martes, 31 de mayo de 2011

No a las Represas y Tendidos Eléctricos en la Patagonia

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Debemos estar unidos en esta lucha
para defender lo que por ley natural debería ser respetado,
las movilizaciones deben continuar.
La Sociedad de Escritores de Chile, dice
 ¡NO a las represas y a los tendidos en la Patagonia! *

* APORTE: Creación y Diagramación del Poeta Víctor Hugo Díaz.
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sábado, 28 de mayo de 2011

Concepción: Cristián Lagos reside en Poesía

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por Ingrid Odgers Toloza
Escritora y poeta



“…El vacío llena todo,
la vigilia se alimenta de ese lodo
y se pierden en los sueños la alegría.”
Cristián Lagos




Las apariciones de la virgen de Lúcuma
LA PROVOCACIÓN DE LA PALABRA

En LAS APARICIONES DE LA VIRGEN DE LÚCUMA, Cristián Lagos nos traslada a Arthur Rimbaud, que escribió: “me encanallo todo lo que puedo porque quiero ser poeta” (1). Encanallarse, para Rimbaud, significa no deberse a la sociedad, a costa de integrarse con una escritura subjetiva, insípida; significa llegar a lo desconocido alterando todos los sentidos. Significa quedarse solo, adentrarse en el camino individual. Encanallarse: lo contrario de la abyección, de la ignominia: ser noble, digno como condición esencial para ser poeta.

La palabra en este libro no es celebratoria, y es que el autor no es un poeta adánico; tampoco es un poeta que blasfema. Su escritura nos instala ante una estética de la provocación: un lenguaje poético que se aleja del purismo, de lo establecido, de la mirada conservadora, de los parámetros tradicionales de la creación poética. Tal vez por este motivo es un libro que atrae e inquieta desde el título, que no es un título vulgar. Los textos no contienen versos libres, comunes, no se alzan sobre una plataforma de lugares habituales. Estamos ante la presencia de un poeta creativo, multifacético, poseedor de una voz diferente que se hace notar, reclama su lugar y lo hace con dignidad. Cristián no es un poeta adánico sino caínico (2), y como tal se rehúsa, a ser un Jeremías de bazar, de mercado, un torpe Orfeo o un Caín depreciado y en oferta. Considera en el interior de todo, una gran carcajada. De ahí su ánimo y la utilización de los signos como un escalpelo. Quizás por eso viene esta frase de Henri Barbusse (3): «No hay más infierno que el furor de vivir». La vida es un infierno pero qué paradoja es a la vez motivo de risa, de burla, el ser es contradictorio, ambiguo, desconfiado e indigno de fe. El hombre vive en una sociedad lacerante, incomprensible. El artista está solo. El poeta se aferra a la palabra para sobrevivir en el medio hostil que ahoga, oprime, sobrevivir, escapar de la muerte ante un poder que permanece incólume, insensible a las necesidades de los individuos. El creador, debe entonces posarse “en la copa de los árboles”, desnudo y solo acercarse al infinito e interrogar, cuestionar, meditar los acontecimientos en busca de una verdad inexistente o alcanzar lo desconocido..
Como poeta caínico, en la poesía Cristián se ilumina, se sabe, se mira caminar. ¿Podría saber otra cosa más que saberse caminar dentro y fuera de sí?: «Quien profundiza el verso —dijo Blanchot (4)—, escapa del ser como certeza, encuentra la ausencia de los dioses, vive en la intimidad de esa ausencia [...] Quien profundiza el verso debe renunciar a todo ídolo, debe romper con todo, no tener la verdad por horizonte ni el futuro por morada, porque de ningún modo tiene derecho a la esperanza: al contrario, debe desesperar. Quien profundiza el verso, muere, encuentra su muerte como abismo». La palabra poética le revela que su nombre es orfandad y su apellido deseo, que él es un «relámpago entre dos abismos», que la esencia del ser es el naufragio, que vivir no es confusión sino intemperie, que la conciencia de un quebranto total significa iniciarse en una iluminación apocalíptica, que la palabra lo deporta de sí y que tal desarraigo es el más fiero de todos los que existen.
El hombre alza muros, alrededor suyo, muros a la medida de su cobardía. Erige ídolos y se transforma en su esclavo. Delimita su área de acción por el temor a derrumbarse en sí mismo. Tiene miedo del Infinito, no soporta la intemperie. Por otra parte, el sustento de los poetas adánicos es el amor (2). El amor hace ritmar al hombre con el ritmo de la escritura cósmica. El poema, gemelo del universo, es entonces una especie de plaza erótica-musical donde todos comulgan con el Todo. La muerte no existe. Y el amor, ese diálogo de las almas universales, es el hálito cinético de la fraternidad universal. El erotismo es la esencia del poema.
El poeta caínico, en cambio, está condenado a habitar en el castillo de su deriva: «La inseguridad, la incertidumbre, la desconfianza son las únicas verdades. Hay que aferrarse a ellas». Y Cristián lo sabe. En esta paradoja reside tal vez su dignidad, su pureza, y esa tragedia ambigua que lo hace verse a sí mismo como el objeto más risible del planeta. Expresa:
“De todos modos a nadie le importa
si soy un todo,
la mitad de un vacío,
ni menos las manifestaciones sociales
de mi ser.
Cabalgo absolutamente calvo
sobre la copas de los árboles.”

