Donde bebíamos todo el día y moríamos
Con el plexo hacia el sol
Heredando a las descendencias todo aquello
Que insiste en quimeras, navegaciones y mares que no existen
La leyenda, mientras respiro en un puerto subtropical
Donde los que llegan ya se van
Hacia los cerros de la infamia
Para desde lo alto observar los barcos y oír la voz que dice
¡Qué vamos a hacer con el marinero borracho!
Aquel que cantaba canciones irlandesas
Sin movernos de nuestras mesas en el mar.

¡Qué haremos con él!
Ahora en su barca cruzando Gibraltar
Recordando que la tierra fue plana
Que las aguas no caen al Hades
Vociferando ¡no teman caballeros andantes!
Que todo es más justo allá
Con una mirada curva puesta en el norte del Brasil
Donde el sol diviniza a la selva
Y el hombre se rige con la sabiduría cosmogónica
Del bien morir, como estrellas que se apagan
Plenas de vida y luz hacia el interior
Alumbrando la memoria de quien navegó
Y circunnavegó las bucaneras islas de la caña y el ron
Con la voluntad y valentía propia
De este hombre de mar en sus últimos instantes
Que en silencio murmura aquella vieja canción que dice
¡Qué vamos a hacer con el marinero borracho!

¡Qué haremos con él!
Anciano delirante que oteas el horizonte
Desde las rocas lisas frente al mar
Todo es mentira o imaginación
Viejo, solo, pobre y enfermo
Con una rama de cochayuyo en sus manos temblorosas
Preparando el espinel inmediato de los días
Triste, solitario y final
Elevando plegarias de susurros a alguien que no vemos
Y que de muy cerca habláis en medio de la niebla
De la vaguada costera lejos del sol
Que sintetiza el fenómeno neurológico
De ser una pestaña en el ojo del horizonte
Que trae barcos y especias de otros continentes
Con la nostalgia y el recuerdo nítido
De un amor en las sombras del corazón
Una línea negra que lo parte en dos.

¡Qué vamos a hacer con el marinero borracho!
Aquel trastornado que se fue con un pañuelo blanco en el alma
Hacia un cielo que sí existe
En el agnosticismo de la voluntad
Un lugar señalado y varias veces antes señalado
En la historia simple de los hechos
La luz del relámpago o de la luciérnaga
Contra la evidencia de ser
Un petroglifo en la memoria original
Que recuerda elementos que existieron
Y que volverán a existir mediante el ojo y el buen corazón.


Entre pestañas y la noche que amanece

Entre pestañas y la noche que amanece
Van quedando para el laboratorio del fotógrafo
Escenas difusas del día anterior
Instantes recapturados en la memoria del lente
Rollos de negativos sumergidos en líquidos amnióticos
Como en Blow up la reconstitución del crimen
El fotógrafo
Los ojos a través de la ventana
Imágenes de un parque centenario
Bandadas de aves atravesando el cielo hacia el sur
Hacia un Chile de bosques y espejos                                               
Entre las mismas difusas escenas del día anterior.


Arte Poética
A Cristián Ruiz

1

La poesía es un shock químico
Hija de la mudez, los alimentos y los ojos
Una alucinación que precede la idea del poema
Un sueño
El resplandor original del relámpago
Luz incolora y primera, blanca
Sobre los insomnes paisajes de la aritmética vivencial
Fundamentada a costa de permanente sinestesia ideológica
En el fondo de la desesperación
Los cinco lados del pentágono que nos dio la naturaleza
En aras de una totalidad
Única e indivisiblemente órfica
Lo restante son decires, teorías fragmentarias
Escuelas, dolores, geografías
Los malditos leen a los clásicos
Conocen el latín y lo llevan como anillo al (lenguaje)
Los románticos son rebeldes que murieron en paz
Sus furias fueron amores
Los poetas sobrevivientes del cristianismo son paganos
Llevan un halo original y olímpico
Los nuevos novísimos son modernos
Versificadores que aún no silban en el bosque
Ni reconocen la derrota extraordinaria
De olvidar al anónimo de Gilgamesh
Buscando su auténtica inmortalidad.

