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Despedida
Nuestros ojos miraban el lejano
atardecer azul que se fundía
en un vaho de gris melancolía
aquella quieta tarde de verano.
Era ese mismo ocaso, cotidiano,
que llega inexorable al fin del día,
llenándonos de angustia y lejanía
y esa vaga nostalgia de lo arcano.
Quisiste hablar, pero después callaste.
Entreabriendo los labios, murmuraste
una palabra. No escuché tu voz.
Hubo un silencio doloroso, largo;
pude decirte tanto, sin embargo,
con una voz ausente dije: adiós.
Tarde azul
Callados emprendimos el descenso
de la colina, ausente la mirada
en la distancia vaga y extasiada
del horizonte de un azul intenso.
Quedamos con las almas en suspenso,
bebiendo esa belleza que hay en cada
cosa por simple que ella sea y nada
pudo romper ese mutismo inmenso.
Nos volvimos casi en el mismo instante;
por tus ojos cruzó un vuelo distante
de inquietas y veloces golondrinas.
Hubo algo de tristeza en la silente
pasividad del cielo, lentamente,
la tarde tendió un manto de neblina.
Selección de poemas leídos durante el VII Encuentro Internacional “Rosalía de Castro”, Nigrán y Bailona (Galicia, España) Residencia de Tiempo Libre de Panxón. 2- de Mayo 2006
CHILE
Chile
fue para mí
siempre un amor difícil,
con la ansiedad profunda de la entrega imposible.
Entre aristas filudas de cordillera y rocas
y vientos milenarios,
fue una estrella
inasible;
o un reguero de espuma en el abismo inmenso
y triste del océano.
Más que un sueño fugaz, fue una desesperanza
de angustias cotidianas:
un recuerdo de aromas
que quizás
no existieron;
el encuentro furtivo
de lo no acontecido;
la palabra no dicha;
la canción no cantada;
la sed
interminable
y el llanto no vertido
de una pasión ardiente que quema desde adentro
y no encuentra palabras.
Fue un rojo volantín,
la nube en la montaña;
el otoño infinito;
la rosa deshojada;
el niño triste y solo y un poema inconcluso
que rima con la nada.
...................................................Guelph, 1995
THE DEAD
Siento mi propia muerte
retratada
en la vacía
esfera de un reloj;
una entre tantas
muertes,
sin consecuencia alguna.
Caerse
hacia el olvido, poco a poco,
inexorablemente
sin que nadie lo note.
La palabra
y la rosa ya nada significan;
ni el viento, ni el paisaje, ni el recuerdo.
Sólo existe un vacío doloroso
al final de la vida:
el vértigo frustrante y angustioso
en pos de una quimera
que no fue.
Habrá otras floraciones
y otros huertos,
pero estos no serán los huertos
míos.
Habrá otro cielo azul con nubes blancas,
pero estas no serán
ya más mis nubes.
Otros
vendrán con sueños y esperanzas.
En un ciclo tan viejo
como el tiempo,
plantarán su semilla alucinada.
Y también partirán
como yo parto, en un día cualquiera,
hacia la nada.
.................................................Guelph, 1996
REQUIEM PARA UN GENTIL GUERRERO
Cuando caíste herido,
el tiempo
se hizo trizas,
y hasta la muerte
misma
se congeló en el aire.
Gentil guerrero,
hermano,
de tanta lucha justa,
el combate ha cesado.
El viento
es ya una brisa
que acaricia las verdes
agujas de los pinos, sobre las viejas nieves
de invierno en retirada.
Quizás pudiste ver,
por un instante
apenas,
un pedazo de cielo
transparente:
azul, luz vertical y nubes
altas.
Relámpago sin trueno; tan solo se presiente
la vida
que renace: el ritmo de los brotes y la savia profunda
bajo el prado en que yace
tu eternidad
dormida.
.................................Guelph, Septiembre 1998
Jorge Nef. Santiago, Chile, 1942. Profesor Titular Emérito la Universidad de Guelph, Ontario, Canadá y Profesor Titular de Gobierno y Estudios Internacionales en la Universidad de Sur de la Florida. Estudió en las Universidades de Chile, Vanderbilt, California en Santa Barbara (doctorado en 1973) y en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales.
Ha escrito, editado y coeditado más de una docena de libros de análisis político e internacional y ha publicado sobre un centenar de artículos y ensayos sobre estos y otros temas. Su trabajo poético, aunque iniciado en 1959, cuando obtuvo el primer premio en un concurso organizado por el Rotary Club de Santiago, no se publicó hasta 1988. En ese año varios poemas suyos aparecieron en la revista Índigo de Toronto. Desde 1992 ha sido un activo participante en eventos poéticos que incluyen la Celebración Cultural del Idioma Español (CCIE), el Encuentro de los Poetas de la Nueva Pléyade (1997), el Primer Encuentro de Poetas de Habla Hispana en Stonehill College, Mass. USA (1998), el Encuentro Internacional de Poesía Hispánica en Ciudad de México (1998), y el encuentro de poetas chilenos auspiciado por el Proyecto Adrianne en Ottawa (2002). La región perdida (Madrid: Betania, 1997) es su primer libro de poemas. Colecciones de sus obras han aparecido en Alter Vox (2000) y en antologías: Poetas sin fronteras, Madrid, Verbum, 2000. Boreal, Ottawa, Split Quotation, 2001. Antares 2009, cuento y poesía editado por Margarita Feliciano (2009). La voz y la memoria. Santiago, RIL Editores, 2009. Referencias a su obra se encuentran entre otros en Susana Coria (Feminísima, 1998) y Hugh Hazelton (Alter Vox, 2001).
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Jaime Correa ha dejado un nuevo comentario en su entrada.
ResponderEliminarExcelente blog, mis felicitaciones
Publicado por Jaime Correa para Sociedad de Escritores de Chile a las 8 de septiembre de 2010 20:58