por Marcelo Novoa
¿Sabía usted, lector del siglo XXI, que sí existe literatura fantástica en Chile? ¿Y aún más, que esta existe desde el siglo XIX? ¿Y sabía, también, que la Ciencia Ficción (CF), tiene al menos un centenar de títulos y autores en nuestras costas?
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Aventuro que la inmensa mayoría de nosotros, ni siquiera han hojeado estas sorprendentes novelas y relatos. Por ello, pretendo aquí rescatar del olvido y la difamación, un puñado de autores visionarios, hombres y mujeres que traen informes desde universos paralelos: allí, donde un mañana posible de enmendar, aguarda por nosotros.
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Primero, debemos aclarar que llamar Ciencia Ficción a este tipo de literatura fantástica, es una denominación cada vez más añeja, pero aún efectiva. Y aunque la mayoría de sus obras maestras trate de los peligros del futuro o suceda en parajes extraterrestres. No son necesariamente ni todas, ni las mejores de estas ficciones especulativas con base científica, divertimentos para adolescentes descerebrados. Sino por el contrario, representan gritos de alerta crítica con sus visionarias utopías. Mucho de ese equívoco es producto del cine norteamericano con sus guerras interplanetarias sin contexto y desastres medioambientales inverosímiles, que buscan encender en nosotros un morbo fácil y pasajero.
Primero, debemos aclarar que llamar Ciencia Ficción a este tipo de literatura fantástica, es una denominación cada vez más añeja, pero aún efectiva. Y aunque la mayoría de sus obras maestras trate de los peligros del futuro o suceda en parajes extraterrestres. No son necesariamente ni todas, ni las mejores de estas ficciones especulativas con base científica, divertimentos para adolescentes descerebrados. Sino por el contrario, representan gritos de alerta crítica con sus visionarias utopías. Mucho de ese equívoco es producto del cine norteamericano con sus guerras interplanetarias sin contexto y desastres medioambientales inverosímiles, que buscan encender en nosotros un morbo fácil y pasajero.
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La literatura fantástica es la matriz de gran parte de la mejor literatura escrita en Chile; pero los críticos, de toda época, con su resignación ideológica tan cuerda, nos han hecho creer lo contrario. Y por ello, el realismo costumbrista, luego, el criollismo, y actualmente, un periodismo desechable socavan la fantasía creadora, difundiendo vulgaridad y superficialidad entre los escasos lectores. Piensen en un puñado de autores, ya canonizados, como Juan Emar, Pedro Prado, María Luisa Bombal, Carlos Droguett, José Donoso y, Roberto Bolaño; ahora bien, piensen en sus obras más potentes: “Umbral” (1948), “Alsino” (1920), “La Ultima Niebla” (1935), “Patas de Perro” (1965), “El obsceno pájaro de la noche” (1970), y “2666” (2005). Entonces, podrán estar de acuerdo conmigo, que este tapiz de notables, se sostiene con un “revés de la trama” conformado por cientos de obras del género fantástico, que no han tenido suficiente difusión, ni menos, reconocimiento. Esperamos hacerles algo de justicia, en las siguientes líneas torcidas.
La literatura fantástica es la matriz de gran parte de la mejor literatura escrita en Chile; pero los críticos, de toda época, con su resignación ideológica tan cuerda, nos han hecho creer lo contrario. Y por ello, el realismo costumbrista, luego, el criollismo, y actualmente, un periodismo desechable socavan la fantasía creadora, difundiendo vulgaridad y superficialidad entre los escasos lectores. Piensen en un puñado de autores, ya canonizados, como Juan Emar, Pedro Prado, María Luisa Bombal, Carlos Droguett, José Donoso y, Roberto Bolaño; ahora bien, piensen en sus obras más potentes: “Umbral” (1948), “Alsino” (1920), “La Ultima Niebla” (1935), “Patas de Perro” (1965), “El obsceno pájaro de la noche” (1970), y “2666” (2005). Entonces, podrán estar de acuerdo conmigo, que este tapiz de notables, se sostiene con un “revés de la trama” conformado por cientos de obras del género fantástico, que no han tenido suficiente difusión, ni menos, reconocimiento. Esperamos hacerles algo de justicia, en las siguientes líneas torcidas.
