miércoles, 22 de febrero de 2012

La mirada del poeta Hernán Narbona Véliz

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Hernán Narbona Véliz



EXILIO

Afán histérico de dominar en limbos,
de restringirle su luz a las estrellas

Afán concubino del miedo
Huésped numeral de la muerte
Montepío de hielo de viudas temporarias
Infamante yugo impuesto a las gaviotas

Arcaico espejo en que envejezco

Demacrada negación enclavada en el espanto
Abrigo de moho manchando los álamos
Umbilical fantasía de inviernos sin pausas

Paréntesis tenebroso sacudiendo los patios,
suspendiendo caricias,
un pasaje a la nada

Chamanto nostálgico de un tiempo ulcerado
inalámbrico estigma
Mitológica espera
Volcán interdicto

Arrabales prestados para llorar un hijo

Torturante misterio de un adiós prohibido
Polvorienta oreja para imaginar tus puertos

Transitar la noche en postales escuetas,
en los pechos caídos
de las novias resecas

Distorsionando tus hijos
Mistificando cimientos

Áspera rutina de planos crepúsculos
para desgranar un sueño

Árida ilusión de asomar el grito
para reconquistar tu tiempo.


MIEDO AL MIEDO

El miedo es un gusano
carcomiendo.
Te deja silente y aislado
Te vuelve servil
Te desmantela

Se anuda
a tus ojos zigzagueantes
dejándote frío como hierro

Taladra tus cimientos
y te deja
funcional como jilguero desecado

Royendo tus páginas más nobles
Te impulsa a mentir continuamente
Te impide reír, ser solidario
Te bifurca

Es mortaja
Con que cubres tus disfraces
Sanguijuela en tu fe
Zombi sin credo

El miedo es un gusano
carcomiendo
Va doblegando tu esperanza
y como ostra taciturna
ya sólo te importa tu sosiego.


INMINENTE

Me sorprenderán demasiado pronto
Creo que tropezaré con ellos
antes que cesen mis escalofríos
Iré de todas formas,
esgrimiendo cubetas de osadía

Seré jardinero epistolar
en noches carentes
Dejarán mis encías partidas
La lengua irritada de gritos
Sé que será violáceo el dolor
(Los ungüentos de la mística
quizás me adormezcan)

Se hematomarán mis secretos
Mentiré una trifulca
Lloraré a gritos,
pero no me astillarán sus electrodos

No gangrenarán mi cuna
Me sumergirán y seré corcho
Saltará la vida por mis pústulas

Me descubrirán demasiado temprano
Iré en pijama apolillado
No se compadecerán de mí
Ni yo tampoco
No seré héroe,
Sólo carne desgajada
Seré baúl de doble fondo
Apenas morderán de mi hojarasca

Mis uñas ya no partirán firmes
la naranja
Dejarán mi frente escarnecida
y no habrá agua bendita
Encaramado a los nardos de mi arena
Volcaré mi impotencia entre ladridos
(Creerán haberme demolido)

Temerán mis miradas en sus ojos
Clausurarán la piedad dentro de un túnel
Estaré desnudo en su parrilla
(No seré vanidoso al enfrentarlos)

Me descubrirán a mediodía,
pero aguardarán la noche, por rutina
Me descubrirán demasiado pronto
no podré calzar ni mis mentiras
Allanarán mi Biblia y mis poemas
Desmantelada quedará mi conjetura

Me sorprenderán demasiado pronto
Humillará mi cuerpo su soberbia
Les absolveré de prisa,
(Dios lo quiera)
para lastimar
su mísera miseria


PRIMERAS IMPERTINENCIAS

¿Por qué culpamos a las oportunidades
si somos deshonestos?

¿Quién encontró trabajo hoy?
¿Quién más se acostumbró a no tenerlo?

¿Alguien fue solidario por decreto?
¿Alguien empeñó hoy su escapulario?
¿Por qué después de darte la mano
me cuento los dedos?

¿Y mi ingreso per cápita?
¿En qué ventanilla del infierno haremos cola?
¿Habrá quien llegue recomendado?

