martes, 30 de junio de 2009

Golpe de Estado

(O el antídoto, contra el virus de las asambleas constituyentes)

por Omar Cid
Centro Estudios Francisco Bilbao

Mientras el derecho internacional experimenta una evolución, desde el reconocimiento de los derechos individuales a los sociales y políticos, mientras el mundo genera una institucionalidad como la Corte Penal Internacional y toma conciencia de la devastación del ecosistema.
Entre gallos y media noche, un presidente democráticamente elegido, por el sólo hecho de convocar a una consulta ciudadana no vinculante, ha sido derrocado con la fórmula trasnochada de la sedición militar.
El presidente Manuel Zelaya, fue sacado de su casa, separado de su familia y expulsado de su país en horas de la madrugada del día domingo, ante la incredulidad de los veedores internacionales, convocados para ser testigos del proceso de consulta democrática en marcha.
La respuesta internacional no se hizo esperar, la OEA (con un Insulza timorato y dubitativo) abrió la cesión, el emisario venezolano interrumpió al Secretario General, para informar que en esos precisos momentos la Canciller de Honduras Patricia Rodas y los embajadores de Nicaragua, Cuba y Venezuela en el país en crisis, estaban siendo secuestrados. De ahí en adelante, sólo cabía una postura clara y concreta; restitución del orden institucional en Honduras y que el presidente Zelaya vuelva a su cargo, en el mismo sentido se han pronunciado organismos internacionales como: la ONU y la Unión Europea.
En Chile "La presidencia Pro Tempore de Unasur Michel Bachelet” rechazó enérgicamente el intento de golpe de Estado en Honduras y entregó su más pleno y decidido respaldo al gobierno Constitucional del Presidente de la República, José Manuel Zelaya (Agencia France Press 28/06/2009).
En tanto, la oposición de derecha en Chile, ha sacado una declaración contradictoria y despectiva, Carlos Larraín presidente de Renovación Nacional, manifestó su apoyo al rechazo de la Cancillería a la acción militar en Honduras, pero luego argumentó "a veces un golpe de Estado se justifica cuando en el orden del estado anterior de las cosas, la situación anterior era muy mala, por ejemplo como lo hizo don Ricardo Lagos, cuando las fuerzas armadas venezolanas tuvieron al presidente (de Venezuela, Hugo Chávez) fuera del cargo".(Diario La Tercera 28-06-2009)
Léase, señora presidenta o futuro presidente de Chile, si el golpe es contra Venezuela o cualquiera de sus aliados principales, bienvenido sea -y de pasada- restregó en el rostro del ex-presidente Ricardo lagos, una de sus decisiones más torpes, apoyar la intentona golpista de la derecha venezolana, contra el presidente Hugo Chávez.
Este discurso, ratifica lo que la mayoría de los chilenos ya saben, los grupos conservadores de nuestro país, luego de 36 años de haber propiciado un golpe de Estado no han aprendido nada del significado profundo de la democracia.
Aprendieron de sus equivocaciones, las naciones integrantes de la OEA, el gobierno norteamericano del presidente Obama, sin embargo la derecha patronal, militarista e integrista de Chile, luce con orgullo su sello golpista. En el programa Tolerancia Cero del domingo 28 de Junio, el panelista Juan Eichholz abogado y columnista del Diario de Agustín, argumentó -sin siquiera arrugarse- que el presidente Zelaya, jugó en el límite de lo permitido por la institucionalidad de su país, por tanto, el golpe de Estado era una medida coherente.
Tal como se escuchara en la sesión extraordinaria de la OEA, la historia vuelve a repetirse y los argumentos, por exquisitos que parezcan en bocas de algunos, producen los mismos efectos: persecución, temor, censura, y muerte.

Asambleas constituyentes un virus contagioso

Las constituciones elaboradas luego de largas dictaduras, estaban hechas a la medida de los sectores más privilegiados de América Latina, se trata de cuerpos legales restrictivos, excluyentes, defensores de la propiedad privada y de los negocios por sobre cualquier cosa.
Surge desde distintos lugares del continente la necesidad de innovarlas, es el presidente Hugo Chávez quien inaugura el procedimiento de las transformaciones en 1999, al promulgar la nueva constitución, Bolivia siguió los pasos transformando su cuerpo legal, al igual que Ecuador.
En Chile, la discusión sobre la constitución de 1980 se encuentra en las bases de la lucha contra la dictadura, su votación fraudulenta, sus postulados excluyentes y propagadores del modelo neo-liberal, la convierten en la principal herramienta jurídica, donde la derecha puede escudarse de los cambios que la sociedad chilena necesita.
¿Qué pasaría si la presidenta Bachelet, se atreviera a realizar una consulta nacional sobre la conveniencia o no de cambiar la constitución?
Sin lugar a dudas, la acusarían de colocarse al margen de la ley, recurrirían al tribunal constitucional, pedirían a la corte suprema su pronunciamiento con el fin de entorpecer el libre pronunciamiento del soberano.
Escucharíamos encendidos discursos en defensa de la institucionalidad, nos ahogarían con la teoría de los equilibrios, de la protección del modelo económico, porque cualquier alteración es sólo la vuelta atrás, a ese pasado de ácidos debates, con representaciones minoritarias que lo único que hacen es alentar la división social y levantar problemas que nadie quiere escuchar. Mejor sigamos acá, bajo la protección de un cuerpo legal ordenado y seguro, aquí el ciudadano común y corriente sabe que no tiene qué pito tocar y no se ilusiona, se dedica a trabajar a producir, para que el patrón esté contento y en un gesto de profunda equidad, reparta un bono de producción de diez mil pesos cada seis meses.
Pero si la opción es el riesgo, la tozudez, ya sabemos que uno de los caminos ofrecidos por la alianza de derecha, es la de volver a encontrarnos con el gran antídoto universal contra el sueño de una asamblea popular y constituyente. El Golpe de Estado.

domingo, 28 de junio de 2009

Poetas brasileños contemporáneos




Selección, traducción y notas
Leo Lobos




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HILDA HILST
“Somos iguales a la muerte. Ignorados y puros.
Y mucho después (cuando el cansancio brote de nuestras alas)
seremos pájaros blancos en procura de un Dios”
Hilda Hilst

XXII

No me busques ahí
donde los vivos visitan
a los llamados muertos.
Búscame
dentro de las grandes aguas
en las plazas
en el fuego corazón
entre caballos, perros,
en los arrozales, en el arroyo
o junto a los pájaros
o en el reflejo
de otro alguien,
subiendo un duro camino
Piedra, semilla, sal
pasos de la vida. Búscame ahí.
Viva.



TARSO DE MELO
“Los ojos, por encuanto, son la puerta del engaño;
dude de ellos, de los suyos, no de mí.
Ah, mi amigo, la especie humana lucha para
imponer al palpitante mundo un poco de rutina y
lógica, pero algo o alguien de todo hace grieta
para reírse de nosotros...”
João Guimarães Rosa

COSAS
reincorporo a la flor
la hoja que
reanimada se integra
deja el color donde reposa
la otra que la espera,
y así construye algo
un dibujo o una figura
exacta de algo
un dibujo o figura
vistas,
las cosas permanecen



HELENA ORTIZ
“Hora de luto, taciturno mirar del sol,
es el alma un extraño en la tierra.”
Georg Trakl

FRATERNAL
tres machos sin derecho a cópula
cagan tres veces al día
en un cautiverio moderno
recójase la mierda
baño y ración
Ralph, Mateus y Subcomandante
pastores pastoreando pajaritos
o como me gustan los animales
se atacan cercenando orejas
mordiendo saco lomo yugular
en medio de ladridos van tornando
roja la arena del combate
ahora están ahí lamiéndose
lamiéndose las heridas como hermanos



TANUSSI CARDOSO
“¿Para dónde estamos yendo?
Estamos yendo siempre para casa”
Raduan Nassar


DEL APRENDIZAJE DEL AIRE
Imaginemos el aire suelto en la atmósfera
el aire inexistente a la luz de los ojos
imaginemos el aire sin sentirlo
sin el sofocante olor de las abejas
el aire sin cortes sin fronteras
el aire sin el cielo
el aire del olvido
imaginémoslo fotografiado
fantasma sin textura
moldura inerte
cuadro de sugestiones y apariencias
imaginemos el aire paisaje blanco sin el poema
vacuo impregnado de Dios
el aire que sólo los ciegos ven
el aire el silencio de Bach
Imaginemos el amor
así



ESIO MACEDO RIBEIRO
“El arte tiene valor porque nos tira de aquí”
Bernardo Joares


EL POETA NUNCA DUERME
Nunca despierta
El velador
Ningún sonido
Ni bocinas
De agitación
De locura
El silencio sería sepulcral
Si no fuera por ese despierto,
Que vela el sueño del mundo.
Mi poesía no tiene dobles,
Compostura, no anda atrás de nadie.
Sólo es, sólo se mantiene mientras
El tiempo la hace viento
Sobre las hojas de papel



ROBERTO PIVA

STENAMINA BOAT
“Prepara tu esqueleto para el aire”
Federico García Lorca

Yo quería ser un ángel de Piero della Francesca
Beatriz apuñalada en un oscuro callejón
Dante tocando el piano en el crepúsculo
yo pienso en la vida reclamado soy por la contemplación
desconsolado miro el contorno de las cosas copulando en el caos
yo reclamo una leyenda instantánea para mi Mar Muerto
Tiempo y Espacio posan en mi antebrazo como un ídolo
hay un hueso cargando un dentadura
yo veo a Lautréamont en un sueño en las escaleras de Santa Cecilia
él me espera en la plaza de Arouche en el hombro de la estatua de un santo
hoy por la mañana los árboles estaban en coma
mi amor escupía brazas en el trasero de los locos
había tinteros medallas esqueletos vidriados copos dalias
.. ... . explotando en el culo ensangrentado de los huérfanos
niños visionarios arcángeles del suburbio entrañas en éxtasis alfileteados
.. ... . en los urinarios atómicos
mi locura alcanza la extensión de una alameda
los árboles lanzan panfletos contra el cielo gris




CLÁUDIO WILLER
“entonces es eso
cuando encontramos que vivimos extrañas experiencias
la vida como una película pasando
o chispas saltando de un núcleo
no propiamente la experiencia amorosa
no obstante aquello que la precede
y que es aire
concreción cargada de todo”
Cláudio Willer


ANOTACIONES PARA UN APOCALÍPSIS
I
La Fiera volverá, con su rostro de trenzas de plata, desnuda sobre el mundo. La Fiera volverá, metálica en la convulsión de las tempestades, musgosa como la noche de los jarrones de sangre, fría como el pánico de las arenas menstruadas y la ceguera fija contra un reloj antiguo. Un sueño asírio, es nuestra dimensión. Un cráneo amargo, velando con la inconstancia del sarcasmo en medio de emboscadas de insectos, un cráneo azul y surcado, a la ventana en los momentos de espera, un cráneo negro y fijo, separado de las manos que lo amparan por tubos y esfumando los bronquios de la memoria - así se solidificaran las vertiginosas jugadas sobre el barro divino. El incesto es una tempestad de lunas gelatinosas y la más bella aspiración de los miembros disociados. En cada órbita una avalancha de campanas fértiles y de arcángeles terrestres por la sombra. El incesto es el sueño de una matriz convulsiva y la más profunda ansia de las cigarras. Vulvas de cemento armado y urnas ensangrentadas, vaginas impasibles contra un cielo de veludo, guardianes de océanos imposibles. Millones de láminas sirven de puente para los deseos obscuros - la más afilada traba a nuestra Verdad.