2

La idea es la columna vertebral del poema
El origen, el clima, la intención, el lenguaje
Las palabras, el color, el vestido, la danza y la música
La botánica, la geografía, las aritméticas
La medicina, la astronomía y el espejo
Colindantes absolutos de patio
Ciencias al servicio del engaño poético
De ser una voz que aún no canta en los bosques.

3

No sólo del corazón incólume de Shelley
No sólo del romanticismo byroniano se sirve el poeta
La poesía es antigua
Y sus producciones vastas y remotas
Grecia perdió a sus desconocidos.

4

La Poesía es un acto de transmutación
Un golpe desplazado
Que toca al hombre nacido bajo las Pléyades
Al hombre que hacia el azur
Mutatis Mutandis
Traspasa todas las zonas y significaciones del dolor
Al caminante inmóvil que es memoria genética
Por senderos imaginarios hacia el logro
Plenitud gestada en la naturaleza de una inteligencia universal.


Álvaro Ruiz. Ottawa, Canadá, 1953. Reside en La Serena, Chile, donde dicta taller de Literatura y Creación Literaria en la Universidad Católica del Norte, sede Coquimbo.
Libros publicados: Dieciocho Poemas. Santiago, 1977. A orillas del canal. Santiago, 1982. Es tu cielo azulado. Santiago, 1989. Casa de Barro. Santiago, 1991. La Virgen de los Tajos. Santiago, 2001. Poemas del Sol. La Serena, 2007. Cola de Gallo Poemas. Santiago, 2010.
Antologías: Nueva York 11. Poesía Chilena. Editorial Galinost. Santiago, 1987. Cartas al Azar. Ediciones Ergo Sum. Santiago, 1990. Muestra de Literatura Chilena. Congreso Internacional de Escritores “Juntémonos en Chile”. SECH – PRED. Santiago,  1992. Veinticinco años de Poesía Chilena. Editorial del Fondo de Cultura Económica. México – Chile, 1996. Viven. Periplo de poetas de Chile. Ril Editores y Consejo Nacional del Libro y la Lectura. Santiago, 2002. Vagabundos de la nada. Literatura Chilena Contemporánea. Ediciones Caligrafía Azul. Libros La Calabaza del Diablo. Santiago, 2003. Poesía Chilena Desclasificada. Editorial Étnica. Santiago, 2006. Poéticas de Chile. Chilean Poets on the Art of poetry. Edición bilingüe. Editorial Étnika. Santiago 2007. El lugar de la memoria. Poetas y narradores de Chile. Editorial Ayún. Santiago, 2007. Antología Poética Generación del ochenta. Mago Editores. Santiago, 2010.
Otras publicaciones: 1995: Publicación del libro “Taller Interior”. Selección y prólogo. Antología de Taller. Casa de la Cultura Oaxaqueña. Oaxaca, México. 1996: Publicación del opúsculo “La Virgen de los Tajos”. Instituto Oaxaqueño de las Culturas. Oaxaca, México. 2006: Investigación y publicación del libro Correspondencia  con Juan Cristóbal. Cartas y postales del poeta chileno Jorge Teillier a su par peruano Juan Cristóbal. Introducción y notas. Ediciones Clásicos del Pacífico, Lima, Perú. Agosto de 2006. 2010: Publicación relato “Una temporada en la Pampilla”.Centro de Estudio de la Imagen Fotográfica. Santiago, 2010.
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martes, 22 de febrero de 2011

Falleció el escritor y poeta comunista, chileno-venezolano, Fernando Lamberg

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A los 83 años de edad, ha dejado de existir Fernando_Lamberg en su residencia en Caricuao, después de estar afectado de un Cáncer a la Próstata.
El Partido Comunista de Venezuela ha reconocido y valorado su aporte y enriquecimiento hecho a la Cultura Latinoamericana y su ejemplo como militante revolucionario.
Llegó a Venezuela en 1976, producto de la represión y persecución sufrida por la dictadura fascista que derrocó el gobierno constitucional del Presidente Allende.
Luis Fernando Lamberg Carcovich, nace en Valparaíso, Chile, 7 de junio de 1928, fue profesor y escritor de amplia trayectoria tanto en Chile como en Venezuela, cuenta con una vasta producción literaria en los géneros de poesía, cuento, fábulas, teatro, novela y ensayo.