Calvo, desnudo, caminando en las nubes, cerca del cielo, elevándose para alcanzar la plenitud poética. Hay algo idealizado: lo que no se posee. Ni la belleza de una estética gozosa, yo diría transparente, ni la luminosidad del territorio, limitado por la carencia de los sujetos. Nos dice:
“Las mañanas nacen sucias y grisáceas
desde úteros matrices desteñidos,
la pobreza nos golpeó  fuerte en la cara”
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A su vez, estos textos nos recuerdan a la poesía Beat, las voces de los poetas de una generación golpeada, frustrada, humillada, la generación beat, tal como la acuñó Jack Kerouac, irrumpen a mediados de los años 1950 y quiebran la cristalería de las buenas conciencias. Son los cultores de la contracultura, la revuelta. Estos jóvenes iracundos -Kerouac, Allen Ginsberg, Gregory Corso, Lawrence Ferlinghetti (5)- se inscriben en la literatura con un lenguaje crudo, urbano: el de la oralidad, la errancia, la provocación, la ironía.
Ferlinghetti (6), el último poeta beat, como todos los que pertenecieron a su movimiento, escribe del mundo que le rodea, pero con la mirada crítica y del desencanto, sobre el mundo en general, pero sobre todo sobre la política y la sociedad en que vive, el “sueño americano” se desmorona entre sus estrofas. En el caso de Cristian, se desmorona en sus versos la justicia, la solidaridad, el tráfago espantoso de la indiferencia, la contradicción del ser, constatamos que el autor no elude la mirada social, la protesta ante un sistema que desencanta y que destruye sin piedad. Escribe: /“….y un ángel de papel sobre la nada/vestido como yo, digo, de luto /con frío, es decir, cero absoluto /con lagrima ¿Tal vez una cascada? / y en medio junto al pecho una granada”

Por último, ¿cómo no relacionar el trabajo poético de Cristián con el iniciador de la poesía contemporánea, Charles Baudelaire?. Baudelaire (7) dotó  la creación literaria de una aureola decadentista, voluptuosa, mórbida, porque en verdad lo estaba sacrificando ante otro descubrimiento: la urbe moderna como insigne protagonista del hecho poético. Baudelaire, dignifica la lucidez, el escepticismo, la conciencia de una feroz introspección y de una ironía que lo mueven a desafiar a la ciudad, al monstruo mítico, bajo la divisa de convertir en caudal de riquezas (en poesía) el fango que ella le ha dado. La ciudad, ha desplazado a la mujer, al objeto del amor, y así se mantendrá en los otros dos grandes reformadores: Rimbaud y Whitman. Para el primero, la urbe simboliza el caos, la necesidad de renovación, de “cambiar la vida” en aras de una libertad individual que permita al poeta elevarse al infinito. Para Rimbaud la ciudad era la decadencia, el capitalismo caduco; para Whitman era el origen, la pujanza del imperialismo naciente. Y así, por el sendero del caos, por una parte, y de la euforia, por la otra, entramos en la poesía contemporánea y en una aparente desvalorización del amor como forma de salvación literaria y espiritual. La única salvación posible descansa en la Palabra.
“Río, veo
bolsa de basura
con contenido humano,
animales de bronce
difuntos parlantes
Y a callar de nuevo – que te cuesta-…”

