por HECTOR COSSIO
En 1974 aparece en escena un
escritor modesto e historiador pobre, que se convertirá entre las sombras en el
ideólogo de la nueva conciencia cultural chilena. El delegado presidencial para
borrar la memoria colectiva de la UP, una especie de Goebbles del nacionalismo
patriótico. Su nombre, Enrique Campos Menéndez. El asesor cultural de Pinochet.
A pesar de todos los esfuerzos,
la política cultural que pretendía borrar todo el pasado no se cumplió. Su
fracaso incluso puede servir de analogía al del propio Campos Menéndez que lo
imaginó. En 1986, Pinochet premia su lealtad influyendo para que reciba el
Premio Nacional de Literatura.
El escritor Jorge Muzam, en su
artículo “Enrique
Campos Menéndez el Cyrano de Pinochet ”, relata este suceso así: “Lo que
debió (el premio) haber sido el triunfo decisivo que lo elevaría a la altura de
un autor trascendente, le significó los peores comentarios y epítetos de la
prensa internacional. Era el protegido de Pinochet y su principal competidor
para ese premio era el mismísimo José Donoso. Se le consideró un fiasco, un
pastiche, un recurso encubierto de la dictadura. Nadie le reconoció su mérito y
su estrella fue apagada de golpe”.
Luego que Pinochet dejara el
gobierno, Enrique Campos Menéndez se encerró en el silencio de su
departamento en Las Condes. Nadie más habló de él. Murió el 2007. Su obra hoy
casi nadie la recuerda.
En 1986,
quien fuera miembro y fundador del programa de televisión "A esta hora se
improvisa", obtuvo el Premio Nacional de Literatura. El lunes 18 de agosto
de ese año, José Donoso era el favorito de los escritores para obtener el
Premio Nacional. Campos Menéndez, en tanto, era el preferido del Gobierno
militar.
Tres
votos contra dos determinaron como ganador al narrador puntarenense. El
ministro de Educación, Sergio Gaete (con derecho a voto), le pidió a los
jurados Martín Cerda (representante de la Sociedad de Escritores de Chile) y
Óscar Pinochet de la Barra (delegado de la Academia Chilena de la Lengua), que
cambiasen su voto para que existiese unanimidad. Ambos se negaron. El resto de
los integrantes del jurado eran Tomás Mac Hale, miembro del comité editorial de
"El Mercurio", y Antonio Carkovic, delegado del Consejo de Rectores.
Ambos eran amigos de Campos Menéndez, quien se encontraba en España como
embajador.
Aquel
lunes de agosto, Óscar Pinochet de la Barra señaló que el premio "cada año
se va desvirtuando, perdiendo su independencia". Martín Cerda argumentó
que "frente a la obra de José Donoso, estamos seguros antes, durante y
después de la votación, que este es el escritor chileno con mayores méritos
para obtener el Premio Nacional de Literatura". El escritor Jorge Edwards
publicó en "El Mercurio": "El mundo sólo sabe que José Donoso
compitió contra un desconocido y fue despojado de su triunfo por obra de las
autoridades lugareñas. El ganador consiguió un diploma, algún dinero, y fuera
de nuestras fronteras, una considerable dosis de ridículo".
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ResponderEliminarun abrazo