HERBERT EMANUEL
“lo que traes en la piel
este alfabeto de árboles
segregado en sombras
esta palabra
sobrevolada por astros”
Herbert Emmanuel


RES
(Fragmento)
lo real con sus ranuras
de sueño y vidrio
sin sombras o señas de acceso
duro, seco, abstracto
olvidado de todo peso
vagando
en varias direcciones
lo real es un alerta
donde el juego
si descubierto
se expresa
en rostro, en sombra
en luz
en color
que el poeta
ahora lector
completa
lo real
con su insecto de luz
se abre en piedra
con su faro nos conduce
con su furia nos enreda
........................... lo real -¿crees?-

............... ....... ....res
............... ..... ......ist
............... ............e



CRISTIANE GRANDO
"Toda una galaxia ofuscada
por apenas uno de los vientos estelares
el brillo de una foto antigua
y el esmalte borrado en las uñas de una niña
explosión pálida en la distancia
memoria:
densos anillos de luz
casi palpables."
Cristiane Grando

¿cuánto silencio es preciso
para hacer un poema?
el silencio de la soledad y de las puertas
de la imaginación, del mundo
del viento, de las aguas y de los gatos
el silencio del blanco
mucho ruido para nada
silencio, silencio, el silencio
y algunas palabras


Presentación de poetas Seleccionados
Hilda Hilst (Jaú, Estado de São Paulo, Brasil el 21 de abril de 1930, murió en Campinas, Estado de São Paulo el día 4 de febrero de 2004). Poeta, narradora, dramaturga y cronista. Es autora de Presságio (1950), La obscena señora D (1982), Amavisse (1989), El cuaderno Rosa de Lory Lambi (1990), Fluxofloema (1970), Poemas malditos, gozosos e devotos (1984), Do desejo (1992), Cantares do sem nome e de partidas (1995) y Estar siendo. Haber sido (1997), entre muchos otros.
Tarso de Melo (Santo André, São Paulo, Brasil, 1976). Poeta, editó la revista Monturo (que contó con solo tres ediciones), en la actualidad, junto a Eduardo Sterzi, edita la revista de poesía Cacto. Autor de los libros de poemas: A lapso (1999), Deserto: 20 poemas (2001), y Um mundo só para cada par (2001) este en colaboración con Fabiano Calixto y Kleber Montovani, todos por la Alpharrabio Ediciones.
Helena Ortiz (Pelotas, Estado de Río Grande del Sur, Brasil, 1946). Poeta, narradora y periodista radicada en Río de Janeiro. Editora, gestora y creadora del periódico y la editora de poesía llamada: Panorama da Palabra. Helena Ortiz ha publicado cinco libros de poesía: Pedaço de Mim (1995), Margaridas (1997), Azul e Sem Sapatos (1997), Em Par (2001) y Sol Sobre o Dilúvio (2005). http://www.panoramadapalavra.com.br/
Tanussi Cardoso (Río de Janeiro, Brasil, 1946). Formado en periodismo (PUC/RJ) y derecho (Bennet), licenciado en inglés (BBC). Poeta, cuentista, crítico literario. Ha editado los libros Desintegración (1979); Boca maldita (1982), Viaje en torno de (2000); La medida del desierto y otro poemas (2003). Es miembro de la asociación de poetas del Estado de Río de Janeiro (APPERJ) y presidente del sindicato de los escritores del Estado de Río de Janeiro (SEERJ).
Ésio Macedo Ribeiro (Frutal, Estado de Minas Gerais, Brasil, 1963). Poeta, bibliófilo, traductor e intérprete (portugués-inglés), doctorado en letras por la Universidad de São Paulo. Realizó una investigación iconográfica para el libro: Oswald de Andrade Obra Incompleta. Publicó los libros de poesía: Y Lucifer da su beso (1993), y Mar de amor al mar (1998), Puntuación circense (2000) y el ensayo Juegos de palabras: la génesis de la poesía infantil de José Paulo Paes (1998).
Roberto Piva (São Paulo, Brasil, 1937). Este poema forma parte del libro Paranoia, publicado en 1963 por el editor Massao Ohno y reeditado el año 2000 por el Instituto Moreira Salles. Ambos con portada y fotografías del artista plástico brasileño Wesley Duke Lee. Recientemente reeditado por tercera vez en Roberto Piva, obras reunidas, volumen 1, Un extranjero en la legión por la editora Globo el 2005. Según el propio Roberto Piva:”Paranoia es una inmensa pesadilla. Transforme a São Paulo en una visión de alucinaciones. Aplique el método paranoico-crítico creado por Salvador Dalí: el paranoico se detiene en un detalle y transforma aquello en una explosión de colores, de temas, de poesía. Hice esto, mas apenas siguiendo la intuición y la inspiración.”
Cláudio Willer (São Paulo, Brasil, 1940). Poeta, ensayista y traductor. Ha publicado: Anotações para um Apocalipse, Massao Ohno Editor, 1964, poesía; Dias Circulares, Massao Ohno Editor, 1976, poesía; Os Cantos de Maldoror, de Lautréamont, 1ª edición Editora Vertente, 1970, 2ª edição Max Limonad, 1986, traducción y prefacio; Jardins da Provocação, Massao Ohno/Roswitha Kempf Editores, 1981, poesía; Escritos de Antonin Artaud, L&PM Editores, 1983 y sucesivas reediciones, selección, traducción, prefacio y notas; Uivo, Kaddish e outros poemas de Allen Ginsberg, L&PM Editores, 1984 y sucesivas reediciones, selección, traducción, prefacio y notas; nueva edición, corregida y aumentada, en 1999; edición de bolsillo, reducida, en el año 2.000; Crônicas da Comuna, colectiva sobre la Comuna de París, textos de Victor Hugo, Flaubert, Jules Vallés, Verlaine, Zola y otros, Editora Ensaio, 1992, traducción; Volta, narrativa en prosa, Iluminuras, 1996, segunda edición, 2002; Lautréamont - Obra Completa - Os Cantos de Maldoror, Poesias e Cartas, edición, prefacio y comentarios, Iluminuras, 1997; segunda edición en 2003.
Herbert Emanuel (Macapá, Estado de Amapá, Brasil, 1963). Poeta, formado en Filosofía por la Universidad Federal de Pará en 1987. Desde 1989, dicta las disciplinas de Filosofía de la Educación, en el antiguo Núcleo de la Universidad Federal de Pará, en Macapá. Diez años después, publicó su primer libro, titulado "Nada o casi un arte", con la presentación del poeta Carlos Nejar. En 1998, publicó, en colaboración con el artista plástico y mímico Jiddu Saldanha, Postales Poéticas. Publica también el año 2005 el libro de haikais "Del crepúsculo al otro día", con ilustraciones de Jiddu Saldanha. Algunos de sus poemas están incluidos en la Antología Poética Poesía del Gran-Pará, 2001, con selección y notas de Olga Savary.
Cristiane Grando (Cerquilho, Estado de São Paulo, Brasil, 1974). Poeta. Laureada UNESCO-Aschberg de Literatura 2002. Doctora en Literatura (USP, São Paulo) con pos-doctorado en Traducción (UNICAMP, Campinas, Brasil), sobre las obras y manuscritos de Hilda Hilst. Profesora de Lengua Portuguesa y Cultura Brasileña invitada por la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), República Dominicana, desde el 2007. Directora-fundadora del espacio cultural Jardim das Artes (Cerquilho-SP, Brasil, 2004) y del Centro Cultural Brasil – República Dominicana (Santo Domingo, 2009). Ha publicado los poemarios Caminantes (2003), Fluxus (2005) y Titã (2009).
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Presentación, traducción y selección
Leo Lobos. Santiago de Chile, 1966. Poeta, ensayista, traductor y artista visual. Laureado UNESCO - Aschberg de Literatura 2002. Ha publicado: Cartas de más abajo (1992) editado por la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y Arrayán editores, + poesía (1995) súper yo editores, ángeles eléctricos (1997) Luis Saldias editorial, Camino a Copa de Oro (1998) ediciones Pazific Zunami, Perdidos en La Habana y otros poemas (1999), Cielos (2000), Nueva York en un poeta (2001), Turbosílabas (2003)ediciones gato de papel que reúne sus escritos desde 1986 hasta el 2003, Devagar (2004), Un sin nombre (2005), Nieve (2006), Vía regia (2007) y No permitas que el paisaje este triste (2007). Como co-editor, junto al artista visual Rafael Insunza, publicó el libro homenaje al poeta chileno Pablo Neruda: Diez máskaras y un kapitán el año 1998, un homenaje al poeta universal de los artistas visuales Rafael Insunza, Jorge Cerezo, Rafael Gumucio, Sergio Amira y Claudio Correa con el patrocinio de la Fundación Pablo Neruda y la Universidad de Chile, ediciones Pazific Zunami. Ha sido invitado a leer y publicar sus poemas, ensayos, ilustraciones, fotografías y traducciones en medios culturales de Chile y otros países, ha sido traducido al inglés, portugués, holandés, francés y alemán. Ha realizado innumerables exposiciones individuales y colectivas, sus pinturas, ilustraciones, poemas visuales y dibujos forman parte de colecciones privadas en Francia, Brasil, México, Estados Unidos y Chile. Ha traducido al castellano a los poetas brasileños Hilda Hilst, Roberto Piva, Claudio Willer, José Geraldo Neres, Ademir Bacca, Claudio Daniel, Helena Ortiz, Adriana Zapparolli, Tarso de Melo entre otros. Leo Lobos realizó una residencia creativa en el Centre de Arte de Marnay Art Center CAMAC en la ciudad de Marnay-sur-Seine, Francia el año 2002-2003.
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miércoles, 24 de junio de 2009