En Chile fue jefe el departamento de castellano del Instituto Nacional, jefe de la cátedra de técnica de la expresión y literatura española en el Instituto Pedagógico y catedrático de literatura hispanoamericana en la Universidad Técnica del Estado.
Ocupó cargos dirigentes en numerosas instituciones culturales chilenas. Así, fue directivo del Club de Autores Teatrales de Santiago, (1952); vicedirector ((1953) y director (1954) del Centro de Arte y Cultura del Magisterio de Puerto Montt director del Centro Cultural Melipulli]] de Puerto Montt, (1954); director suplente ((1956), prosecretario (1957), tesorero (1957) y director (1958) del Sindicato de Escritores (SIDE), Santiago; vicepresidente del Grupo Fuego de la Poesía, Santiago, (1965); y director general (1964-1967 y 1970) de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH).
Miembro del Partido Comunista de Chile, en 1976 se radica en Venezuela como exiliado político a raíz del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973 dado por Augusto Pinochet en contra el gobierno socialista de Salvador Allende. Fue profesor de la Escuela de Letras y de la Escuela de Comunicación Social de la Universidad Católica Andrés Bello en Caracas y miembro activo desde 1978 de la Asociación de Escritores de Venezuela (AEV).
Ganador, entre otros, del Premio Municipal de Poesía de Santiago (Chile, 1966), Premio Casa de las Américas 1973 por su poemario Señores y señoras y del Premio Municipal de Teatro Fundarte (Venezuela, 2000).
En una entrevista que ofreció el cubano Juan Nicolás Padrón al poeta Alejandro Lavquén, nos dice; "la obra de Fernando Lamberg -una acertada crítica a la oligarquía-. No basta con leer, hay que indagar, hay que escarbar en poesía para calar en el silencio que castiga versos latinoamericanos. Hay que indagar largo tiempo antes de redescubrir poetas como Fernando Lamberg".
Como crítico literario, monseñor Fidel Araneda Bravo (1906-1992), nos dejó esta visión de la labor poética del poeta, "La poesía de Lamberg es clara, con notas de alegría y tristeza; pero siempre sincera y profunda, porque surge limpia de un corazón sin doblez".

Obra de fernando Lamberg:
* Naturaleza artificial. Santiago, Chile, Ediciones Sucos, 1954.
* Testimonio (1947-1948). Santiago, Chile, Ediciones Surcos, 1954.
* El universo engañoso. Santiago, Chile, Ediciones Alerce, 1964.
* Poemas australes. Santiago, Ediciones del Litoral, 1965.
* Estrofas del jardín. Santiago, Chile, Ediciones SIDE, 1966.
* La innumerable humanidad. Santiago, Chile, Ediciones SIDE, 1968.
* Señoras y señores. Cuba, La habana, 1973. (Premio Casa de las Américas)
* Hasta siempre, Valparaíso. Caracas, Venezuela: Ediciones Surcos, 1986.
* Espera y Giros. Abril del 2005.
* Versos Teatrales. Caracas, Venezuela: Editorial el Perro y la Rana, diciembre de 2006.
* El que construyó su infierno, 1952, mención honorífica del Premio de Teatro Experimental de la Universidad de Chile.
* El Juicio, 1952.
* El candidato, 1957.
* El periodista, 1957.
* Psicología aplicada, 1957.
* Una antigua belleza, 1957.
* Una madeja para trepar, 1959.
* Noche maestra, 1962.
* Nacida en Cautiverio; Nacida en Libertad, 1996.
* El Escondite, 2000.