Lo sagrado, lo profano no están ausentes en La virgen de Lúcuma, como tampoco lo están el amor descreído, la pérdida de fe. Con gran manejo del lenguaje poético, una multiplicidad de metáforas e imágenes y una mirada reflexiva sobre el paisaje interior, los acontecimientos y su entorno, Las apariciones de la Virgen de Lúcuma nos revelan la figura y obra de un poeta joven, de un poeta de avanzada. Al adentrarse en la vorágine de su verso y prosa los lectores tendrán que corroborar esta apreciación con la lectura y relectura de la obra del poeta Cristián Lagos.
“Acuérdate, acuérdate
que te crecieron sapos en el cabello
y que con dos cafés
sacabas a bailar al arquitecto universal,..”


Notas:
(1) “Cartas del vidente”, la parte no-poeta de Rimbaund no estaba preparada para digerir el éxito. Le escribe a Georges Izambard,- lo que hago es encanallarme todo lo posible – ¿Por que? Quiero ser poeta y me esfuerzo por hacerme vidente”.
(2) Felipe Vásquez – Notas sobre dos mitos líricos.
(3) Jean Sanitas, Paul Markides, Pascal Rabaté: Barbusse, La passion d'une vie, Editions Valmont, 1996
(4) Cesar Antonio Molina – “El exilio de la verdad”, Cuadernos hispanoamericanos 1997
(5) Lawrence Ferlinghetti, último poeta vivo de la generación Beat, escribió entre otras obras, el poema “Cristo se bajó”
(6) Beat malditos –  Nueva “Antología poética de Pierre Reverdy” de Monte Avila Editores y traducidos por el poeta Silva Estrada”. Algunos pequeños textos (las citas) son de: “Jinetes ocultos” de Editorial .Fuentearnera”)
(7) El aire y los sueños- Gastón Bachelard - Traducción de Ernestina de Champourcin, 2º  edición, 1993. Editorial: Fondo de Cultura Económica.


Cristián Lagos Troncoso, escritor nacido en Hualpén, Chile. Obtiene la Licenciatura en Educación con Mención en Filosofía. Ha participado en numerosos encuentros de poesía en la región y en el país (Descentralización Poética, CC Balmaceda de Santiago, Orillando el Bio Bio de Hualpén, Poesía de la Diversidad, Universidad de Concepción; Chile + Cultura, del Consejo de la Cultura). Recibe el segundo lugar en el Concurso de Microcuentos organizado por la UBB. Tiene diversas publicaciones en revistas (El Río Suena, Artemisa) y otras publicaciones digitales (Ala Décima, Cuba; Revista Digital Periferia, etc.). Edita el boletín literario Nicotina. Articula con un colectivo de artistas la propuesta artística “La Trípode del Sueño Ingrato”, interacción de poesía, música, teatro, audiovisual y otras disciplinas. Últimamente desarrolla una propuesta de intervención poética con su personaje Condemarzo. Se desempeña como Director del Centro Cultural Artefacto. Ha publicado su primer libro de poemas, “Las Apariciones de la Virgen de Lúcuma”  en ediciones aPulso. El año 2011 publica con ediciones La silla “Seis Relatos para agarrarle el culo a la muerte.
Presenta diversos escritos en narrativa, lírica y ensayo y tiene en preparación un libro con obras de teatro.
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lunes, 23 de mayo de 2011

Jóvenes Poetas chilenos: Emersson Pérez

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Rojas; Arcipreste, Chulo y Orfeo
                                      
                                  La burla que oyeres non la tengas en vil;  

Bajo la lengua se esconde el silencio
Bajo los labios gruesos,     un silencio
lubrico y descarado
Bajo los pétalos de vaginas en flor                                  
                              y clítoris como estigmas de rosas.  

Se escucha un zumbido fluvial
Llantos lascivos de tus letras
Profanador del templo y sus sacerdotisas
Bajas al otro mundo que se estremece en tu llegada
En una barca pagaras con versos y las monedas quedaran                                          
                                          para los tragos junto a Caronte. 

Te reclamara una diavolessa de tacos rojos
y bajaras gozoso al último de tus burdeles. 

