Por Omar Cid
El texto elaborado por los académicos Julio Pinto y Verónica Valdivia, propone una mirada desde la historia para responder a la pregunta sobre la identidad nacional y cómo los sectores populares se hicieron parte de ese discurso y simbología.
La investigación histórica, nos sumerge en el Chile de los inicios de la república, abarcando un período histórico concreto (1810-1840) es decir, desde la primera junta de gobierno, hasta “el primer decenio portaliano”.
La construcción social y cultural del sentido de nación, entendido como unidad monolítica en los principios de orden, respeto y sentido del trabajo, son parte del aparato discursivo elaborado por los pelucones o conservadores; quiénes contaron desde el triunfo de Lircay, sobre los pipiolos o liberales, con el apoyo oligárquico y la eficacia militar para imponer su modelo de nación, donde la inclusión de los sectores populares, no puede relacionarse a la idea de fortalecer la ciudadanía. Entendida en derechos individuales y sociales, sino en la instalación de ordenanzas que partían del principio de sospecha, en las capacidades del bajo pueblo.
Sin embargo la consolidación del Estado, con todo su aparataje –ejército incluido- exigía la integración del mundo popular.
El universo de los signos y discursos de época, quedan perfectamente delineados, en el devenir de la lectura, dando cuenta de antiguas luchas y contradicciones que sentaron las bases de la identidad y del sentido de nación del pueblo chileno.
El proceso de reproducción de ideales, como una especie de discurso proto-político, transmutado en lenguaje académico, hace del texto una interesante manera de entender algunas claves de comportamiento desde el poder para con los “marginados” de las grandes decisiones.
Este esfuerzo de investigación, sitúa al texto, dentro de una soterrada lucha de los llamados estudios histórico-culturales, donde el factor inter-disciplinario, juega un papel fundamental en el contexto de una serie de publicaciones que tenderán a expresarse, bajo pretexto del bicentenario.
El lenguaje usado por los historiadores, si bien no aporta un estilo de redacción propia, lo que en sí no es pecado, porque no es labor de los académicos acercarse al mundo de los escritores. Sin embargo, la redacción cumple con el objetivo de aportar claridad, donde otros tienden a perderse en zonas oscuras: “El alma de una república es el respeto a las leyes que consagran la libertad, propiedad… y el odio a todos los que violen estos derechos” (El Araucano, 29 de Enero, 1836)
Chilenos Todos
La construcción social de la nación (1810-1840)
Autores: Julio Pinto/ Verónica Valdivia
LOM Ediciones.
Primera Ed. Año 2009
352 pag.
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El texto elaborado por los académicos Julio Pinto y Verónica Valdivia, propone una mirada desde la historia para responder a la pregunta sobre la identidad nacional y cómo los sectores populares se hicieron parte de ese discurso y simbología.
La investigación histórica, nos sumerge en el Chile de los inicios de la república, abarcando un período histórico concreto (1810-1840) es decir, desde la primera junta de gobierno, hasta “el primer decenio portaliano”.
La construcción social y cultural del sentido de nación, entendido como unidad monolítica en los principios de orden, respeto y sentido del trabajo, son parte del aparato discursivo elaborado por los pelucones o conservadores; quiénes contaron desde el triunfo de Lircay, sobre los pipiolos o liberales, con el apoyo oligárquico y la eficacia militar para imponer su modelo de nación, donde la inclusión de los sectores populares, no puede relacionarse a la idea de fortalecer la ciudadanía. Entendida en derechos individuales y sociales, sino en la instalación de ordenanzas que partían del principio de sospecha, en las capacidades del bajo pueblo.
Sin embargo la consolidación del Estado, con todo su aparataje –ejército incluido- exigía la integración del mundo popular.
El universo de los signos y discursos de época, quedan perfectamente delineados, en el devenir de la lectura, dando cuenta de antiguas luchas y contradicciones que sentaron las bases de la identidad y del sentido de nación del pueblo chileno.
El proceso de reproducción de ideales, como una especie de discurso proto-político, transmutado en lenguaje académico, hace del texto una interesante manera de entender algunas claves de comportamiento desde el poder para con los “marginados” de las grandes decisiones.
Este esfuerzo de investigación, sitúa al texto, dentro de una soterrada lucha de los llamados estudios histórico-culturales, donde el factor inter-disciplinario, juega un papel fundamental en el contexto de una serie de publicaciones que tenderán a expresarse, bajo pretexto del bicentenario.
El lenguaje usado por los historiadores, si bien no aporta un estilo de redacción propia, lo que en sí no es pecado, porque no es labor de los académicos acercarse al mundo de los escritores. Sin embargo, la redacción cumple con el objetivo de aportar claridad, donde otros tienden a perderse en zonas oscuras: “El alma de una república es el respeto a las leyes que consagran la libertad, propiedad… y el odio a todos los que violen estos derechos” (El Araucano, 29 de Enero, 1836)
Chilenos Todos
La construcción social de la nación (1810-1840)
Autores: Julio Pinto/ Verónica Valdivia
LOM Ediciones.
Primera Ed. Año 2009
352 pag.
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