MIRA LAS BUENAS MANERAS
Absalom
tú que escudriñas en la espina dorsal
el devenir de la materia
¿Qué revela la dentadura de los padres de la patria?
la interrogante de dos glúteos frente al mar
la angosta escala
que hiede a naranjo sobre el sepulcro.
Dolorosa y oscura tripa del mendigo
cuánta distancia hay entre los Hombres
la confusa exposición de labios
en la desazón de las horas más bellas de la tarde.
¡Nada perturba al deshuesado!
El apellido que suena como papel mojado
¡Ah! y no pienses que todo esta dicho
pues lo carnal adolece de certidumbre y sosiego.
¡Mira las buenas maneras!
de grandes y pequeños
son como murallas altas
que ocultan el mal humor de los perros
el ritmo cardiaco
que fluye a la inversa del sentido del reloj
el crepitar de la carne
sin anestesia
adentro
donde descuece.
GEOLOGÍA Y MERCADO
Escucho los altavoces en el discurso festivo
y en el plañido de las aves
busco la razón del milagro que sostiene el campo estéril.
¿Quién desenmascara y constriñe el amasijo
de todos lo tiempos?
Las dunas rodean el mar
y el hombre infame acorrala al ballenato
y cunde la autopista de moscas
la tortura embustera y caníbal del estrés.
No hay toros ni libaciones
en los atrios de la urbe
el ciudadano
pierde la palabra precisa
y el cráneo destila saliva en los burdeles
es el ácido en la catacumba
desparramando geología y mercado.
NUBES DE PECES
En la ciudad hay un nuevo supermercado
no tiene garzas tampoco abedules
y allí nadie te puede hallar
y yo te busco por los caminos para tocar tu nariz
el que nunca ha visto
mariposas que enseñen los muslos en las catedrales
la exhibición de sus cuerpos vírgenes
en galerías atiborrada de espectadores
la capital lejana con el efecto fúnebre en el aire
el general que extendiendo las manos en el tórax
bajo grandes titulares en compañía de coleópteros
permanece impertérrito a la espera de que lo sepulten.
¿Quién cerrara la caja de Pandora?
Muchos han venido en busca de un refugio
y se doblegan en el regazo de misteriosos marsupiales
el hueco de impecable manufactura
la demanda de cariño que de súbito se agiganta.
¿Quién bruñe la caracola de tu oído?
Ayer te he observado recorrer las aguas de tu territorio
con la agilidad de los delfines
como cuando estos hunden la frente en nubes de peces
y escuchan del otro lado la voces de los humanos
aquellos que esparcen la ceniza
que extingue el único fuego de amapolas
que va quedando en el jardín.
Agustín Benelli. Artista visual y poeta, con estudios en la Universidad de Concepción. El año 2010 presentó el proyecto poético ABIMELEC y el cuervo escarlata. Ha incursionado como dramaturgo y director de teatro: es además comunicador radial.
Más del poeta:
.
Buenísimo el aporte, me entretuve con la lectura, necesité más de una lectura, y con el "Colectivo la Silla, Gracias
ResponderEliminar