* Poema Leído en el último homenaje en vida a Gonzalo Rojas
Plaza de Armas, 25 de Marzo. Colectivo Mal de Ojo 
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Añoranza 

Dos  niños juegan a tirar piedras
Y rebotan sobre  rieles inundados
la piedra  salta tres veces
y da con un metro inflable lleno de turistas.

En el agua  es posible ver algunos ratones de colores
antes de que un tipo los aleje con su clavado
desde un puente  cambio de andén.

El viento sopla fuerte
y un guardia persigue una sombrilla
mientras una señora
toma el mate en la escalera mecánica.

En mi menta el tubo fluorescente  es luz de sol y añoranzas.


Caída
 
Mis caídas no solo fueron horizontales
y mientras soltaba las garras de mis pies
de un astro hundido en la mar
que me mantenía colgado a la tierra
como un murciélago primoroso de centrar cabeza
fue ahí cuando estrellé en el pecho florido una dura flor
recuerdo que balamos como abejas por esa flor esquilada
mientras el torpe de Altazor
inflaba el paracaídas con sus emanaciones gaseosas
me invitó a volver al cielo
a buscar al Principito para comprar peyote
pero no
quedé acá mascando chicles de ternura /
                                                        por las orejas
hablando con burbujas rosadas de paraísos artificiales. 


Fragmentos de un espejo cóncavo

En mi vagón los espejos están hundidos
por la ventana grazna un pájaro
puedes mirar como cabalga el corazón
puedes oler como el nervio se crispa
y rebota como un láser ovalado
te fulmina, te lamina, te lacera.

Cuando llega el momento de mirar
propongo que es sublime
el problema
es donde se encuentra
aquel trozo con el cual me oyes
el problema es que todo está en mil pedazos
y no sé
cuál de todos es más hermoso.


Emersson Pérez 1982. Poeta y Gestor cultural, estudiante de Pedagogía en Lengua Castellana y Comunicación. Director y columnista de Revista Absenta, parte del grupo literario “Florerito Quebrado” con el cual publica “Poemario Indestructible” antología poética de la Editorial Gatopájaro. Escribe para diversos medios electrónicos. Actualmente, se desempeña como coordinador del Colectivo poético y de acción social Mal de Ojo, además participa en el evento internacional de jóvenes escritores TrasAndes en la ciudad de Mendoza y prepara el libro “Fragmentos de un espejo cóncavo”. 

Más acerca del Poeta:
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domingo, 22 de mayo de 2011

Concepción: Carolina Alejandra Torres Cartes

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Tres de la mañana, martes doce

La Poésie
-mis queridos amigos– la petite Poésie
Requiere (como diría un cierto autor francés)
                            de encanallarse todo lo posible
Por que es, aquí y ahora
Para juntar bríos
Como una taza bajo la lluvia.

La Poésie lo consume todo –señoras y señores- lo contiene todo
Es la realidad libre
Desnuda y de lengua desatada
Pérfido animal salvaje
Incontenible oleaje circular
Que revuelve los sesos
Mareando al que la enfrenta

Es la destinada a caer como bala
Sobre algún ojo distraído
Desperfilando la imagen primera
Creando paisajes irrepetibles
Que duran un segundo
Y estallan.

No existe principio para una letra ardiente
Es un anillo constante
Un ocurrir a ojos abiertos
Un Dionisio a carcajadas y un Apolo blanquecino
Jugando póker
Como si nada.

El no entender, perder caminos
El hambre y frío de cada día
Un desdeñar la vida a sus espaldas
Y un éxtasis completo al roce de sus labios

Esto es poesía: quien la probó  lo sabe.


Lunes ocho, cuatro AM
A la muestra fotográfica
“Disenchanted playroom”
de Wolfram Hahn