Ensayo
* La obra poética de Pablo de Rokha. Memoria de grado. Santiago, Chile, Ediciones Zig Zag, 1952.
* La dramaturgia Chilena Actual. Revista Literaria de la SECH, año IV N# 8, septiembre, 1960.
* Vida y obra de Pablo de Rokha. Santiago, Chile, Ediciones Zig Zag, 1966.

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domingo, 20 de febrero de 2011

Tres países y la geografía de la poeta


Yolanda Duque Vidal




LA NOCHE

La noche cae torpemente
cuando el sueño asedia
El cuerpo se inmoviliza
extendido sobre el tálamo

Las ideas corren por las venas
Su cauce presiona los sentidos

Los ojos agrietan la oscuridad,
aunque la fatiga pesa
en quejosas médulas
La vigilia nos captura
como un zorro al acecho

Golpes de ausencia en las ventanas

Su monótono concierto
es más brutal en el silencio
El cuerpo se aligera finalmente
hundiéndose en el océano
de los sueños


DOLENCIA

No me duele la noche,
ni la nostalgia de mi tierra,
ni la soledad del cubil,
me dueles tú


ADIOS

Al fin decides marcharte por el camino corto
Aléjate de mis sueños
de mi vida y mi espacio

Suelta mis ramas

Deja que mis aves canten una trova nueva
y vuelva la luz a mis mañanas

No mires atrás
que el viento te lleve lejos
donde nadie consienta tu nefasta presencia
Adiós, hasta ninguna vez
virus del abatimiento

Mis puertas se trancan definitivamente para ti


METROPOLIS

Las calles calzan zapatos de hierro
Destemplado tráfico
Acelerados peatones con prontitud suicida
Las escuelas entonan rondas matinales

Todo parece normal, pero faltas tú
único inicio de mis jornadas


GAVINAS

Buscan en el aire
derecho a intimidad

Vestidas de blanco y negro
sus sombras se dibujan
en las sábanas de la tarde


INGENUIDAD

Jugamos a ser mar,
olas, viento
y no somos más
que pequeñas partículas
del Universo


ALTO VOLTAJE

Sobrevivientes letras
en duelo de muerte

Navegan en tinta
de alto voltaje
por carillas desnudas


CEGUERA

Ni un halo de luz
entre las sombras
Encarnada lejanía
envenena los ojos
Arroyos agitados
al borde del espanto

Mística música
anuda las horas
De cuajo la tristeza
invadió mis viñas

Sus huellas son letras
Su recuerdo cadenas

Desde mi ceguera
busco a tientas el olvido


VIENTO BLANCO

Los pájaros acurrucados,
intentan protegerse
del invierno que avanza gélido

Los árboles se inclinan.

Resignados soportan el viento
aferrados a sus raíces
Como hacemos los humanos
exiliados por el mundo

Álgidos de pies a cabeza

Pasan los inviernos
por nuestros esqueletos,
volviéndonos crujientes
y quebradizos en estas lejanías