El diario de Agustín



por Omar Cid

El diario de Agustín, es la excusa de un grupo de periodistas para abordar de manera general, el comportamiento de la prensa y de sus profesionales durante la dictadura, y de modo particular la conducta del diario El Mercurio en esos años.
Se trata de una investigación ágil, amena, bien documentada que tiene la virtud de aglutinar fuentes de diversos tipos para lograr establecer ciertos criterios generales a modo de conclusiones sobrecogedoras.
Se confirma de manera irrefutable que el decano de la prensa nacional, no sólo mintió, sino que prestó todo su capital, incluyendo el humano, para derrocar un gobierno democrático y legitimar las persecuciones y asesinatos bajo el manto de un supuesto plan que resultó ser una ilusión, un mito fundador de la cacería contra los partidos de izquierda denominado (Plan Z).
Desde otra mirada, los investigadores aportan un punto de inicio a una reflexión todavía escasa, se trata de las claves culturales instaladas discursivamente desde el régimen dictatorial, es decir, la genealogía del temor, del orden, la censura y auto-censura, el control y finalmente la disciplina, explicada en la actitud de los profesionales de la prensa, pero extensiva hoy a la sociedad en su conjunto.
Este texto abre las puertas, para entender ciertos aspectos que explican el secuestro discursivo en que se encuentra la sociedad chilena.
A modo de sugerencia metodológica, propongo al lector ver en primer lugar el documental del mismo nombre y luego confrontarse con el discurso escrito.
La insinuación se justifica en un prejuicio, el libro con todas las bondades que exhibe, tiene una debilidad, busca un interlocutor que por momentos no es la sociedad, sino otro periodista y esa búsqueda de afirmación tiende a cerrar códigos de comunicación en vez de abrirlos.
Sin embargo, es un trabajo que vale la pena conocer y desmenuzar, porque deja una gran interrogante y desafío para la ciudadanía ¿Qué acuerdos permiten sostener un medio, que jugó un rol tan decisivo en la permanencia de la dictadura, hoy, en democracia? ¿Por qué la concertación y otros sectores no se han jugado por democratizar la prensa en Chile? ¿Acaso la información no influye en la libertad de las conciencias?

El diario de Agustín
Cinco estudios de casos sobre El Mercurio y los derechos humanos (1973-1990). LOM Ediciones. 1ª Edición 2009, 380 pag.
Editora: Claudia Lagos. Paullette Dougnac, Elizabeth Harries, Claudio Salinas, Hans Stange, María José Vilches (investigadores).

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martes, 23 de junio de 2009

Los poetas YO-YO y las poetitas MI-MÍ o el ego con traje de vate


por Ricardo Gómez López

Cierto es que el acto de escribir poesía se inicia a partir del propio sujeto creador, como protagonista o hablante lírico; sabido también es que a algunos se les pasa la mano y en incontables ocasiones transforman sus escritos en esbozos totalmente autoreferentes, donde las palabras regalonas son: “yo”, “me”, “mí”, y el otro “mi”, así este sujeto yoísta deja de manifiesto que él -y nadie más que él-, es el centro del universo, tratando de hacernos creer que sus pensamientos, reflexiones, dolores, penurias, -derramadas en líneas, con forma de versos-, son lo que realmente nos debería interesar. Incluso a veces, en arrojo de creatividad nos abofetean con un nuevo y original descubrimiento de la pólvora. Ni hablar de aquellos escritos tapizados de lugares comunes y cursilerías.

A propósito: Un personaje que hacía tremendo esfuerzo en poesía, le preguntó a una poeta qué era eso de los lugares comunes (que por supuesto, en su "inconciencia lírica", le florecían como malezas en cada intento "versatil"). Buscando, encontramos un breve texto que responde a esa interrogante: LUGARES COMUNES: Flores / campo / sueño / mirada / luna / Todo fácil / imposible imaginar / su cuerpo pleno / transitable / imposible oír / del otro lado de la página / Imposible divisar al que huye / con la muerte bajo el brazo / Imposible caer en esos brazos / con la boca húmeda / y el cuerpo en llamas. (de Alicia Salinas)

Podríamos agregar: miles de estrellas, corazón pororom pompóm, te quiero te quiero, yo sin ti, muy, mucho, en cuerpo y alma, etc., amén de tiras y tiras de chorizos de frases hechas. ¿Sabrán acaso estos egos lo que es una metáfora, una imagen? ¿Habrán visto alguna vez correr libre por el potrero de la imaginería a esa imprescindible manada de tropos que debería pastar en sus poemas?.
Otro caso digno de mencionar es el de un seudo vate que recurrió a una poeta, para que le revisara sus textos: Ella, después de darle una hojeada le respondió; -tienes que trabajar mejor tus silencios. Por supuesto que el aludido no se dio por idem y se fue a su casa cabeceándose por tratar de entender aquello… Verdaderamente la digna poeta, no le quiso decir otra cosa más explícita que trabajara bastante sus silencios hasta hacer callar todo intento de poesía.
Bueno; señoras y señores, esto se está pareciendo a un taller literario y no es la intención. Mis disculpas por este exabrupto casi académico.

Retomo mis capciosos comentarios sobre los poetos yo-yo y las poetitas mi-mí, quienes, después de escribir un manojo de textículos con ese tenor personalista, solicitan ($$$) un prólogo que reafirme su “raigambre poética”, luego se encaminan ufanos a editoriales y, aterrizando de cúbito dorsal, después de darse algunos cabezazos contra las casas editoriales al recibir unas cuantas docenas de nones, en una actitud de franca rebeldía, se levantan y corren raudos a la imprenta para inmortalizar sus (s)obras completas, repletas de verborrea egocentrista.
Ya con su reluciente libro en la mano, y una sonrisa de Premio Nacional rubricada en el rostro, se encaminan a las librerías con la plena convicción de distribuir sus libracos para que reluzcan en las vitrinas y compitan con el Best Seller de turno... “Déjenos uno solamente...” ¡plop!.

En fin, con cuatrocientos noventa y nueve libros bajo el brazo, comienza la distribución a granel, esta vez, métale mandárselos a las vacas sagradas, santos de su devoción, enemigos satánicos, diarios morbosos, revistas literarias, oficinistas, cuidadores de autos... ad infinitum.

Pero ya está hecho: es un poeta con libro publicado; hasta se puede jactar de ser un proyecto de Neruda o Mistral. -Es cosa de tiempo. Claro que después de algunos años de ver que no pasa ná, vomita algunos sabios comentarios, asaz filosóficos; -Es pura envidia, le dan espacio sólo a sus compadres, si uno no pertenece a su partido no te pescan... Lo envía a concursos, pero según él; -ya están arreglados de antemano... y despotricaciones por el estilo. Porque siempre el cojo le hecha la culpa al empedrado.

En varias oportunidades, a algunos de estos personajes -que creen que porque escriben para abajo están haciendo poesía-, pregunté: ¿A quién lees?, ¿cuál es tu poeta favorito?... Respuesta: Yo no leo, para no influenciarme... (sin cometarios).

Sucede... y no porque no existe una universidad o academia que otorgue título de escritor o poeta (¡menos mal!). Cualquier astuto o cándido, con el facilismo que caracteriza a los caraduras, se autodenomina escritor o poeta; es cosa de recibir su tarjeta de visita, donde abajito de su nombre aparece el mentado “título” o cuando firman cualquier carta, e-mail, solicitud, currículo, allí emerge desde la inocente palidez del papel, brillante y reluciente el rótulo: Poeta o Escritor... según la categoría ambicionada, soñada o manoseada por el susodicho.

Chile país de poetas, léase: Mistral, Neruda, De Rokha, Huidobro, Parra, Lihn, Teillier, Rojas, Barquero, Varín, Hahn, Millán, Pérez, muchos otros y otras símiles que el Olimpo mundano les reserva su merecido lugar, pero nunca, nunca a un Yoyó ni a una Mimí, que con brumosos aires de seudointelectules pretenden pasar catas por loros al respetable público no lector.

Adjunto dos textos con faz de odas, dedicados exclusivamente a los poetos yo-yo y poetitas mi-mí, para que sus egos por fin se regocijen con justicia.

DE MÁRTIRES Y OTROS VERSOS

Oh, pobre de mí
........................cómo sufro
cómo me duelen las venas
hasta las raíces intrínsecas
............de la carne del alma.
La desdicha en mis sienes
............hunde
............sus desesperadas garras.
Soy
............poeta incomprendido
............animal herido
inmundano ya
y ripio del dolor
etcétera, etc.

Un lector casual se dijo:
¿Y a mí qué?

Ricardo Gómez López, de
Poegramas


LOS POETAS YO-YO
poemilla agudo

Ahí
..van
...con su yo
....pa'rriba y
.....p'bajo los
......poetas yo-yo

Qué bien
..que se ven
...mas no
....sea que
.....se les cor-
......te'l cordel,

porque entón
..qué será
...del
....poeta yo-yo
.....rodan-
......do entre nos.

Floridor Pérez, de Memorias de un condenado a amarte
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lunes, 22 de junio de 2009

Jalla 2008. Ponencia, Literatura chilena en exilio; Canadá

Breves notas sobre “Reflexión hacia el sur” de Jorge Etcheverry

10 poetas chilenos en Canadá
Editorial Leutun. Colección Cd. Nuevo,
Voz de autores, Chile, 2004.
Carmen Contreras, Luciano Díaz,
Jorge Etcheverry, Luis Lama,
Arturo Lazo, Erik Martínez,
Jorge Nef, Carmen Rodríguez,
Luis Torres y Ludwing Zeller

Por Erik Martínez
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Me propongo comentar e interpretar el último libro de poemas de Jorge Etcheverry publicado en septiembre de 2004 por la Editorial Amaranta. Como ustedes saben, con Jorge hemos participado en diversas actividades poéticas desde nuestros días en la facultad de filosofía en Santiago a mediados de la década de los sesenta. Se podría pensar entonces que por ese sólo hecho podría tener una clara ventaja al momento de interpretar la poesía de Etcheverry.

Bueno, desde el punto de vista más inmediato, el nivel del lenguaje, debo admitir que a diferencia quizás de personas de otras culturas o que no manejen el habla típica del chileno, usada contra un trasfondo político filosófico y literario moderno, yo sí puedo comprender la casi totalidad de las palabras y referencias culturales que forman los poemas. Algunos lectores obviamente podrían tener dificultades en comprender algunos de los giros o expresiones empleados. En Chile hay ciertas expresiones que usamos sin pensar y cuyo significado es claro para todos nosotros pero no así para personas de otros países o de otras culturas.