De todo lo que está bajo el cielo
(Tazón de leche, cereales derramados, cuchara lunar)
De todo lo que se llama a si mismo MANIFESTADO
Hay algunos puntos observables y olfatibles
Que destacan por motivos no descritos e inexplicables
Sobre el tapiz terreno
Y cuando a veces, uno se fuma 200 porros
(Suena una campana desde muy lejos)
O trescientos, o quinientos
La mirada queda atrapada, por alguno de esos puntos
Con el ardor de la llave sobre la cerradura
Busco y encuentro (dos puntos)
Un animal trepa la higuera
He aquí la cola de un gato
Y miau miau dice el gato
Y yo lo sigo tiempo abajo
Caminando con las manos
En una reversa cámara lenta
Barriendo el piso con el pelo
El espacio se trasforma
Se repliega sobre si mismo
Engulléndose enfurecido
Los ojos secos avisan el pestañeo
Y baja el parpado
Y sube el parpado
Una cámara frente a mí
Wolfram Hahn
Una foto.
Y baja el parpado
Y sube el parpado
Estoy de pie junto a la higuera
Enfrente: la casa desierta.
De todo lo que está bajo el cielo
(Cola fría, escarcha gris, papel azul)
De todo lo que se llama a si mismo INMANIFESTADO
Hay algunos puntos observables y olfatibles
Que destacan por motivos no descritos e inexplicables
Sobre el tapiz terreno.


 El oficio 

En este asunto específico, el tema que nos convoca
No hay necesidad de valentía
O de trasformaciones sociales

El oficio consiste más bien
En sintonizar correctamente
La radio mística implantada en el pecho abierto
Que han llamado POESIA algunos hombres;
Pronunciando ESA-ESE con desidia
Escupiendo en los principios
Abriendo bien la boca a las finales
Pero sin saber que hacen
O a quien llaman

Ni la valentía ni las transformaciones sociales
He dicho
Que tengo miedo, sufro de vértigo
Tanto como ayer y nunca menos
Soy la niña bajo la oscuridad absoluta
En espera del cataclismo nuclear anunciado 

Bajo las sábanas, sobre los colchones
Bajo el cielo negro, sobre la tierra de mi nacimiento
Yo jugaba a crear objetos.
Como esa casa blanca y ese lago que humedecía arenas intocables
Frutos del miedo a la noche y a las formas monstruosas.

Nosotros, los incompletos
Los desdibujados en el orbe
Los que perdemos la vida por cada letra
Y la vez, como si fuera poco
Ganamos un paraíso momentáneo verso a verso

Nosotros, los abandonados
No hemos alimentado a nadie
No hemos cambiado el mundo
Se han blandido espadas, eso es cierto
De modo ornamental
Nuestras cuchillas carecen de filo y son de palo.

El asunto, el tema que nos convoca
Consiste más bien en un juego de niños
Por eso a veces lloramos y destrozamos objetos
Para al menos conciliar el sueño
Un rato.


La cura 

Si cada centímetro cúbico de mi odio, pudiera convertirse en solo
                                                                              .................UN granito de arena
El universo seria playa bañada por la alegría vuestra
Construiríamos nuevas costas de pacífico y de atlántico.

Cuando camino por las oscuras calles
Con la mirada más cabrona nunca antes parida por mujer alguna
Los transeúntes pueden oír a kilómetros cada pisada mía
Peso más que un rinoceronte
Peso unas cien mil toneladas

Tengo olor a campo de concentración nazi
A fuerza armada revolucionaria colombiana
A guerra civil española
A Irak
A Darfur
A banderita chilena banderita tricolo-or chamuscada sobre
                                                                           .........la moneda del 73

Dejo la biblioteca hedionda a guerra antigua,
A batalla contra los bárbaros
Contra los chinos
Contra los indios
Contra los negros
Contra usted, mijita linda, que lee con sus lentes de marco grueso

El concepción pañuelo, ya no puede contener, el hoyo negro
                                                                                supermasivo de rabia

Que me chorrea por las narices, como en día de resfrío
y sin plata para un antigripal caliente

Cuando llueve así -precisamente como hoy-
Soy mucho peor que el chacal de nahueltoro
Derribo edificios como enemigo de power ranger
Y ni Zordon podría detenerme si tuviera brazos o piernas
Y no fuera solo una cabeza Gigante - parlante
Soy de aquellos que vienen de otras galaxias a tirar rayos láser
                                                                               .........a los niños buenos

Si no fuera por los audífonos, que en este preciso momento
                                                                        ........    .......me detienen
Iría directo a robar una B16

Luego treparía sobre la catedral a matar moros
Y si no fueran moros poco importa
Por que verdaderamente, yo no discrimino

Una mosca posa sus múltiples patas sobre mi cabeza
Hoy no escribo
Y suena The cure en la radio horizonte.