Yolanda Duque Vidal, nació en Santiago de Chile, vivió 15 años en Buenos Aires, Argentina. Desde Octubre 1986 reside en la ciudad de Montreal, Canadá. Estudios Secundarios y Profesionales completos. Pertenece a la Sociedad de Escritores de Chile, Poetas del Mundo y Red Mundial de Escritores. PUBLICACIONES: En 1999 “Poemas de Canto y Luna” (español), en 2001 “Destino” y “El Jardín de mis sueños”, en español y francés. En 2003 “Senderos”, en 2007 “Insomnio” (en español). 2009: “Coeur Forain” Antología de poemas en francés e “Insomnia” en inglés-italiano. 2010: publica “Retablos para un Otoño” en español.
Noviembre 2000 al 2005 participante en la Cumbre Internacional de Mujeres Poetas en el País de las Nubes, (La Mixteca) Estado de Oaxaca, México. 2001: Invitada a presentar su Homenaje a José Martí, al IV Encuentro Internacional de la Poesía en la ciudad de Trois Rivières, Québec. Febrero 2003: Obtuvo el Primer Premio Dra. Fanny León Cordero en Quito, Ecuador con su poema ¿Chile nuevo?. Noviembre 2003: Invitada por La Sociedad de Escritores de Durango, México. En Diciembre del mismo año invitada por la Asoc. de Escritores de Concepción, Chile. 2004: Invitada a participar en el VI Festival internacional de Literatura de Montreal Metrópolis Blue. 15 de Diciembre 2006: Presentación de la Antología “Voces sin fronteras” en La Casa del escritor de la Sociedad de Escritores de Chile. Septiembre 2008: Obtiene Diploma de Mérito en el Concurso Internacional de Poesía Lincoln-Martí, en Miami, Florida. Diciembre 2008: Invitada por la Sociedad de Escritores IV Región, Chile, a recorrer la ruta de Gabriela Mistral en el Valle del Elqui, con lectura y presentación en la Casa Cultural de Vicuña. 2009 Invitada al Primer Encuentro de escritoras Hispano-canadienses en Ottawa. 2010: Forma parte del Comité Organizador del Segundo Encuentro de Escritoras Hispano-canadienses, en la Universidad Concordia de Montreal.
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jueves, 10 de febrero de 2011

Nancy Molina: “Madre Tierra”. Ediciones del Taller. 2010


En su primera entrega de textos impresos, Nancy Molina lo hace con una selección de poemas centrados, tal como lo dice su nombre, en la Madre-Tierra, la Pachamama originaria que acoge a todos su hijos, sin hacer distinciones, sobre su vasto manto, y que hoy (y es posible verlo) recibe tan mal pago en cambio.
Sin pretender ser un compendio de poemas ecologistas, Nancy nos hace reflexionar no sólo sobre la tierra en sí, sino, sobre todos los elementos, a los que suma un recorrido por las emociones de ese "Ser" básico, hombre y mujer, que puebla y se enseñorea de este planeta.
La Mancha, Quilicura

Madre Tierra es el primer número de una nueva colección de plaquetas llamada "Dame la mano" , otra publicación de Ediciones del Taller, en un nuevo intento de acercar el producto impreso a escritores que, por una u otra razón no hayan podido concretar este ansiado paso.
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* La respuesta la encontré en la Tierra, la madre naturaleza y la armonía que existe entre sus hijos; la gran capacidad de todos los pueblos originarios de comunicarse con la naturaleza me entregó los códigos y la fuerza para poder gritar de una manera muy personal lo que siento cuando veo la devastación de nuestra medio ambiente, la pérdida de nuestra identidad y la indolencia con que tratamos a nuestros pueblos originarios.
Nancy Molina Vargas


EL MANTO

El frío que siente la madre
la estremece
tiembla, llora
porque su verde manto ya no la abriga.

Esta descubierta, desnuda.

No tiene praderas que la cubran.

No tiene árboles que frenen la furia de la lluvia,
no tiene flores que la vistan de alegría.
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La madre tiene frío
porque su manto le fue arrebatado

¡Vendido!
¡Botado!
¡Pisoteado!

La madre llora
porque su manto no encuentra..

Sí, está allá, en la fábrica,
lo mira…
lo sufre…

Ve cómo lo deshacen
con manos ladronas,
con manos asesinas.
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Su manto,
que tejió con el correr de los siglos
de vivos colores,
de flores maravillosas que alegraban el alma,
de árboles frondosos que refrescaban,
que cubrían, que abrigaban,
que escondían amantes enamorados.

La madre tiene pena
porque su manto no encuentra.

Está desnuda, esta desierta.

Su cuerpo
busca el abrigo de su manto,
lo busca, se lamenta,
no lo encuentra...