Sin embargo, este primer nivel básico del lenguaje no me da, de ninguna manera, gran ventaja para comprender el mundo poético que se despliega en la obra del autor. Si bien la poesía se hace con lenguaje, es decir en este caso particular, el castellano hablado por una cierta clase social en Santiago, ese lenguaje es sólo un material con el cual se construye un mundo.

Quiero decir de partida que la poesía de JE siempre me ha hecho sentir una extrañeza y es precisamente esa extrañeza o dificultad para comprender un lenguaje específico lo que me despierta el interés de la lectura. Por algún motivo, este lenguaje que parece transitar por muchos lugares comunes y que se disfraza a veces de un tono como a ras de suelo, a pesar de eso, no parece comprensible de suyo. Hay algo que lo hace a uno pensar “qué es exactamente lo que se dice en este poema, para dónde va la cosa”

En mi percepción, éste es un libro bien armado cuyos poemas constituyentes no quedan aislados, esto a pesar de lo que afirma el autor en su Prólogo. Dice JE, “Este volumen reúne textos de diferentes épocas, algunos publicados otros no.” Y más adelante agrega que “entregado a la selección de textos, me encuentro frente a un mosaico de diversas maneras de (intentar) escribir e instancias temporales y situacionales que se me convierten en piezas contiguas y armables en una especie de presente. La afinidad y el gusto personal deciden ciertos textos en desmedro de otros …” Es decir que, según el autor, no habría un criterio rector mediante el cual se habría ordenado el conjunto de los diferentes poemas. Espero poder probar todo lo contrario. Es decir, todos los poemas tienen diferentes fuerzas que los organizan a distintos niveles. También será quizás necesario preguntarse cómo es posible esta discrepancia tan radical. Por una parte la afirmación de que se trata de un mosaico …que se convierte en piezas contiguas y armables existiendo incluso la posibilidad de recontextualizarlos y, por otra, la armazón orgánica que percibo y que quisiera mostrarles.

El libro se inicia con el poema que le da título al libro mismo. Este poema me dio muchas dificultades. Al comienzo pensé que no pertenecía para nada al conjunto del libro. Debo confesarles, lo leí varias veces pensando que no tenía sentido alguno. Creo que no soy el único al que le ha pasado eso. Ya hablaré sobre esto dentro de unos momentos. Pero echémosle primero un vistazo al poema. Quiero hacer notar que se trata de un poema dividido en tres partes. La primera parte parece ser un panegírico de Chile. “Somos un pueblo extrañamente dotado por la naturaleza”. Y prosigue de ese modo a una descripción de lo más esquemático de nuestra historia, una especie de repaso de la historia que nos enseñan en la escuela primaria y las historias que escuchamos por ahí al pasar sobre distintos personajes de distintos sectores de la nación así como de otros personajes pertenecientes el ámbito de la vida personal del autor.

Es aquí mismo donde se equivocó por lo menos un crítico que ha comentado sobre el libro. Me refiero al comentario escrito por Roberto Rivera Vicencio quien después de afirmar que la voz de Etcheverry es una de las más singulares y representativas de la poesía chilena, agrega que esa voz “se ubica equidistante de una lírica de la ruptura y a la vez de la tradición, en un curioso engranaje de estilo que recuerda el Chile fundacional de Pezoa Véliz”. Y concluye poco después que “El Chile oficial y mítico de nuestras representaciones toma cuerpo en esta poesía”. Bueno ésta es la equivocación a la que por un momento consideré como una posible interpretación del poema. Una visión que deja a JE como chaleco de mono.

Creo que lo más interesante de esta parte del poema inicial es el sentimiento que se desprende de ese “nosotros”, que marca la existencia de un pueblo del cual el hablante se siente parte indivisible. Un nosotros donde las mujeres tienen un importante papel y una gran presencia y un nosotros que incluye al “yo”.

Posteriormente, la segunda parte del poema se aproxima al presente. Es como el esquema de un viaje. Y luego en la parte tercera aun cuando se mantiene la voz en “nosotros” ya se trata de una situación completamente distinta. “Mientras entrecerramos nuestros ojos enrojecidos – dice -- luego de recorrer como un milpiés mil distintas latitudes…etc, etc… Nos desplazamos con los cabros a cuestas de casa en casa…” Y luego: “Hagamos un poco de tripas corazón para romper la delgada capa de tevinil que nos ha cubierto estos últimos años”. Entonces me salto unos versos explicativos de la situación actual del hablante para irme directamente al final, donde dice: “Y de repente un montón como de bichos que teníamos adentro nos comienzan a desfilar con sus propias banderas de sindicatos o partidos. Mientras nuestras manos se crispan solas y en nuestros corazones hay como una música húmeda”. Sí. Entonces creo que el poema se debe leer, por una parte, como esa ruptura entre el nosotros y el yo, una ruptura entre el pasado que tuvimos (una especie de leyenda) y el presente donde desaparecen los rasgos legendarios del pasado para transformarse en un deambular por mil distintas latitudes, ese yo minimizado a veces en una especie de insecto, un milpiés.

Sin embargo, la cosa no se termina ahí. Si hay un principio de construcción éste se daría en este encaminarse hacia el momento en que se abren los ojos o, dicho de otra manera, toda esa primea parte del poema se inscribe en esa instancia definida por “mientras entrecerramos nuestro miles de ojos en este instante entre el sueño y la vigilia…” Todos los versos en los cuales se describe el pasado ideal no son sino una instancia puramente subjetiva. Un universo que se hace presente en un estado liminar de la conciencia, en la zona antes del completo despertar. Este es un universo subjetivo entre el sueño y la vigilia que permite la heterogénea acumulación de vivencias y la confusión de la conciencia del hablante singular con la conciencia histórica colectiva. Eso posibilita el despliegue de este mundo donde coexisten lo personal, lo histórico y el detalle minucioso de personajes que habitan espacios dispares.

Por tanto, las frases constitutivas la parte I del poema no se pueden interpretar de manera recta, en el sentido que no tienen una relación directa con un referente exterior. Son frases pensadas por una interioridad y, si bien parecen señalar un mundo exterior sólo tienen sentido cuando uno las piensa con respecto a la subjetividad que las piensa. Son signo del temple del hablante.

Es decir, estamos ante una paradoja bien clara, todas las frases aparentemente “históricas” y/o frases de la vida diaria del Chile mítico a que hace mención algún crítico en su análisis de Reflexión no son tales.

La situación desde donde se hacen los enunciados del hablante es la destrucción del mundo. Ha habido una ruptura, obviamente conectada con el exilio. Por otra parte, el pequeño yo surgido de la ruptura de un nosotros primigenio es el centro hacia donde confluyen todos los avatares disconexos que se enumeran. Se podría decir, sin duda, que lo único que existe es el sujeto hablante, quien a pesar de todo tiene un dominio total del material que presenta, su dominio se expresa además en la aparente arbitrariedad y el hecho de que en cualquier momento según decida tomar un camino u otro podría mencionar cualquier cosa. Si bien no se puede decir que tenga ningún dominio sobre el mundo real, tiene un dominio total sobre su propia palabra.

El nivel de la reflexibilidad
A lo largo de todo el libro se puede percibir un nivel constante de reflexibilidad. Algo que algunos llaman “metalenguaje”. Pero no voy a entrar aquí en asuntos de terminología. Si bien este fenómeno es una instancia corriente e ineludible del lenguaje, en la obra de JE adquiere una dimensión fundamental.

En el poema “Trabajadores del vacío” se dice, cito, “El vacío acecha, eso es cierto, a todos aquellos que se ven amenazados por la muerte, que suponemos son la mayoría. No dudamos que las criaturas finitas poseen una escasa capacidad de maniobra en cualquier campo. Una mente lógica puede hacer equivaler las experiencias”.

Parece que las vastas construcciones históricas que delineaban sus líneas luminosas en un futuro no tan incierto retroceden en la lejanía

Pero más lamentable es la situación de alguien que no queremos nombrar y que pasada la cuarentena descubre que “nada tiene sentido”. Cuéntate una nueva, y nos parece escuchar la letra de un tango

Pero cuál es la posición entonces de la gente que cuenta con el vacío y dice “sobre él edificaré mi iglesia”, y sobre él elabora sus más fantásticas construcciones lingüísticas, maniobras políticas, persecuciones amorosas, estilos de vida y pensamiento. Fin de cita.

Estas frases describen sin duda la situación básica del hablante a todo lo largo del libro. Hubiera podido suceder que la destrucción del mundo a causa del exilio hubiera ocasionado una total reducción del hablante al caos de las cosas. Pero sucede en cambio que el hablante reducido a una condición mínima, sólo un yo, no se queda con los brazos cruzados, toma acción, y decide construir sobre ese vacío. La poesía entonces es una construcción que posibilita la restitución de un otro mundo, no se trata de la reconstitución del mundo primigenio pero es un mundo desde el cual enfrentar la multiplicidad inconexa de los avatares en el tiempo.

La poesía posibilita poder continuar con la vida. Junto con percibir la necesidad de hacer poesía aunque más no sea sobre el vacío, el hablante hace un llamado, dice, cito “Lancemos garfios, cada uno por su lado, a los trozos del mundo de antes de nuestro encuentro, que se alejaban lejos, por el mar a la noche, tratemos de recomponerlo como un rompecabezas muy polícromo y lleno de detalles, para hacernos una pieza, o una casa o un sillón lleno de remiendos para poder dormir primero y luego levantarnos al cielo del sol y pájaros – cada uno por su lado”. Este llamado me dice que la misión de reconstrucción del mundo la deben asumir todos quienes deambulan por los caminos del exilio y han estado sometidos a una pérdida similar del mundo. Pero sin armar tango, hay explícitamente la exigencia de no hacer de la cosa un melodrama, ni de hacer alharaca, sino manteniendo la compostura de una caballero, uno de esos caballeros chapados a la antigua y para quienes la parquedad y sobriedad antes las cosas era algo característico. Y eso se refleja en el lenguaje empleado por JE. No se trata de un lenguaje de día domingo. Las palabras son en general las palabras de todos los días.