Y salirse con la suya 

No debo decir que te quiero, en un poema
El hacerlo, iría en contra de todo lo bueno, bello o digno de alabanza
Que puede caber en un papel.
Puedo dar muchas vueltas
Y hacer distintas señas

Puedo describir tu cuerpo
Desnudarte y cubrirte de grafemas
Puedo hablar de tus manos, de tus pies, de tus ojos
Del miembro viril que ostentas entre las piernas,
de tus orejas, de tus agujeros nasales

Puedo escribirte de adentro hacia fuera
Más no puedo decir que te quiero
Al menos no en un poema.

Se espera de mí una cosa diferente,
Un derrame de creatividad magistral
Que deje bien parados a los escritores muertos, vivos y pre-vivos

Corro el riesgo mortal
De ser apuntada con el dedo
Y que se me requiera en la corte de las letras
Por parte de un jurado inquisitivo

De pipa y boina
“críticos”
“criticones”
Con aspecto de sorpresa ingrata.
Por esa razón y muchas otras
Para no ser tildada de inconsciente, de escritor de plaza publica
De señora peliteñida lectora implacable de poesía rosa
Y de mamarracho baboso
No diré cuanto te quiero, Pablo
Al menos no, en un poema.


CAROLINA ALEJANDRA TORRES CARTES, Concepción, 1986. Alumna de Derecho de la Universidad Católica de la S. Concepción, su obra poética y narrativa figura en la Antología Ante Lucem del Taller de Literatura de la escritora y profesora Ingrid Odgers Toloza, Balmaceda Arte Joven 2010.
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viernes, 20 de mayo de 2011

Selectos de “Recados de un Poeta Menor”. Inédito de Omar CID




POBRECITO DECADENTE

Porque no tuviste el coraje de Roque Dalton
soñabas con escribir a lo Ezra Pound
y recibir becas

Barcelona  París  Boston
para beber Whisky
hasta la hora del carajo.

Porque pululabas por providencia
Con aire upeliento*
pero no te daba el cuero
para ser Roque Dalton

Te refugiaste en los microcuentos
En tus ojos azules de Dandy
En los talleres de Mariana Callejas**
En las tertulias del mecenas de turno
En tu apellido

En la embajada más conveniente
En las arengas del Chile-antifascista
Porque la novela eras tu mismo
Te transformaste en un vendedor viajero.

* Calificativo con que se conocía a los seguidores del gobierno de la Unidad Popular en el Chile de 1970.
** Agente de la DINA, escritora,  tuvo un taller literario por el que se formaron diversos escritores, se le acusa entre otras cosas del asesinato del General Carlos Prat, en Argentina.


LOS POETAS

Los poetas
Como las palomas son atraídos
por la Biblioteca Nacional.
Los deudores se han tomado el Ministerio de Vivienda.
La fuerza pública bloquea / calle Serrano.
Los poetas desvían el tranco por San Francisco
                                                     en sentido sur.
Mientras los curiosos
esperan el desalojo.
El Neruda del canto general
Se abre paso en plena Alameda.
Los poetas sacuden sus alas
e ingresan al monasterio de los libros.
La poesía se mira al espejo en la sala Alonso de Ercilla
Los deudores han sido desalojados;
Indica la prensa local.
Calle Serrano ha vuelto a la normalidad, según
la guardia de turno.
Los poetas se pierden en la sala José Toribio Merino.
La poesía sigue acurrucada
en los espejos
de la sala de lectura.  


ARTE POÉTICA
A Gonzalo Contreras el otro

Tarde o temprano
la trama nos traiciona
y el oficio queda trunco
boquiabierto ante la realidad blasfema.

Las palabras fundamentalmente
pierden peso.
Como una nota de jazz en falso
o un pase a ciegas
hecho sin fe
a un corazón atosigado
en su propio juego. 


CALLE MORGUE

Los poetas de Balmaceda juegan entre el ombligo y la angustia.
Escriben para el lector del Barrio Bellavista
o para el mentor literario ubicado en el número 1215
También lo hacen para la crespa apasionada que bebe ron
                                                                       rica la crespa.
Me gusta el ron
                  el bellavista
También me gusta escribir poesía sentado o parado da lo mismo
                                en un cuaderno de cuadritos negros o azules
                                                                                       tapa dura.
No me calienta escribir para la crespa 
                                    ni para el maricón con ánimo de mecenas.
Escribo con los pies en el barro
y las manos con sangre
Soy Jack el destripador
y los demás habitantes de la calle morgue.


