lunes, 2 de mayo de 2011

Ernesto Sábato. Provincia de Buenos Aires, 24 de junio de 1911 / 2011




por Rodrigo Jara Reyes
Escritor



Ha fallecido Ernesto Sábato, uno de los grandes escritores latinoamericanos del siglo pasado. En su vida publicó ensayos importantísimos: El escritor y sus fantasmas, Hombres y engranajes, Apologías y rechazos, Uno y el universo y otros tantos. Además, publicó tres novelas de un valor inconmensurable para unos y dudoso para otros: El túnel (1948), novela comentada elogiosamente por A. Camus y T. Mann; Sobre héroes y tumbas (1961), escogida la mejor novela argentina del s. XX y Abaddón el exterminador, galardonada en París como el mejor libro extranjero de 1976.

Sábato, propuso una literatura problemática o comprometida con lo humano, una literatura que bucea en la condición del hombre, en los misterios esenciales de la existencia, una literatura que busca provocar cambios en el que lee y que también conmociona y muta al que escribe. “Cuando terminamos de leer El proceso no somos la misma persona que antes (y seguramente tampoco Kafka después de escribirlo.)” señala en El escritor y sus fantasmas. A este tipo de literatura, que como ya señalé, él denomina Problemática, se le opone la otra, la que se elabora por juego y para procurar esparcimiento y placer.

Postuló un tipo de novela total, en la que se traslucen los fondos de la existencia humana completa: el pensamiento, las pasiones, los ideales, los sentimientos, las acciones, los amigos, los amores, la memoria, la historia, el mito, la metafísica, el psicoanálisis, etc. Pero todo esto encarnado en personajes opacos, parecidos a personas comunes y silvestres que transitan por las calles de un barrio cualquiera de Santiago, Talca, Mendoza o Buenos aires. Algunos critican la falta de ritmo en su narrativa o el exceso de adjetivaciones, pero yo siempre he sabido que las reglas de la poesía o la narrativa se anulan cuando se escribe algo genial y creo que la obra del autor bonaerense, roza la genialidad en varios aspectos: la descripción del lado ominoso de los seres humanos; la construcción de un mundo y de un Buenos Aires de pesadilla, al punto de que se habla de Universo Sabatiano; la representación certera de la realidad de su país y del mundo  que le tocó vivir.

El escritor que elabora la Novela Problemática que postula nuestro autor, debe ser cabal, íntegro, pues según su modo de ver, un gran escritor no es más ni menos que “un gran hombre que escribe”. Dostoyevski, Kafka, Tolstoi, Faulkner y el mismo Sábato, encarnan a ese tipo de artista. En efecto, participó de casi todas las batallas de su tiempo, siempre del lado de la justicia, la democracia y la libertad de expresión. Durante la  cruel dictadura argentina, permaneció en el país, lo que, dadas las circunstancias, ya es loable. En esa época, se distingue por sus gestiones a favor de escritores argentinos desaparecidos y también, por artículos y ensayos que denuncian los atropellos a los derechos humanos perpetrados por el régimen.

A fines de 1983 se establece en la Argentina una comisión nacional para investigar la desaparición de personas durante el período militar de 1976-1983. Uno de los traductores al inglés de Nunca más o Informe Sábato, señalaba en la introducción: “Para garantizar la objetividad el poder ejecutivo resolvió que la comisión estuviera compuesta de individuos que gozaban de prestigio nacional e internacional, escogidos por su persistente postura en derechos humanos y su representación de diferentes grupos sociales… el 29 de diciembre de 1983, Ernesto Sábato fue unánimemente elegido presidente de la comisión.”

Ahora bien, su postura política incorruptible le trajo problemas con los grupos extremos, tanto de derecha como de izquierda, pues sus palabras condenaban el totalitarismo fascista y el comunista. Fue insultado, recibió amenazas y descalificaciones de moros y cristianos, pero finalmente la verdad y la justicia se impusieron dándole la razón en cuanto a que la democracia, con todas sus imperfecciones, es el mejor régimen al que podemos aspirar como seres humanos libres.

Ha muerto Sábato, llora Buenos Aires a uno de sus hijos predilectos, llora Latinoamérica a uno de los intelectuales que contribuyeron a la construcción del ser latinoamericano, llora el mundo a un valiente defensor de la libertad de expresión y de los derechos humanos en una de las dictaduras más crueles del continente. A mi juicio, quedará en nuestra memoria el ser humano íntegro, fiel a sí mismo, el ensayista preciso y visionario, pero también el novelista que nos lego tres obras extremadamente originales.
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2 comentarios:

  1. Valoro y te agradezco esta crónica certera sobre el último viaje de nuestro referente ético y literario del S.20:Ernesto Sabato.
    Luego de leer a Ernesto hubo 'un antes y un después'.
    Con afecto,desde Buenos Aires:
    Elsa.
    www.po-etica2010.blogspot.com

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  2. Nos dice Rodrigo Jara reyes: "A mi juicio, quedará en nuestra memoria el ser humano íntegro, fiel a sí mismo, el ensayista preciso y visionario, pero también el novelista que nos lego tres obras extremadamente originales".
    Que así sea. Pese a los que ven en blanco y negro, que son demasiados, que lo critican de ambos lados sin tomar en cuenta lo que importa, su obra literaria.

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