La cotidianidad del constructor de mundos
En el poema “Otra jornada con la Margarita en Toronto” el hablante presenta lo que a primera vista podría concebirse como un simple episodio de la vida cotidiana, en un estilo despojado de adornos, conversacional se diría, en un diálogo permanente con alguien considerado por el hablante como un próximo que más que cómplice parece ser un aliado o un compañero de ruta. La Margarita a la que alude el poema es la Margarita Feliciano a quién todos en Toronto y Ottawa conocemos, es una poeta, profesora universitaria que organiza unas jornadas a escala mini, no como éstas, donde se analiza la cultura latinoamericana, la literatura en particular. El hablante, JE, narra su asistencia a esa jornada y “están los de siempre Claudio, Hugo incluso Lazo, en fin la Margarita” y también, dice más abajo
“He aquí la Futuransky
una judía argentina
gorda
y con ese nombrecito
y me pregunto
“y dónde esta mi futuro”
y no sólo por la edad
sino por todo lo que está pasando
-- no tengo ni qué decirles donde
donde aprieta el zapato

Y me gustó la poesía
de la Futuranky
pero más
cuando contó la historia del rinoceronte
que le querían regalar al Papa
por allá por el siglo XV
y ella sesentona,
tipo ropero, dijo:
“Y así somos nosotras,
que empezamos como sílfides
y terminamos como rinocerontes”.

A lo largo de todos estos poemas el hablante está confrontado constantemente a las voces de otros. Hay un diálogo permanente con otros. La poesía existe como una práctica sobre la cual es necesario pensar. En este poema, la transformación aludida en la poesía de Futuransky hace pensar en la transformación del propio hablante pero aparte de eso está el diálogo. JE escucha, al oír las frases de otros debe reflexionar sobre su propio ser y sus propias transformaciones. El espejo que le da esta conciencia de sí es la poesía.

Inmediatamente después de este poema sobre la Margarita Feliciano JE incluye un poema sobre Neruda donde habla de esta figura clave de la poesía chilena. Quizás sea el poema más “prosaico” en cuanto a estilo y sin duda Neruda es en el marco de este texto la figura paterna. Dirigiéndose a los lectores, parece pedir una especie de reafirmación:
“Díganme si hay una pizca de Neruda en lo que estoy haciendo, si yo también me cobijo bajo esa sombra gigante
que tantos dice proyecta su ego hipertrofiado
Que amasado y soplado a la vida con la greda roja del Sur de Chile
Para el reparto del yo se lo llevó todito, dejando a generaciones sucesivas de poetas de la zona
Con el yo minimizado.”
Curiosamente ese yo minimizado es lo que caracteriza en forma paradójica el universo de esta “Reflexión hacia el Sur”

Para concluir. Se presenta una situación básica de ruptura con un mundo primigenio de unión con un “nosotros”, un mundo lleno de vitalidad dominado por la figura de la madre. Esta madre del comienzo del libro, con la cual el hablante todavía está unido por ese cordón umbilical que “va como un cáñamo de seda saliendo de mi cerebro a tu cuerpo tendido en el sillón por la mañana”. Pero el mismo cuerpo de esa madre es un cuerpo que contiene toda la nación chilena, llena de vitalidad, es un cuerpo multitudinario. Pero esa madre se debe entender, en el contexto de la totalidad del texto, es necesario concebirla como el origen del lenguaje y la condición de posibilidad misma para el renacimiento del hablante después de sufrir el colapso del mundo a consecuencia del exilio. Cuando el mundo se le viene abajo, después de ese rompimiento atroz, siempre queda el yo que a pesar de ser un yo arrojado al caos de las cosas sigue atareado en cosas de la vida cotidiana y la poesía se constituye en el instrumento con el cual asume la reconstrucción del mundo perdido. Ahora el mundo no tiene las características del mundo originario pero se reconstruye una unidad con un nosotros de los “trabajadores del vacío”. Si al comienzo la comunidad era una comunidad asentada en el sentimiento, el corazón, la comunidad hacia el término del libro es una basada en la potencia cerebral, y también en la fuerza de la palabra poética, con la cual se llega a reconstruir la casa donde habita esta nueva familia. El espacio mediatizador del lenguaje suplanta la experiencia inmediata.

La cotidianidad de la que habla Jorge Etcheverry es una situación asediada por feroces peligros, animada por deseos extremos y una vida al borde del precipicio. El libro de JE presenta una situación que no nos es extraña. En Ottawa también estuvo Gonzalo Millán. También estuvieron entre los participantes de esta mesa, los ya retornados, Manuel Jofré, Naín Nómez, Leandro Urbina sin olvidar a Alfredo Lavergne. También estamos todavía junto con el mismo Etcheverry los del colectivo de El Dorado, en fin Gabriela y Claudio. El libro de JE refleja de manera profunda esa realidad de todos nosotros y todos formamos parte de ese mundo.

viernes, 19 de junio de 2009

Los 24 de junio del poeta Jorge Teillier






por Reinaldo Edmundo Marchant


Jorge Teillier nació el mismo día y año de la muerte de Carlos Gardel, a quien admiraba. Hay que anotar esta fecha y aquellos que son genuinamente poetas, podrán brindar con un buen mosto unido a uno de nuestros mejores bardos. La Unión Chica de la mítica calle Nueva York, El Torre Molino del sector Lastarria, o El Molino de Ingenio de la Ligua, son puntos de referencia.

No importa el lugar: el espectro viviente y perdurable de Teillier peregrina en todas las latitudes que huelen a poesía. Si van por él a las casas de estudios o a las oficinas donde guisan los híbridos textos de literatura, habrán perdido la hoja de ruta para siempre.

El poeta, rodeado de parajes azules, no dejar de vocear un grito desesperado: ¡hay que regresar a los boliches sombríos, a esperar a nadie, a conversar con una muchacha que amará sin decir jamás su nombre, a escuchar los poemas de nuevos vates, y contemplar por alguna ventana cómo cae el mundo en minúsculas cenizas!

Dice él: los poetas son seres invisibles. Ordenan las letras en los límites de los océanos. La exposición pública es potestad de las aves y de los ríos, porque los lujos de la creatividad se procrean en silencio.

Que nadie piense que Teillier propone el desorden. No. Transfiere contraseñas lúdicas para retornar al Siglo de Oro, donde hablantes líricos acceden a universos más ordenados, bañados de esa nostalgia que traspasa la tierra húmeda de las aldeas remotas.

Aún pueden escuchar sus versos, que parten de recuerdos inocentes, que buscan tomar lo mejor de las vidas pasadas, el origen de la Naturaleza y el hombre, casa, tierra, árbol, y lo hace sumergido en imágenes soñadas, en una profunda relación de los pueblos y el mito.

Nuestro vate, copa en mano, afirma: el escritor no debe significar sino simplemente ser.

Hay que seguir visitando a Teillier. Ramificarse como un sobreviviente de un paraíso que nunca existió. Lo estéril y desahitado se ilumina en las tardes lentas y melancólicas. Se hace desde el abandono. Armado de quietud y la huida. Él lo explica más claramente.

Si lo encuentran, supongamos que en La Unión Chica, caerá en gracia una sorpresa: verán a un hombre silente instalado en la infancia y en los recuerdos, cercado de la felicidad del tiempo, casi oculto en espacios secretos que encubre el bullicio de la ciudad, parado en la frontera buscando reencontrar un asunto que quizás no llegará incluso después de muerto.

No hay problema: él sabe esperar lo que no existe.

Nutridos de estos alimentos, Jorge Teillier que estará de cumpleaños el 24 de junio, no olvidar, se armó como un poeta potente, originalísimo, imposible de declarar ausente.

En la barra de un boliche brinda por los vivos.

Quienes deseen llegar a la auténtica complexión de los cantos poéticos, pueden recorrer los campos nocturnos que nutrieron al trovador. El vaso, las botellas, la mesa, la semilla, todo está intacto. Hay que tomar ubicación e imaginar que en cualquier instante saltará una mariposa.

Si por casualidad alguien pasa por el cementerio de la Ligua, lo hará enhorabuena. Desde 1996 tiene en descanso sus restos mortales en una cripta. Nada especial ni trágico lo rodea. Naturalmente, hay flores. Y los gorriones pían en una higuera aledaña

Ahí sueña y su corazón corea el rocío de geografías láricas.

¡Salud, Poeta!
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miércoles, 17 de junio de 2009

Décimas a Mario Benedetti

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con Memoria: Eduardo Peralta


Te abrazo, poeta Mario
Benedetti, convencido
del amor, comprometido,
cotidiano, solidario.
Tu verso es un silabario
y como el pan o el arroz
nos alimenta tu voz
que en la Sala de las Artes
retumbó como estandarte:
somos mucho más que dos…

Y la Sala de las Artes
se repletó aquella vez,
porque tu palabra es
para mi pueblo un baluarte.
Por eso querrá escucharte
siempre erizada la piel
y a tu canto será fiel
intacto en tu voz preclara,
o en la de Nacha Guevara
o en la de Joan Manuel…

Prestaste igual atención
a tan diferentes sueños:
desde los Olimareños
al Conde de Lautréamont…
Tu puente entre la canción
y el poema en castellano,
tan latinoamericano,
tan vibrante, tan ardiente,
es más que eso, es un puente
entre los seres humanos…

Tu papel mojado quiso
enlazar –fue tu deseo–
el mar de Montevideo
al mar de Valparaíso.
Detestabas lo postizo,
lo trucho, lo artificial,
y como buen oriental
no alzaste tu poesía
como si fuera el vigía
del legado occidental…

Pero fuiste igual un faro
que alumbró la noche oscura,
pues tu canto y tu lectura
eran como un día claro…
Sobreviviendo al amparo
de tu mensaje, poeta,
alcanzamos nuestra meta
y fuiste de tanta ayuda
como Víctor y Neruda,
como Silvio y la Violeta…

Hace años fui a disfrutar
bajo el uruguayo sol,
al Palacio Peñarol
me invitaron a cantar…
Luego había que bailar
con las murgas, por supuesto,
y el popular manifiesto
de una nación hermana
oí en Araca la cana,
la BCG y Falta y resto…

Regresaré a tu país,
ya sueño con ese viaje,
para cantar mi homenaje
a tu verso y tu raíz.
En un reencuentro feliz,
sin láser y sin confetti,
cantaremos con Viglietti
en tu amada patria hermosa,
en la Sala Zitarrosa
o en el Teatro Benedetti!