OCASO DEL SALMISTA

Ya no canta sus versos el salmista,
los ríos torrentosos,
se han vuelto un desierto permanente
donde su pluma se disuelve en sal y arena
Porque ay del que canturrea a la cruz
sin perder una gota de sangre
y  muere sin morir un millar de veces
para gloria y goce de su santidad
                                              el editor.

Omar Cid. Escritor y crítico literario. Psicopedagogo. Editor de Cultura de Crónica Digital.  Ha publicado. “Puro Chile Suciedad Democrática”, 2008 y “Cartas de un sobreviviente a un renegado de la U.P., 2010”.
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lunes, 16 de mayo de 2011

Selección de poemas de Rodrigo Jara Reyes

 de “BARRIO HONDO”, Libro inédito, 2006


LAS MUJERES DE CALLE BALMACEDA
(A mi abuela, que vivió cien años)

Las niñas de Balmaceda no arrullan muñecas Barby
no promocionan pañales de papel
ni van a la catedral los sábados
a compartir la hostia de los ricos
Las niñas de Balmaceda mecen a sus hermanos
tejen coronas con ramas de sauce
y son inmensamente felices
tanto que se olvidan del hambre y del olvido
Las muchachas de Balmaceda se casan en abril
con hombres que conocieron en marzo
hombres de manos ásperas
que las doblan en edad y en tristeza
Las mujeres de Balmaceda crían hijos en el polvo
y para el polvo
crían los suyos
los de otras
y los lanzan al mundo como plumas al río
                                         /que va a ninguna parte
Las mujeres de Balmaceda aman a hombres de piedra
aman como van al mercado           en bicicleta
y luego envejecen alrededor del brasero
cebando mates al anochecer
mates que humedecen e iluminan
las historias simples de la cuadra
Las mujeres de Balmaceda no conocen los espejos
se peinan con esqueletos de pescado
y lloran   lloran    lloran
para que sus lágrimas renueven los surcos
                                                /resecos de la cara
Las mujeres de Balmaceda no saben de letras
de  filosofía ni de liberación
se queman las pestañas zurciendo calcetines
son especialistas en química de ollas
y Mesías para repartir un plato vacío
entre veinte chiquillos hambrientos


LAS CALLES

1)
Las calles dejaron su antigua morada
su inocencia de polvo y pies descalzos
Abortaron sus alamedas y sus plazas de tierra
donde los enamorados se amaban mirándose
                                                    /a los ojos verdes
no de hambre sino de gozo
Ahora se maquillan como putas viejas
se adornan con semáforos y otras joyas de neón
Ahora los perros orinan sin ganas el cemento
y la lluvia mezquina
no llega a la raíz del mundo

2)
Las calles recogen pasos que pesan y brillan
pasos con la codicia de oficinistas
y sus desmesurados sueños de grandeza
Pasos que pisan a los débiles
a las mujeres solas en casas solas
a los ancianos del abandono
Pasos que delatan a pobres asaltantes
de poca monta
buscadores de tesoros o lo que fuere
Pasos que olvidaron las fugaces calles
terrosas de infancia
la ternura materna en los primeros años
Pasos sin brújula
sin la bulla alegre del clandestino
sin la putita que todos amamos
y hundimos al río oscuro del olvido

3)
Territorio de feriantes
pozo que ahoga los sueños de la tribu
frontera que cierra el paso al soñador de La Mancha
olvido que borra a la usurera y al joven estudiante
Acaso la bella durmiente sea una niña muerta
que nadie besa por temor al contagio
Acaso la Cenicienta quiso vender su inocencia
a las caravanas de mercaderes que asolan los pueblos
  

LA TARDE DEL CLÁSICO

1)
Esa tarde se hincha hacia los costados
es brisa que sopla semanas antes
por las esquinas
Voces de vecinos que murmuran y apuestan
los últimos pesos del día
El clásico es marea que inunda con sus nobles
banderas de antaño
es horda maldita para los reaccionarios
y bálsamo para los rebeldes
Aparecen las manos callosas de los fundadores
con sus machetes de tiempo
Nos recuerdan los orígenes en la barbarie
de campos iletrados
Muy hondo en la memoria
los fantasmas de los primeros niños
continúan pateando pelotas de trapo
Acaso descalzos
disfrazados de inocencia
quieren burlar a la muerte insobornable

