
Coordinador
Guillermo Carballo
La Otra Revista
La obra poética de esta amante de los versos cotidianos construidos a través de una absoluta sensibilidad tejidos entre una imaginación brillante y un talento notorio en cada poema. Nos obliga a explorar por medio de un juego de espejos (y versos), a través de una ventana hacia nuestro interior y exterior.
La obra poética de esta amante de los versos cotidianos construidos a través de una absoluta sensibilidad tejidos entre una imaginación brillante y un talento notorio en cada poema. Nos obliga a explorar por medio de un juego de espejos (y versos), a través de una ventana hacia nuestro interior y exterior.
Consigue, esta poeta mexicana con sutileza y exactitud adentrarnos hacia nuestra memoria colectiva e íntima, trazando una empatía entre el lector y el autor, al convencer con una poesía universal, un vaivén de coincidencias, al ritmo de la verdad poética, acariciando las raíces de la identidad humana que bien vale la pena conocer y disfrutar.
AHÍ
Para: Teddy y Aarón
En la flor de cristal
que corta con sus pétalos
la piel del aire,
en la huella que dejó
en la huella que dejó
sobre la playa
la lengua de Neptuno,
en el cielo que derrama
en el cielo que derrama
su aliento fantasmal
sobre los hombres,
en las calles cansadas
en las calles cansadas
que detienen su paso
frente al llanto de un niño
y en la sonrisa abierta
y en la sonrisa abierta
a la migaja de la vida,
está la mano
está la mano
que abre la puerta de todos los templos
la mano que echa a rodar por la cuesta
la mano que echa a rodar por la cuesta
las piedras del silencio
y luego las reúne
en cualquier vado a la orilla del camino
ahí están todos
ahí están todos
ahí estamos todos
tatuados en el sueño de la palabra
y en el adormecido filo
de una hoja prendida de la rama
lecho de antiguos arsenales
lecho de antiguos arsenales
donde duerme la semilla
corchea de ala oscura
corchea de ala oscura
que despierta la voz de las retamas
guerrera que apunta la flecha de su canto
guerrera que apunta la flecha de su canto
hacia el ojo del molino que no cesa de girar.
MI GENTE
Heno que abraza la rama
MI GENTE
Heno que abraza la rama
tu lengua de gamuza
urde precario ardid contra el abismo,
viste de terciopelo
los caminos flacos,
forraje de bestias,
alimento de ciegas barrigas,
piel de cactus que esconde blanduras
bajo correoso vestido de jade,
aburrida esperanza
que a veces se seca en los despeñaderos
de un discurso de huecos bolsillos
y desmedidas apetencias
de a dólar la promesa.
Y sí
tus labios son dulces
Y sí
tus labios son dulces
como el multiplicado
centro de los higos maduros
tuvo que pasar el vendaval
tuvo que pasar el vendaval
y derribar letanías
adheridas al fondo del océano
tuvimos que sacar los ojos a los peces
tuvimos que sacar los ojos a los peces
e injertar su mirada de 180 grados
en los poros abiertos del infierno
y todo para exprimir
y todo para exprimir
una gota de mercurio al espejo
para dejar que la piel
hiciera lo suyoy se deslizara tibia
sobre los muslos abiertos de la tarde
y fue la certeza
y fue la certeza
de estar enredados en la grama
de tener en las manos
la saliva del sol
empapando los sentidos
abisales cuestas
abisales cuestas
poniéndonos bajo la lupa
que analiza a los insectos
sólo unos segundos de temblor
sólo unos segundos de temblor
para saber a qué sabe la vida
y la vida está bien
y los bigotes distraídos del tigre están bien
y los bigotes distraídos del tigre están bien
y el aullido ausente de los perros está bien
y las muescas en los ladrillos están bien
eso era todo
eso era todo
eso fue todoy eso… es todo
nada más
nada más
LA MOSCA
Soy la única mosca
merodeando este silencio
me poso en la ajada piel
de una fuente solitaria
bebo un sorbo de sudor insomne
y sacudo de mis patas
los ajenos restos de esta tierra
mientras un hombre
de ojeras amargas
se asombra de mi sed.
Soy la única mosca
merodeando este silencio
me poso en la ajada piel
de una fuente solitaria
bebo un sorbo de sudor insomne
y sacudo de mis patas
los ajenos restos de esta tierra
mientras un hombre
de ojeras amargas
se asombra de mi sed.
.
ANGÉLICA SANTA OLAYA nació en la ciudad de México. Licenciada en Periodismo y Comunicación Colectiva por la ENEP Acatlán, UNAM. Egresada de la Escuela de Escritores de la Sociedad General de Escritores de México (SOGEM). Primer lugar en dos concursos de cuento breve e infantil en México (1981 y 2004). Segundo lugar en el V Certamen Internacional de Poesía "Victoria Siempre 2008" Argentina. Ha participado de encuentros literarios en México, Argentina, Brasil, Uruguay, Cuba y España. Publicaciones: Habitar el tiempo, Miro la tarde, El Sollozo, Dedos de agua y El lado oscuro del espejo. Publicada en las revistas Alforja, Navegaciones Zur, El Universo del Búho, Solar, Plan de los pájaros, Yuku Jeeka, Gaceta Literal, El puro cuento, Parteaguas, Carajo, Fórnix, Letras en rebeldía, Registro, Ritmo, AM y Panorama da Palavra así como también en más de una docena de antologías latino e iberoamericanas. Profesora de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH. Forma parte del Círculo Internacional de Literatura Vanguardista LALUPE. Becaria del CONACYT (programa 2008-2010) para cursar la maestría en Historia y Etnohistoria.
.
Gracias...
ResponderEliminarAngélica Santa Olaya.
me parece fabuloso.muy buen estilo,verdad y mucho empeño. no todos los autores tienen esta sensibilidad.
ResponderEliminar