Recitadas en la Embajada del Uruguay en Santiago, en el homenaje que artistas nacionales organizaron en memoria del poeta Mario Benedetti. Además fueron incluidas en la entrevista que el trovador contestó sólo en décimas a El clarín Digital y Sur y Sur.
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martes, 16 de junio de 2009

Polémica en el bar/El ágora de la posmodernidad



Entramos casi siempre en silencio, no sabemos que pauta de conversación vamos abordar, cruzamos entre las mesas cesantes de un segundo piso, y nos sentamos en una esquina, juntamos algunas sillas en espera de que llegue el mozo, que por lo general se demora algunos minutos, resintiendo aún más los paladares secos y baldíos, después de un combate de argumentos destinados a morir en el silencio de un país vacío donde pernoctan los muertos.

por Gregorio Angelcos

Es así nuestra rutina de los días lunes, un transito espectral por la Plaza Italia, con algunos apuntes bajo el brazo, y un sinnúmero de ideas disimuladas en los bolsillos del pantalón, que se confunden con un puñado de monedas, y unos pañuelos desechables que soportan acuosos el uso y abuso desmedido.

Llega el mozo, y nos recorre con su mirada constatando la sobriedad de los feligreses del ágora, a quienes en un ritual de iniciación infinita dotará como un sacerdote del templo de las dudas eternas, del alcohol que se requiere para entrar en un trance de inspiración y nauseas, que iluminen la razón para inventar y conceptuar los dramas de la sociedad moderna.

Es teoría que nos permite sentir que aún continuamos existiendo y que nuestras vidas tienen algún sentido, al menos, para los que hemos decidido compartir el vino y la cerveza esta noche. Hay un poco de verdad en este encuentro y pocas pausas y silencios, solo se detiene una voz cuando alza su copa para embriagar la soledad que lo invade, y que no se atreverá a comunicar por respeto a su condición de hombre destinado a soportar los avatares de la vida en la ciudad.

Somos liberales, escribimos, pensamos de vez en cuando, nos repartimos los pocos elogios que provienen de la nada, incluso de los que carecen de alguna virtud intelectual, pero que disponen del poder para decir y decidir procesos que nos aíslan, y nos van dejando sin respiración, necesitan nuestros cadáveres para crear una fuente de energía, nutrir el entorno de las mediocridades, pero continuamos resistiendo, y el vino va reinventándonos a medida que transcurre la noche.

Develar la conversación significa traicionar los códigos de la secta urbana que nos identifica, sin embargo se puede afirmar que las voces necesitan conspirar, articular una tregua para evaluar nuestra instalación entre las ruinas de voces activas, pero vacuas, no hay espacio para frivolidades, ni lenguajes solemnes, se permiten las inexactitudes en el marco de los fundamentos. Hay política en un país que renunció a ella hace algunos años, uno que otro vértigo poético, lúdico, irracional y a veces catastrófico como nuestras existencias.

Es curioso, pero el amor fue devorado por el movimiento desazonado de los seres que vegetan inanimados de cerebro. Al final de nuestro túnel que no es el de Sabato, se percibe a través de los instintos, una luz, que vincula la ceguera con la oscuridad de un vaso vacío y genera una ansiedad que la metafísica de los paganos trasciende.

Pero la revelación llega cuando el sonido del abridor descorcha la botella y el vino expele su aroma manipulado con cosméticos que inyectan en los barriles los mercenarios en las viñas, pero que nuestros paladares están dispuestos a consentir. Y se produce un renacer antes de que los cuerpos sean consumidos por un trance mortuorio.

A kilómetros de distancia, los mercaderes de la lujuria planifican estrategias de negocios con publicaciones presuntas, para satisfacer las potenciales sensibilidades de los que adquieren estatus con la lectura de un texto remoto. Y así vamos abrigándonos del frío que provoca la mirada de quienes nos observan sin comprender nuestro origen y destino. Es nuestro credo que no nos exige dogmas y divinidades inventadas por la teología. Aquí nadie será procesado por un sumario administrativo y quemado en la hoguera, ni seremos rescatados por la liturgia de un discurso oligárquico carente de contenidos verdaderos.

Nada es apariencia, todos son síntomas de una libertad que es imprescindible proyectar más allá del desamparo. Las horas se agotan superadas por la inquietud de un puñado de hombres, que convencidos piensan que aún es posible redituar la historia por encima de un materialismo de una sociedad dominada por los objetos, que ni siquiera son de culto.

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domingo, 14 de junio de 2009

Fronteras literarias, fronteras de país



por Jorge Etcheverry
www.etcheverry.info
Ottawa, Canadá.


En tiempos de la delimitación geográfica y la encarnación material de la escritura en el papel, todo era más claro. Estaban las cosas, y entre ellas los libros, revistas, etc. Aunque hubieran podido tener, como creyó Heidegger, un carácter que las diferenciaba de los otros objetos 'a la mano', como bautizó a la red de objetos naturales y materialidad práctica entre los que los occidentales nos movemos en un vasto sueño de poder y manipulación. Las obras de arte y literarias 'ante los ojos' están sujetas a las mismas categorías que el resto de la materialidad y mejor aún de la mercancía. Son producto de una actividad manufacturera, se distribuyen y venden para producir plusvalía que sufrague los costos materiales y humanos y deje ganancia. Tienen que ser atractivas para un mercado nacional o internacional, publicitadas y sancionadas mediante premios, comentarios críticos, consagración institucional, etc.. El escritor produce para complejos entramados de producción, distribución, publicidad, consagración y venta, compuestos en variedad aleatoria de empresarios-privados o estatales-, evaluadores, críticos literarios y académicos, publicistas y redes de distribución. Lo que caracteriza a estos aparatos es su inserción en el marco de la 'cultura', incluyendo sus componentes ideológicos y religiosos, lo que enmascara su condición industrial y comercial.

Para comercializar exitosamente el producto literario, es necesario un proceso de valorización de la mercancía-en este caso el libro. Frente a esto, hay dos posibilidades. O el libro se instala confortablemente en el medio de un conjunto de valores ya aceptados por la sociedad o un segmento significativo de la misma, insertándose en el conjunto de expectativas y presuposiciones en vigor sobre gusto y calidad, o se presenta como insurgencia, como la emergencia de algo novedoso o, mejor aún, revolucionario, siempre dentro de las expectativas y parámetros sociales, sin lo cual el autor y la obra pasan de largo y se hunden en el olvido. Ese fenómeno es más claro en el caso del arte visual. Casi siempre los experimentos más osados permanecen en los márgenes o notas a pie de página de las historias del arte. Las figuras que adornan con su obra las salas principales de los museos son quienes pueden mostrar a la vez que la innovación, el vínculo con lo anterior, es decir, lo lineal de la tradición, el equilibrio de continuidad y cambio, ya que básicamente, y en el fondo, se trata de representación, pero también del mercado.

Todo esto requiere de un proceso largo, de acumulación de recursos humanos, materiales y educacionales, de superposición en un mismo lugar de redes sociales, grupos afines, instituciones, de una jerarquización social y cultural, es decir de una sociedad. La extensión de esta industria literaria está limitada por las características del objeto libro o revista, cotizable en moneda, transportable y sujeto a impuesto al cruzar una frontera. El aspecto de distribución y de precio es insoslayable.

La existencia del espacio virtual viene a cambiar, no a abolir, todo eso. En primer lugar, desaparece en gran medida el soporte material del libro, y su valor comercial disminuye cada día al pasar al formato virtual. El público potencial aumenta exponencialmente, ya que teóricamente un libro se puede leer cientos o miles de veces en todo el mundo, para qué decir de otros textos más breves y fáciles de manejar, como artículos, poemas, cuentos, etc. La industria editorial, como la musical, se acerca a la bancarrota con cada mejora, expansión y disminución de precio de esta tecnología. La engorrosa cadena de la presentación del manuscrito, la evaluación, las conexiones que hay que establecer, la espera, el meterse en la máquina, el estar 'in', se pueden obviar mediante una página web y suficientes direcciones, o simplemente poniendo un texto en un mensaje o adjunto y mandarlo a los cuatro vientos, como un genio en una botella virtual echada por la borda a la mar océano. Lo más probable es que no mucha gente se moleste en leer el envío, pero siempre cabe la posibilidad. En teoría, el texto puede ser reproducido infinitamente y llegar a un vasto público, salvando los escollos y arrecifes de la institución mercantil literaria que comprende a la crítica en medios impresos, a la radio y la televisión, y a las universidades, ya que definitiva, la historia de la literatura y la crítica académica forman un continuo con la industria en lo relativo a la comercialización de las obras literarias.

A la vez que soslaya la institucionalidad literaria establecida, la publicación virtual se salta las fronteras nacionales y por tanto impositivas y legales que aquejan al libro- mercancía. Este proceso es paralelo a la globalización, estado superior-hasta ahora-de la homogeneización y universalización del sistema. (Hasta ahora, ya que antes, cada cierto tiempo, ciertos vates proclamaban la llegada de la 'fase' superior y última del capitalismo, así como los del otro lado proclamaban a su vez el 'fin de la historia'). Esta tecnología ofrece la posibilidad de una conexión global entre los seres humanos, y viene a culminar una época en que la inmigración y el exilio, económicos y políticos-quizás haya que agregar para el futuro, ambientales-se han extendido y multiplicado. Ahora existen decenas o quizás centenas de exilios y diásporas, que sin embargo y potencialmente han cambiado de carácter. No para todos, ya que estos recursos no tienen la misma presencia o precio en todas partes. Con televisión vía satélite, tarjeta de llamadas telefónicas y el Internet, las formas de alejamiento forzado o elegido del terruño han cambiado de carácter. La comunicación de los miembros de un exilio entre sí y con sus connacionales 'del interior' se hace cotidiana y casi inmediata. Las repercusiones políticas y culturales son evidentes.

Los gobiernos sagaces han reconocido el potencial de esta situación y buscan establecer maneras de llegar a la 'diáspora', antes fuente de divisas para el país de origen y ahora cuna de un electorado potencial, dimensionado por el interés que despiertan los eventos de 'la patria' cuando la información es fácilmente accesible, relativamente barata y casi instantánea, y reviste gran importancia para el sujeto 'foráneo' inmerso en una cultura y modo de vida percibidos como extraños o alienantes, acicateado por la nostalgia y dotado a veces de una visión del país esencializada por la distancia, la nostalgia, y la falta de implicación directa en el teje y maneje cotidiano de relaciones y necesidades.