¿Trabajará Don Sata sobretiempo?


SEGUNDAS IMPERTINENCIAS:
AUTOCRÍTICA

Padecemos un mal muy persistente…
ser dogmáticos, tozudos, reincidentes
Superficiales con aire de insondables
Los amigos, peldaños convenientes

Malabaristas morales, farisaicos,
Descalificar es más simple que escucharnos
Usamos el sarcasmo displicente
Somos porfiados…
Y para colmo, elocuentes

Burócratas, oportunistas con rango
¿Nuestros vicios? altruismos necesarios
Nuestro error suponemos ignorado
En soberbia funcionan los post-grado

Enclenques planeadores de pasillo
El proyecto es siempre improvisado
Despiadados censores del decenio
Olvidamos a menudo lo aportado

Solemnes impostores de lo autóctono
Consumidores de slogans importados
Tras milagros, aplicar modelos mágicos
¡Ay, Señor, y nos creemos democráticos!


HERMANA

Hermana: presente…

¿Dónde han ido tus ojos, hermana?
¿Quién arrulla a tu hija pequeñita?
¿En qué rincón ha quedado tu plegaria?

¿Supiste del buen viejo, su partida?
Quizás él ya te haya visitado…
Acá todo bien, cuestión gastada
Cada familia asumiendo sus hieles cotidianas
La ausencia alargada va oxidando el alma
Se lleva el exilio…
Se lleva y se calla

Son muchos, hermana,
los que, como tú, no escriben
los que, como tú, se apagan,

Hermana de patios, guitarra, fogatas,
la vieja subsiste a fuerza y a maña
Su llanto te alcanza como estela sabia
La fuerza celeste te busca sin pausa
Inventa una nieta, teje unas palabras

Parte de los nidos, la buena quebrada,
el puerto vacío, tu aula apagada
Llega hasta tus manos, va por donde vayas
Cubre tus temblores si el miedo avasalla

Hermana, eres isla, vida camuflada
En tu territorio de hija lejana
ha ensayado alguien anular el alba

Dios quiera, hermanita,
que en tus desayunos sepas dar las gracias
Que te fortifiquen amistades sanas
Que hasta esa errante cuna llegue la esperanza
Que creas, al menos, que hay quienes te aman

Tu hija copihue, pureza lozana,
te ha de dar la fuerza en cada mañana
Dios quiera, hermanita,
que tus ojos almendra rechacen la espada,
resplandezcan claros como dos mamparas
Que un suave teorema consuele distancias
Que un gato amarillo te traiga a la infancia

Te cuento ahora, hermana
Creció el eucaliptus, se secó la parra
La casa está verde, pero sin palabras
En el limonero la flor fue temprana
La guitarra muda palpita tus sambas
Mi hijo pequeño sacó tu mirada

¡Hermana, figúrate!
Esta carta larga…
no sé
no sé donde enviarla.


RESISTENCIA

Alerta, poesía, resistamos…
Entramos a la era tecnotrónica.
Herodes se ha vestido de pragmático,
El Poder nos manipula hasta el cansancio.

Desquiciemos su torpe Cibernética,
arruinemos sus tácticas esdrújulas.
Entra silbando, irrespetuosa,
que salten sus fusibles infernales
.
Dibuja camanchacas de abedules,
conjuga bramante el verbo Océano
esparce por pantallas y satélites
de tu canto astillas encarnadas.

Enloquécelos con tu cuerpo vital.
Encarámate en grito, lamento o carcajada.
Rescata las corolas y la melancolía.
Exorciza fantasmas de nardo.
¡Raya murallas, sé consigna del alma!
¡Que no nos tecnifiquen la nostalgia!

Vocifera, es tu deber,
eres la única.
Detrás de ti se alinea la esperanza.
Incrépalos, amiga, no nos falles.
En raigambre mestiza usa mil nombres.
Proclama a la América asediada
Sumérgete en sus fiordos invencibles,
recórrela cantando,
sube por sus tobillos de ulmos
y lanas esteparias.