Sufre,
no lo encuentra.
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lunes, 7 de febrero de 2011

"Sobre Hegel". Autor... Carlos Pérez Sot. Primera Edición, Editorial LOM

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por Omar Cid

Hegel, del profesor Carlos Pérez, es un texto provocador, donde se da cuenta de un proceso de reflexión, hecho desde el trabajo mismo de aula, el discurso claro, certero, con matices de ironía permanente, lo vuelven un texto digerible, pero destinado a la doble y triple lectura.


El libro contiene tres partes perfectamente detectables donde se da un contexto histórico del personaje para luego profundizar en dos de sus textos como son: La Ciencia de la Lógica y la Fenomenología del Espíritu.

Pérez, elabora su texto situando al maestro alemán, en el lugar donde siempre se sintió más cómodo, en el mundo, de ahí que se clasificara a sí mismo como “un filósofo mundano”.

Una de los méritos del texto, es la confianza del autor, en la necesidad de recuperar o al menos volver a reflexionar sobre Hegel, sin las trabas o prejuicios expuestos por filósofos en otro momento.

Ante los discursos que insisten en la volatilidad del lenguaje, la fuerza de la imagen por sobre la reflexión y la letra, y por tanto, del cansancio de los grandes discursos y meta-relatos, extendiendo con ello documentos de defunción a cualquier propuesta racional, como la hegeliana, nuestro autor, es capaz de explicar las razones que hacen de Hegel un pensador en escena permanente, más allá de las propias críticas que se tengan sobre él.

La porfía de Pérez, al no darlo por muerto, comienza a dar frutos en la medida que los orígenes de la modernidad se encuentran ligados al pensamiento de Hegel.

El esfuerzo por tanto de los posmodernos, entendiendo por ellos a “los hijos de la modernidad en constante reflexión” no pueden dejar de lado el camino emprendido por Hegel, ya que aporta la conciencia sobre las limitaciones y equilibrios precarios sobre los que se levanta el edificio moderno.

La claridad de Pérez, sobre este punto, dan al libro la fuerza necesaria para confrontarse con difíciles tiempos, donde la disolución, la hibrides y la cobardía azotan el escenario intelectual chileno, hablando en clave teológica, el texto se transforma en profético, en la medida que re-inserta al filósofo marginado, en el debate actual.


Georg Wilhelm Friedrich Hegel (Stuttgart, actual Alemania, 1770 - Berlin, 1831) Filósofo Aleman. Estudió primero en el instituto de su ciudad natal, y entre 1788 y 1793 siguió estudios de teología en Tubinga, donde fue compañero del poeta Hölderlin y del filósofo Schelling, gracias al cual se incorporó en 1801 como docente a la Universidad de Jena, que sería clausurada a la entrada de Napoleón en la ciudad (1806).
Al tiempo que se introducía en la obra de pensadores como Schiller, Herder, Lessing y Kant, Hegel compartió con sus compañeros el entusiasmo por la Revolución Francesa. Aunque al principio se hallaba muy próximo al idealismo de Fichte y Schelling, a medida que fue elaborando su propio sistema filosófico, ya profesor en la Universidad de Heidelberg (1816-1818) y luego en Berlín (1818-1831), se alejó progresivamente de ellos.
El de Hegel es el último de los grandes sistemas concebidos en la historia de la filosofía. La «contradicción» significa aquí el conjunto de oposiciones que había venido determinando la historia de las ideas desde el pensamiento clásico: lo singular y lo universal, la Naturaleza y el Espíritu, el bien y el mal, etc. La superación de la contradicción debe llevarse a cabo a partir del pensamiento «dialéctico», cuyas fuentes están en Heráclito y en Platón. (Ferrater Mora, Diccionario de Filosofía)
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La necesidad de Angélica Santa Olaya por hacer poesía



Coordinador
Guillermo Carballo
La Otra Revista


La obra poética de esta amante de los versos cotidianos construidos a través de una absoluta sensibilidad tejidos entre una imaginación brillante y un talento notorio en cada poema. Nos obliga a explorar por medio de un juego de espejos (y versos), a través de una ventana hacia nuestro interior y exterior.