Pero esta nueva 'democracia' virtual' está muy lejos de cambiar esencialmente la institución literaria. Según algunos, la proliferación de textos virtuales habría reinstaurado el valor jerárquico del libro, que contraponen con el Internet, ese fárrago sin criterios estimativos donde todo vale. Pero la industria del libro impreso ya se había 'desliteraturizado' un poco, entre otros factores por la presencia cotidiana de medios con predominio de imágenes y sonido, la aceleración de los modos de vida, la irrupción postmoderna al canon literario de discursos antes marginales o populares, sectoriales, genéricos, culturales y sociales. Por otro lado, surgen verdaderas revistas virtuales especializadas, gestionadas por comités expertos, bajo la sombra poderosa del webmaster, pequeño Dios de la nueva tecnología. Algunos portales literarios incluyen antologías bellamente producidas y que presentan un panorama real del estado de los géneros en un ámbito determinado. Aunque esto último tiene sus limitaciones. No se alienta poner o presentar textos muy largos o difíciles, ya que la presuposición del lector virtual pareciera pedir textos cortos y relativamente sencillos. En términos de crítica o periodismo, se ha tendido a propender al artículo ágil, de difusión e información somera, más bien la viñeta, con el riesgo de la simplificación excesiva y el cliché. Pero por otro lado el Internet es un vehículo nunca visto de difusión de eventos e intercambio de ideas. Como nunca antes ha estado a disposición del lector una tal cantidad de campañas, declaraciones, manifiestos, informes, incluso ensayos, que hacen imposible mantener en la sombra hechos que suceden en cualquier parte del mundo, lo que hace que los escritores también se vean instados a 'comprometerse', produciendo a veces para el nuevo medio algunas de sus mejores piezas de principios y argumentación.

En este ambiente es donde se plantean y resuelven día a día los problemas de la literatura, su ser y su propósito, su papel social, su calidad de industria de bienes de consumo y su carácter de representación de la realidad; su proposición, implícita o manifiesta, intencional o no, de ideas, proyectos, programas, sociedades, etc. Si bien es seguro que los intereses en juego lograrán adaptarse a este nuevo fenómeno, por ejemplo mediante control de contenido, gravámenes impositivos o precios, nunca el mundo va a ser el mismo para los escritores, el público y los centros de decisión. Incluso para las fronteras. Ya se acabaron los países geográficos, por lo menos a nivel de la así llamada 'superstructura', o 'noósfera', o 'mundos alternativos'. Las listas virtuales de escritores nacionales se enriquecen con nombres ausentes de los recuentos impresos y críticamente sancionados de personeros e instituciones literarios atrincherados detrás de las fronteras.

Diversas iniciativas de reencuentro y reunión con la así llamada 'diáspora' surgen en el interior y el exterior de los países, en parte como respuesta al hecho de la imparable difusión virtual, en un intento de transacción y compromiso con este nuevo vehículo. No con los brazos abiertos, sino por necesidad, ya que la institución literaria, como cualquiera otra, se alimenta de la continuidad social, de la cohabitación territorial, de la comunidad de intereses y de discurso, de la segregación de estructuras de poder y el establecimiento de vínculos entre sus personeros, etc.

Hay otros elementos importantes para escritores y lectores en este fenómeno. Hace unas décadas se profetizaba el fin de la escritura y la lectura, el imperio de la imagen. Hoy en día, además de una liberalización, democratización y abaratamiento considerables de las posibilidades de expresión literaria y discursiva en general, producto del Internet, hay muchísima gente que ha pasado a 'chatear' y a comunicarse en general y con mayor frecuencia a través de palabras, con el nivel lingüístico o la temática que sea. Por otro lado, respecto al formato libro, sus elementos tradicionales-- portabilidad, la página-- son perfectamente reproductibles en esta tecnología: un computador tamaño libro, con una memoria compuesta de quizás cientos de obras bajadas directa y económicamente vía Internet, para su posterior escaneo o lectura, en una micro, esperando a la polola en un café, en el consultorio médico, etc. Por ahora, es la pantalla de la computadora (en femenino), la que nos mantiene hipnotizados, dado su carácter 'espectacular', vestigialmente teatral, que míticamente, y quizás por imperativos de la percepción misma, opone al espectador esa representación teatral en que se juegan los avatares de su destino, mediación originaria y estructural que posibilita todo conocimiento.
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viernes, 12 de junio de 2009

La influencia mediática y la crisis de identidad en la mirada poética de Borroni


"Hay una cierta belleza en el horror” comentó alguna vez Ernesto Sábato. Quizá porque del horror se aprende y desde las tragedias ajenas podamos extraer esa belleza que nos ayuda a vernos y comprendernos como personas humanas y condenadas, tarde o temprano, a la catástrofe de nuestra propia muerte.

por Gregorio Angelcos

El imaginario del poeta da cuenta en Madres y Monumentos del caos real vivido por el pueblo palestino a miles de kilómetros de distancia, eclosionando en su cerebro, un poemario en que crea a través de sus versos, situaciones y conatos de una guerra de la cual nunca ha sido protagonista.

Entonces aparece en primer termino el periodista, cuyas fuentes principales de información, provienen de los medios de prensa y en particular de la televisión. Son las imágenes brutales de los reiterados ataques militares a un pueblo casi desarmado, que resiste en condiciones logísticas desiguales, bombardeos que asesinan en forma ciega e indiscriminada a hombres, mujeres y niños que vemos tendidos sobre la tierra árida, sangrantes, mutilados, reducidos por el terror de un fantasma que atraviesa sus vidas literalmente, atropellando sus cuerpos y destruyéndolos sin que medie la reflexión y los sentimientos de culpa en la conciencia de sus agresores.

Enzo Borroni se advierte impactado cuando uno como lector realiza la lectura de sus textos, hay desazón y arrebato en su lenguaje, mucho más que miedo y dolor. Paradójicamente observo en los textos una racionalidad visceral del poeta. Una ideación de los escenarios virtuales que han sido asimilados, en donde el tratamiento de las palabras que van articulando el sentido de sus versos son crudos mísiles que develan el misterio del término definitivo, donde las epifanías de una vida metafísica pierden su consistencia y credibilidad tanto en el Corán como en la Biblia.

De la muerte no se tiene retorno, es un camino lineal y rigurosamente fluido hacia la nada, lo único que queda como testimonio de esta nueva masacre es la vergüenza, y el espanto que hemos acumulado durante siglos, pero que la experiencia y la filosofía no han sido capaces de interiorizar en nuestros corazones.

El hablante palestino que ideó Borroni, exento de creencias fundamentalistas, se siente sorprendido por la invasión que relata como un cronista fiel al ejercicio de su función histórica: “ Ya asoma la guerra su filosa ira de estruendos / y asustados esconderemos nuestras cabezas / bajo los ropajes de la cama. Encenderemos soles / para no sucumbir ante la oscuridad. Escucharemos las conversaciones hecha murmullos / de los muertos en la calle, / mísiles destaparán las sienes de la tierra /desenterrando cadáveres para quitarles / nuevamente sus vidas.

Montaigné refiriéndose a la muerte señaló: "No morimos porque estemos enfermos sino porque estamos vivos". Esto quiere decir que siempre estamos a la misma distancia de la muerte, nadie puede sentirse medio muerto de verdad. Resumiendo lo fundamental de la muerte es que nunca podemos estar a resguardo de ella, la muerte aunque no siempre sea probable, siempre es posible.
Por un lado la conciencia de la muerte nos hace madurar ya que crecemos cuando la idea de la muerte crece dentro de nosotros. Por otro lado la incertidumbre de la muerte nos humaniza ya que nos convierte en verdaderos humanos, mortales.
Los griegos establecían una clasificación para considerar algo o alguien mortal, las plantas y animales no lo son porque no saben que van a morir. Por lo tanto no es mortal quien muere sino quien está seguro de que va a morir. Los auténticos vivientes somos los humanos porque sabemos que dejaremos de vivir y en eso consiste la vida. Algunos dicen que los dioses son inmortales, pero no se afirma que están vivos.
Luego de un cruento recorrido poético por esta ficción, donde el autor va representando las distintas formas en que se expresa la ignominia, se detiene, y crea un paréntesis que titula como INTERMEDIO, y escribe el poema Cumpleaños Palestino, en este texto contrasta la felicidad de la infancia de su hija con él quiebre intempestivo de la vida de una niña palestina que ha sido víctima del bombardeo, es un alegato en contra de que “la guerra no es más que la continuación de la política por otros medios”. Pero todo fenómeno social y de convivencia colectiva esta interferido por la política y la poesía se sitúa en uno u otro espacio de la trinchera: hay un verso reconocido del poeta Mayakovski que grafica este argumento: "¡Basta de palabras; la palabra es vuestra, camarada Mauser!". Es una apología del fusil a quien le asigna la acción decisiva y final, el disparo que traslada un mensaje de muerte al enemigo que tal vez sea Borroni, cuyo discurso poético está centrado en el derecho legítimo de su poesía, a reivindicar el lenguaje de los muertos que caen bajo el fuego sostenido de asesinos sin rostro, enarbolando las banderas de lo que perciben como su derecho a la libertad.
Vil paradoja que está siempre presente en el discurso estructural de los pueblos que se encuentran atrapados por signos ideológicos o fundamentos religiosos, que se constituyen en los argumentos previos y únicos para sustituir la razón por el crimen.
En Horrores de Occidente, el último tramo de este libro, Borroni regresa a su realidad, Aquí emerge su discurso desde el ágora de la posmodernidad: el bar, definido como el centro cultural, comercial y político donde la interacción social da rienda suelta al conocimiento especulativo.
El poder se desacraliza y en la medida en que se va desnudando, deja en evidencia sus rasgos cínicos y limitados de su acción; entonces frente a la carencia de un proyecto de sustitución de lo existente, aparece el relativismo característico de un mundo plural y diverso, si no hay una razón unificadora de valores y conocimientos, lo que cada cual crea será válido según la cultura o la realidad en que se viva. Esto de alguna manera genera un vacío de ideales en el que no existe un modelo de perfección humana, un tipo ideal. El relativismo se opone así al universalismo, que plantea como tal una escala de valores universales que no tienen lugar en la sociedad plural. Contradictoriamente, la realidad palestina es universal y hegemónica, y la realidad del poeta es relativa e incrédula. Y tal vez en esta dialéctica radique el valor de esta obra literaria.
Dice el poeta: Dudo, / de la existencia de otro / de la mano que pide / y de lo que escupe la boca / cuando está entre nosotros. Dudo de la vida y de la muerte.

Quien duda no cree, y Borroni pone en cuestión fundamentos políticos y religiosos, mira con sospecha a Dios y a una gran cantidad de acciones humanas. Sin embargo, deja entrever una moral, determinada por el apego a la condición humana por el solo hecho de su existencia. Y este factor es una constante en el desarrollo de Madres y Monumentos.

Si nos detenemos en el título podemos sostener que en el inconsciente del poeta hay dos elementos simbólicos de toda realidad humana: una madre, que no es un arma pero que puede protegerte de muchos peligros, y un monumento, palabra que proviene del latín (monumentum, que significa "recordar") y que es toda obra arquitectónica de justificado valor artístico, histórico o social.