Rodea su cintura de permanentes aguas,
despierta los pregones de la pampa.
¡Cura su dolor absoluto y altiplano!
¡Únete a su voz, sé solidaria!
¡Sé valle, macumba y Pachamama!
Desconciértalos, poesía,
resistamos…
¡Inventemos el día
indispensable!.


PRIMISTAD

Dejó su perfume de diosa dormida,
desazón primaria, precoz fantasía.
Chiruca era prima de albos zoquetes,
sus muslos, columnas de brisas ardientes.

Rococó, quillay, su pelo de arenas,
la prima dormía entre veinte almenas.
Manzana, cristal, mazorca temprana,
luminoso juego su piel pregonaba.

Laberintos de aroma muy tibio,
tobogán de lunas, callado erotismo…
trepado en su lecho, de bronce y perillas,
yo era Tex Selenius, ella mi cautiva.

Intuición de almíbares, yo era el vigía,
ella mi afrodita, mi rosa encendida.
sin fanal ni brújulas, en el gran navío,
fue sensual durmiente, yo, su duendecillo.

Y mientras sus labios musitaban noche,
eran poesía,
yo, con mis tres años, para poseerla tan solo la olía.


LA PIEL ES UN PAISAJE

Cúbreme con tu mantón
que traigo frío.
Invítame un pellizco de tu almohada.
Conduce mis ojos hacia el sueño.
Fue larga la jornada y he pensado
cuán poco tiempo paso yo a tu lado.

¿Acaso nuestra piel es un paisaje?
¿Enmarcado en las horas,
promisorio de soles?
¿Bullicioso de agua?

Agitado en la espera
dilapido la vida.
Es tan ínfimo el tiempo
de tu mundo y el mío
que discurro escaparnos
a una dimensión lejana.
Cúbreme con tu mantón.
Luego, exploremos
hasta encontrar la clave
muy dentro nuestro.

Forjemos infranqueable,
sin puentes levadizos,
la alcoba del amor, sus mil jardines.
Cerremos las cortinas.
Dejemos fuera el frío,
las dudas, ansiedades, desatinos.
Vayamos al rescate
de la ecuación más íntima:
multipliquemos tu paz por mi tormenta,
en tu ánfora tibia haz que florezca.


Hernán Narbona Véliz. Valparaíso, 1949. Poeta chileno de la generación del setenta con un largo derrotero por América Latina. Su poesía es una incitación al debate. Es Administrador Público, Licenciado en Relaciones Internacionales, Periodista Digital, Columnista de diversos medios, participa en de Periodistas Frente a la Corrupción y es miembro del Capítulo Chileno del Defensor del Pueblo que impulsa el Ombudsman en Chile. Dio sus primeros pasos en el periodismo en 1970, año en que ingresa a la Escuela de Periodismo de la Universidad de Chile en Valparaíso e integra el Comando de Prensa de la Unidad Popular.
Comienza a escribir cuando debió salir de Chile, en 1974 y sube al cyber espacio Poemas desde mi barrio, América. El libro se cerró y fue registrado en 1984, en medio de protestas que abrían, desde la civilidad caminos para la recuperación democrática en Chile. Cubre entonces el libro un decenio de terrorismo de estado, de heroísmo silencioso y recrea la palabra de los que ayudaron a los perseguidos. El libro circuló primero en fotocopias, lo lleva a México en 1985 y lo comparte con compatriotas exiliados. En 1987 lo presenta en Valparaíso prologado por León Santoro Funes; al año siguiente, los actores Nadia Bragar, Miguel Ángel Herrera y Carlos Böeker lo dramatizaron.
Publicaciones: Miedo al Miedo", 1983. "Eroscidio. Amática contra el Desamor", 1988. "Voz prestada", 1989. "Memorias Poéticas. Licencias para un Reinicio", obra bilingüe1993. "Cable a Tierra", 2010. En Periodismo Independiente el libro "Crónicas de Dos Siglos", Fondo Editorial Periodismo-Probidad, 2010 e incluido en diversas antologías. Socio de la SECH en los ochenta e inicios de los noventa.
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