Consigue, esta poeta mexicana con sutileza y exactitud adentrarnos hacia nuestra memoria colectiva e íntima, trazando una empatía entre el lector y el autor, al convencer con una poesía universal, un vaivén de coincidencias, al ritmo de la verdad poética, acariciando las raíces de la identidad humana que bien vale la pena conocer y disfrutar.

AHÍ
Para: Teddy y Aarón

En la flor de cristal

que corta con sus pétalos
la piel del aire,

en la huella que dejó
sobre la playa
la lengua de Neptuno,

en el cielo que derrama
su aliento fantasmal
sobre los hombres,

en las calles cansadas
que detienen su paso
frente al llanto de un niño
y en la sonrisa abierta
a la migaja de la vida,

está la mano
que abre la puerta de todos los templos

la mano que echa a rodar por la cuesta
las piedras del silencio
y luego las reúne
en cualquier vado a la orilla del camino

ahí están todos
ahí estamos todos
tatuados en el sueño de la palabra
y en el adormecido filo
de una hoja prendida de la rama

lecho de antiguos arsenales
donde duerme la semilla

corchea de ala oscura
que despierta la voz de las retamas

guerrera que apunta la flecha de su canto
hacia el ojo del molino que no cesa de girar.


MI GENTE

Heno que abraza la rama
tu lengua de gamuza
urde precario ardid contra el abismo,
viste de terciopelo
los caminos flacos,
forraje de bestias,
alimento de ciegas barrigas,
piel de cactus que esconde blanduras
bajo correoso vestido de jade,
aburrida esperanza
que a veces se seca en los despeñaderos
de un discurso de huecos bolsillos
y desmedidas apetencias
de a dólar la promesa.


Y sí

tus labios son dulces
como el multiplicado
centro de los higos maduros

tuvo que pasar el vendaval
y derribar letanías
adheridas al fondo del océano

tuvimos que sacar los ojos a los peces
e injertar su mirada de 180 grados
en los poros abiertos del infierno

y todo para exprimir
una gota de mercurio al espejo
para dejar que la piel
hiciera lo suyoy se deslizara tibia
sobre los muslos abiertos de la tarde

y fue la certeza
de estar enredados en la grama
de tener en las manos
la saliva del sol
empapando los sentidos

abisales cuestas
poniéndonos bajo la lupa
que analiza a los insectos

sólo unos segundos de temblor
para saber a qué sabe la vida
y la vida está bien

y los bigotes distraídos del tigre están bien
y el aullido ausente de los perros está bien
y las muescas en los ladrillos están bien

eso era todo
eso fue todoy eso… es todo

nada más



LA MOSCA

Soy la única mosca
merodeando este silencio
me poso en la ajada piel
de una fuente solitaria
bebo un sorbo de sudor insomne
y sacudo de mis patas
los ajenos restos de esta tierra
mientras un hombre
de ojeras amargas
se asombra de mi sed.
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ANGÉLICA SANTA OLAYA nació en la ciudad de México. Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva por la ENEP Acatlán, UNAM. Egresada de la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM). Primer lugar en dos concursos de cuento breve e infantil en México (1981 y 2004). Segundo lugar en el V Certamen Internacional de Poesía "Victoria Siempre 2008" Argentina. Ha participado de encuentros literarios en México, Argentina, Brasil, Uruguay, Cuba y España. Publicaciones: Habitar el tiempo, Miro la tarde, El Sollozo, Dedos de agua y El lado oscuro del espejo. Publicada en las revistas Alforja, Navegaciones Zur, El Universo del Búho, Solar, Plan de los pájaros, Yuku Jeeka, Gaceta Literal, El puro cuento, Parteaguas, Carajo, Fórnix, Letras en rebeldía, Registro, Ritmo, AM y Panorama da Palavra así como también en más de una docena de antologías latino e iberoamericanas. Profesora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH. Forma parte del Círculo Internacional de Literatura Vanguardista LALUPE. Becaria del CONACYT (programa 2008-2010) para cursar la maestría en Historia y Etnohistoria.
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