Este poemario que alcanza una estética interesante a partir del tratamiento del lenguaje, tiene como soporte afectivo el cordón umbilical de una progenitora y un recuerdo del autor, de su propia adversidad que reconoce que:

“cuando ya no pude creer ni en mi nombre
y encontré la llave que le hacía a todas las puertas,
incluso,
a la de la habitación de Dios”.

Sin señalar que valor podría tener para este heterodoxo una relación con una divinidad.
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miércoles, 10 de junio de 2009

Poeta de doble nacionalidad. Chile-Canadá



por Nela Rio

Jorge Cancino. “Miramar Miramor Miramar”. Les Editions Omelic, Montreal, Canadá, 2008.

La musicalidad, en la repetición, establece el tono del poemario, un ritmo evocador, un oleaje que, luego entenderemos, va del pasado al presente, del presente al pasado. Un vaivén que recorre la vida, trayendo experiencias, dejando recuerdos, llevándose la melancolía. Vaivén percibido desde una madurez creativa, en paz consigo misma.

Leídos en conjunto, los trece poemas que forman este nuevo poemario de Jorge Cancino nos traen la presencia de voces narrativas enlazadas en la del yo poético, de gran intensidad lírica, masculina y protagónica, que hila recuerdos de vivencias íntimas en un lugar casi mágico donde se mezclan en la evocación del tiempo y el paisaje; también encontramos la resonancia de la voz femenina, sujeto único y múltiple, a veces pasiva, otras indiferente, siempre intensamente presente. Aún señalaremos otra voz, la del diálogo consigo mismo y sus recuerdos, y también el de las sombras y las luces, el del amanecer y la noche, el del silencio y la palabra. Profuso diálogo que se convierte en un intenso y melodioso cántico en este poemario de profunda inspiración estética.

Miramar, real y mítico, es el sitio donde el amor acontece, sin importar dónde la relación amorosa tuvo lugar. El escenario será siempre el mismo: localizado para siempre en el imaginario poético, en esa fusión de sonido y movimiento, donde el mar es al mismo tiempo el gran espejo donde el cosmos se refleja, y es también la gran hondura donde el cosmos crece en sombras. Miramor-Miramar, un recuerdo conjunto, pura recurrencia simbólica. Miramor, al comenzar cada poema, Miramar al terminar. No importa el instante del comienzo, lo substancial es el final, Miramar, donde encuentra su espacio para renacer una y muchas veces.

La inserción de lo personal e íntimo con la realidad es a través de los sueños, en ese punto preciso y ambiguo, en que existe una esquina furtiva que súbitamente desplaza la ruta a seguir, que descubre las casualidades donde todo parece ficción/o la vida misma. Esta esquina es una apertura a la existencia personal, la posibilidad de una reflexión, un ensimismarse, que lo lleva a recordar sus amores, a descubrirse, a indagar su identidad, a situar la muerte. Por este recurso se establece otra escenografía espacial, donde predomina el firmamento, los planetas, la mar, sostenida por el misterio de lo temporal, la noche, el amanecer, los instantes. En los poemas se da el tiempo inmóvil personal y la simultaneidad de los tiempos, representada en la superposición-convivencia de sus amores. En ese completo silencio, como en las esferas celestes de los clásicos, la música y el silencio son elementos creadores de la belleza plástica y eufónica de Miramor Miramar. Lo sensorial es el medio del pasaje a ese universo, el perfume, la música, el color, la delicadeza de la piel, la visión de los cuerpos desnudos.

La relación entre los amantes, esos seres invisibles que pueblan las noches del protagonista, se renueva en la sensualidad de cada poema, en los gestos impacientes, en la entrega amorosa, la caricia perturbadora. Hay una intrigante confabulación entre los amantes, la de guardar los recuerdos que les permitirá sobrevivir las distancias, geográficas y temporales, y la de guardar silencio, así nadie podrá/enterarse de las mudas relaciones/de nuestros sueños. En ese espacio, a veces, ella lo encuentra, y hace decir al poeta, tu estrella cae a mi lado y transforma la noche en un encuentro amoroso, aunque él sepa que puede ser sólo el producto de quimeras multicolores o del desvarío. Aún cuando la referencia a los ojos verdes pareciera indicar a una mujer específica, la posición del adjetivo en este mundo onírico alude al color del origen, el de las profundidades, donde se produce la identificación de una-varias , En mis noches eternas florecen enigmas como una rosa roja de mirada verde. La amada es música, melodía pura, y es, algunas veces, profunda, inquieta, deseosa o insatisfecha, otras es insinuante, provocativa, seductora, invitándolo a viajar, a entregarse.

En la búsqueda personal, en este viaje hacia sí mismo, en esas noches cuando en su espíritu la noche es negra, en la certeza de esa posición existencial es que también descubre un profundo deseo, el de poetizar, Ahora, puedo cantar al amor, al olvido/y a mi propia muerte mientras viva.

Desde esos Atrevidos sueños, a través del diálogo polifónico, se desarrolla una historia de amor, en los poemas que no están numerados porque, sabemos, no hay una secuencia cronológica en los recuerdos. Son, en cambio, instancias de simultaneidades; podríamos leerlos en conjunto o individualmente, los últimos como primeros, o con diferente alternación. Son batidos de olas, únicos y cambiantes, siempre los mismos y distintos.

Los rituales del amor tienen una larga tradición literaria. Es posible para el lector o el crítico encontrar vínculos, antecedentes, semejanzas entre poetas: el beso, el abrazo, el nocturno amoroso, el desnudo seductor, la presencia de los elementos cósmicos y naturales usados para representar la pasión y el deseo. Pero el valor de un poeta se mide en cómo trasciende lo establecido para encontrar lo novedoso, lo diferente, lo original. En este poemario de Cancino llama la atención la manera en que el cuerpo tiene un lugar no sólo de objeto de deseo, sino de sujeto liberado en el amor.

Sólo quien se ha encontrado a sí mismo puede expresar la libertad y el goce en la desnudez mi cuerpo libremente desnudo,…./ percibo la llegada de la Aurora /y me duermo en su regazo/libremente desnudo. La entrega a la amada es un acto de abandono y de liberación. Lejos de estos poemas el elogio por la conquista o la posesión, aquí, en cambio, el vocabulario amoroso alcanza la plenitud en la presencia del universo de la amada pleno de goces y ardientes delirios al que se entrega apasionadamente. La aprehensión del rasgo esencial de la experiencia amorosa desborda el egocentrismo para enfatizar la mutua entrega. Es con la fragancia del cuerpo desnudo de la amada, y con el ruido y la brisa de los mares del Sur con que se humedece e ilumina el cuerpo del poeta mi cuerpo libremente desnudo/tendido en el largo horizonte/de mis pensamientos. Otra vez, Miramor Miramar , irrepetible en cada repetición, porque cada vez es un momento primigenio y creador.

Un modo de prolongar este encuentro, de eternizarlo, como lo quieren todos los poetas del amor, es el beso como paradigma de unión. En este poemario, la referencia es más específica: es el besar, de Besémonos, el poema que nos da con elocuencia emotiva y dramática la conjunción del instante y la eternidad y es, en el brillante adverbio lentamente, en que establece una suerte de permanencia en la lentitud, en que se encuentra un desfallecimiento sensual mientras se pone el sol sobre el umbral/del tiempo. Y mientras se besan --el mientras es esencial en esta interpretación porque elude especificidad temporal--, recogen todas las pretéritas vidas; besarse para destruir las distancias e ignorar el tiempo. Y la urgencia por la realización, dada por el ahora final establece la simultaneidad de tiempos, el pasado, el presente, pero también el futuro en la continuación del beso.

Jorge Cancino (Chile-Canadá), se lanza a la audaz tarea de rescatar lo perdurable de las vivencias, a hacer de lo particular lo universal, y de allí volver para inscribirse en la intimidad del poema. La significación extratemporal del momento, la complicidad de la noche y el silencio, el despliegue imaginativo, encuentran reposo y significado en ese Miramar especular donde el amor, Miramor, se desplaza en el vaivén de la vida y de la muerte. Inquietante, seductor, Miramor Miramar.

En mis espacios insomnes miro largamente
hacia el firmamento
y en esa vastedad planetaria
encuentro mi identidad.
El tiempo está inmóvil adentro de mí.
Ahora,
puedo cantar al amor,"al olvido
y a mi propia muerte.


Somos dos seres invisibles
en aquella orilla que ves allá abajo
donde nuestros versos
se alzan sensuales entre la marea
y el viento impaciente.
Tú, siempre insatisfecha.
Yo, siempre consumido por la lluvia de estrellas
que cae p0r el ala de la noche
y nos envuelve en la inmensidad del infinito
dé dos amantes celosos del amanecer
que interrumpirá el coloquio amoroso.


Las horas de la distancia
son más estrechas
cuando los enamorados se encuentran
en una esquina furtiva de la realidad
donde todo parece ficción
o la vida misma.


En completo silencio
conversé largas horas conmigo mismo
así nadie podrá enterarse
de las mudas relaciones de nuestros sueños
tan reales como la muerte
y tan oníricos
como la existencia.



NELA RIO (Argentina-Canadá). Poeta, escritora, artista e investigadora. Nacida en Argentina, ciudadana canadiense desde 1977. Ocho poemarios publicados, en Canadá y España; numerosos poemas y cuentos individuales (finalistas en concursos internacionales), publicados en antologías y revistas de más de 12 países. Parte de su obra ha sido traducida al inglés y al francés. Algunos de sus trabajos son usados en cursos universitarios de EEUU y Canadá. Es activa en organizaciones de escritores de Canadá, España, los Estados Unidos, Argentina y Chile.
Como artista, usa el arte digital para crear
"metáforas visuales", que forman parte de su escritura. Ha creado siete_"Libros de Artista",_edición limitada, en los que combina su poesía y arte. Su DVD,_Francisca, sin techo/Francisca, Homeless/Francisca, sans toit, fue presentado en 2004, en Canadá, EEUU y Argentina. Su investigación académica se centra en literatura hispanoamericana colonial, siglo XVI-XVII, con énfasis en Sor Leonor de Ovando. Durante más de treinta años fue profesora en St. Thomas University,_Canadá, de donde se jubiló en 2003.
Como Promotora Cultural, ha organizado
exposiciones internacionales de Poemas Póster_ (1998,_1999,_2000,_2002_y_2006); Outspoken Art/Arte Claro_(exposición itinerante_y_virtual) para apoyar la eliminación de toda forma de violencia contra la mujer, entre otras actividades culturales.
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