2)
La tarde que no se olvida es la del clásico
un domingo que bulle en cancha del Quintas
Flamean las banderas del este y del oeste
Vuelan insultos de galería a galería
El hambre      las   traiciones    borracheras
amigos     amores
todo estalla y da bote
y tranca        y corre        y suda
El viento teje remolinos sobre el suelo terroso
y la tarde se arrebola en los ojos
en las gargantas resecas
en las amistades retorcidas por los vaivenes del marcador
y por los ánimos revueltos y esparcidos
en el campo de de mil una batallas
  
3)
Horas desangradas del crepúsculo
los contrincantes a las manos
a los pies
pero los más a las copas
Hordas de sedientos asaltan cervecerías
barcitos y sartenes de sopaipillas
La vecina del Pata de gallo
vende el boliche entero
La cerveza anega calles cubiertas de papel picado
Los muchachos cantan hasta el amanecer
himnos a los héroes de batallas olvidadas
gestas que ni los viejos más lúcidos recuerdan
Los policías beben en sus gorras de servicio
acaso disfrutan y no se atreven
a estropear la fugaz alegría de un barrio triste


NOSOTROS LOS PEORES

Los que aplanamos calles jugando a la pelota
y fuimos amigos a morir
los que rompíamos vidrios a los vecinos cuicos
y espiábamos a las muchachas púdicas
los que instauramos la competencia de pajas
premio a quien escupe más lejos
Nosotros          los cómplices
los que luchamos contra el código
y sus dragones custodios
los que hicimos de la noche nuestra aliada
en contra del demonio de la virtud
Nosotros          los peores
los que sembramos las calles de bellas
barricadas sin rostro
los que vomitamos nuestra adolescencia
como tiros o flores de pólvora y acero
Nosotros      los peores
los que amamos la libertad extrema
nos quitamos la niñez como pijama sucio
y ahora somos hombres de bien
La vida nos ganó la mano
sacó los triunfos de la manga
y aquí estamos         
peinando huevos
de porteros en algún motel de lujo
emperifollados y viejos
nos latean las trifulcas de los estudiantes
y la rebeldía de los hijos
nos escupe a la cara nuestros mejores años


EL HOMBRECITO SIN NOMBRE

El tonto Alejo nunca estuvo aquí
no existió su rostro anónimo
ni el sombrero doblado por la lluvia
ni su barba a medio pelar
ni esos ojillos como uvas atascadas
al cuello de un embudo
Soñé que una madre sin rostro lo abandonó
a crecer como planta silvestre
prendada al terruño de la casa grande
Nunca encendió braceros al amanecer
ni lustró zapatos desagradecidos
ni cargó las carretas del agravio
ni cepilló los caballos
ni a los caballeros dueños de los caballos
El tonto alejo no tenía nombre
ni siquiera su cara enrojecida por el agua ardiente
y por cierta vergüenza de estar vivo
le perteneció
Ni siquiera la muerte cirrótica
ni el funeral vacío
ni la familia postiza y ausente
ni la lluvia que imitó a las lágrimas
reconocieron su cara


RODRIGO JARA REYES. Talca,Chile. Hizo estudios superiores en la Universidad de Talca, donde obtuvo el título de Profesor de Estado. Publica los libros de poemas En los caudales de la memoria, 1997; De la memoria al fénix, 2000 y Dos sur y otros poemas, 2003. Además, publica cuentos, artículos y ensayos en revistas nacionales e internacionales. Trabaja en el equipo editor de Iridec, en donde construye y corrige libros de capacitación a distancia. En el año 2006, auto-publica el libro de cuentos El extravío y otros relatos. Es recogido en las antologías Travesía por el río de las nieblas, 2000, Faluchos, treinta poetas maulinos, 2003; El lugar de la memoria, 2007. Mantiene dos libros inéditos de poesía (Piedra erótica y Barrio hondo), un volumen de cuentos (Hombres de niebla) y una novela breve (El lector perfecto).
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