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Prólogo
En la luna roja
del solsticio de verano
del norte de Chile
la natividad inaugura peces en los requeríos.
Mi edad en la prehistoria es
un circulo del árbol
Un remedo a la belleza de los fiordos.
Vigilo
el silencio que me une
a la muerte
y escucho el respirar del mar.
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Mi madre es una hermosa Aya de tres pechos
amamantó a siete hermanos
a ocho hijos de su dios.
Mató a los hombres de la tribu por golpeadores
y me fue a parir entre ballenas.
Es la Aya más bella y huele a flores del mar.
Llenaba mi boca de leche volcánica y me bañaba en un río espeso.
Yo, su pequeño acicalaba mis alas torpes.
Mi madre es una hermosa Aya de tres pechos
viaja con un arpón de oro
y canta hermoso como diez sirenas.
4
Pienso
en un frío país
de montes, fiordos
y pequeños arrecifes.
Pienso
en los desaparecidos
y mi voz de pez canta
al amor por los hombres.
12
Escucho
el sonido del mar
que pasa por mi ojo
como un espectáculo.
No sé.
Muero
o es otra dimensión
del tiempo la oscuridad.
27
Mi cuerpo de agua
y mi ojo
caen de un talud.
Me hago sabio para morir
en el país de los montes submarinos
y en el Mar del Pacífico.
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Mi cuerpo de agua
en el mar del Pacífico,
entre otros,
desterrado.
Soy del mar para no caer.
Arriba las ciudades y sus muros.
Mar Adriático, Amarillo,
de Aral y de Azov.
Pueblo los montes,
las llanuras abisales.
Bioluminiscente,
anaeróbico.
Mar Báltico,
Mar Blanco,
Mar Cantábrico.
En los arrecifes
guardo la memoria.
Mar de China,
de Cortés,
de Frisia.
Soy el pez
y nazco en la oscuridad.
Mar Jónico.
La simiente
y el mar habita
en mis silencios sabios.
Mar Muerto y Rojo
Mar de Tirreno.
El espejo del universo
miseria del bajo cielo.
Mar de Bering.
Mis costas son
raíces de tierra,
un delta,
una barra,
un torrente.
Aire de la tierra,
telúrico, social.
Profano y su pez.
Mar de mis excesos.
Todos los cabos son mis costillas.
El amanecer del Atlántico,
el fuego,
el horizonte,
los rayos.
La rompiente,
la rada.
Todo mi cuerpo
picado por el viento.
Mar de la infancia.
Mi luz acompaña
a los desaparecidos.
Javier del Cerro, seudónimo de Javier Araya Valencia, Coquimbo. Poeta y gestor cultural de amplia trayectoria regional y nacional. Tesorero y Director de Extensión del Centro Cultural Coquimbo. Estudió teatro en la Escuela Experimental de Arte de Santiago los años 1985-1989, filosofía en la UMCE los años 1996-1997 y como autodidacta literatura. Dirigió, actuado en distintos proyectos teatrales y realizado talleres de actuación con niños y jóvenes de la región de Coquimbo. Además de participar en diversos talleres de perfeccionamiento en las áreas de dirección teatral y dramaturgia.
Obras de teatro: 1991 “Continegencias”. 1993 “Poeteatro” Festival Mundial de Teatro de las Naciones ITI Chile. 1994 “Jardín de las Delicias”. 1995 “Altazor o el viaje en paracaídas”. 1996 “Epitafio”. 2010 “Coquimbo Post”
Publicado: 1992 Perroosovacacangufante del Mar. Poesía. 1994 Signos en Transito. 1999 Ciudad de Invierno, poesía. 1999 Poesía Chilena Contemporánea. Antología. 2000 Poesía Chilena Contemporánea. Antología. 2006 "Serpiente". Poesía.
Premios y Becas: 1999 Beca de Creación para Escritores Emergentes del Consejo Nacional del Libro y la Lectura. 2000 Beca para Jóvenes Escritores de la Biblioteca Nacional. 2002 Premio Municipal de Literatura de Coquimbo. 2006 Juegos florales de Vicuña. Mención. 2008 Beca de Creación para Escritores Profesionales. Genero Dramaturgia del Consejo Nacional del Libro y la Lectura.
Pasantía en la ciudad de Victoria BC Canadá para escribir su libro de poesía “Abisal”.
Hermosos poema, tu nombre, tu imagen y tu poesía no desmienten lo tuyo, eres un notable poeta.
ResponderEliminarMuchas gracais por tus palabras Leon Danilo. Un gran abrazo.
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