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Hoy, entre la nueva hornada de escritores fantásticos resaltan: Oscar Barrientos, con “El diccionario de las veletas” (2002); Jorge Baradit, con “Ygdrasil” (2005), novedoso padre del cyber-chamanismo; Teobaldo Mercado Pomar con sus cuentos setenteros, “Bajo un sol negro” (2005); “La Séptima M” (2006) de la juvenil autora, Francisca Solar; “El número Kaifman” tecno-thriller esotérico de Francisco Ortega; y quizás, el más destacado, recientemente fallecido, Sergio Meier, con su novela steampunk o retrofuturista: “La Segunda Enciclopedia de Tlön” (2007). Todas esta obras avizoran un futuro promisorio, valga la redundancia, tratándose de un género preocupado per se del mañana.
Hoy, entre la nueva hornada de escritores fantásticos resaltan: Oscar Barrientos, con “El diccionario de las veletas” (2002); Jorge Baradit, con “Ygdrasil” (2005), novedoso padre del cyber-chamanismo; Teobaldo Mercado Pomar con sus cuentos setenteros, “Bajo un sol negro” (2005); “La Séptima M” (2006) de la juvenil autora, Francisca Solar; “El número Kaifman” tecno-thriller esotérico de Francisco Ortega; y quizás, el más destacado, recientemente fallecido, Sergio Meier, con su novela steampunk o retrofuturista: “La Segunda Enciclopedia de Tlön” (2007). Todas esta obras avizoran un futuro promisorio, valga la redundancia, tratándose de un género preocupado per se del mañana.
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El aumento de conexiones a Internet, la mejora de las bandas anchas, el acceso a “tarros” con tecnología más poderosa es la resultante que casi toda la CF actual en habla hispana (y mundial) pase más por sitios web, blogs y foros varios de este alcantarillado virtual, antes que las arcaicas páginas impresas. Así, nadie se asombre, si los novísimos aún inéditos ni siquiera piensen en publicar en papel… Pues allí -en la esfera virtual- caben todos diciendo nada y, claro, para no aparecer más retrógrados aún, también circulan las ideas más descabelladas, se ventilan ocultas problemáticas del presente, y querámoslo o no, podemos atisbar una pizca de ese horizonte amenazador, donde esta literatura hojeó primero que nadie, el podrido revés del imaginario actual; pues el género fantástico, por siempre marginal, se tornó provocativamente “intocable”, en un país de castas poéticas y clases funcionarias; y así, desde su condición auto asumida de “loca de la casa (tapiada)”, la CF chilena nos otorga -a todos, lectores sin distinción ni rango- una mirada más despejada sobre la página por venir…
El aumento de conexiones a Internet, la mejora de las bandas anchas, el acceso a “tarros” con tecnología más poderosa es la resultante que casi toda la CF actual en habla hispana (y mundial) pase más por sitios web, blogs y foros varios de este alcantarillado virtual, antes que las arcaicas páginas impresas. Así, nadie se asombre, si los novísimos aún inéditos ni siquiera piensen en publicar en papel… Pues allí -en la esfera virtual- caben todos diciendo nada y, claro, para no aparecer más retrógrados aún, también circulan las ideas más descabelladas, se ventilan ocultas problemáticas del presente, y querámoslo o no, podemos atisbar una pizca de ese horizonte amenazador, donde esta literatura hojeó primero que nadie, el podrido revés del imaginario actual; pues el género fantástico, por siempre marginal, se tornó provocativamente “intocable”, en un país de castas poéticas y clases funcionarias; y así, desde su condición auto asumida de “loca de la casa (tapiada)”, la CF chilena nos otorga -a todos, lectores sin distinción ni rango- una mirada más despejada sobre la página por venir…
* MARCELO NOVOA (Viña del Mar, Chile, 1964) Poeta, ex crítico y productor cultural. Académico de la Universidad de Valparaíso. Doctorando en Literatura, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Fundó la editora Trombo Azul de Valparaíso en los años 80. Allí publicó "LP" (1987) y “Minorías” (1988). Luego: "Arte Cortante" (1996) su libro de poemas en fuga, que continúa el año 2003. También: "Álbum de Flora y Fauna" (2002), ensayos/críticas sobre libros/autores porteños del s. XX. Además, fundó la editorial Puerto de Escape, única en Chile especializada en literatura fantástica, ciencia ficción y terror. Y la página de rescate y debate sobre el género: http://www.puerto-de-escape.cl/ Allí publica: “Años Luz. Mapa Estelar de la Ciencia Ficción en Chile” (2006), la antología más completa sobre el tema en el país. Y dirige los eventos: “Semana Fantástica” en Valparaíso, y “Chile Fantástico (1810 -2010)” en Santiago.
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