Carta abierta a los candidatos a las elecciones 2012-2014 y Directores SECH. Alejandro Lavquen

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Estimados candidatos y directores de SECh, junto con saludarlos, y antes de asistir a votar, el próximo 28 de abril, para elegir un nuevo directorio de la Sociedad de Escritores de Chile, me permito, como socio, realizarles algunas consultas. Lo hago para saber por quién votar –o si votar nulo-, pues no puedo sufragar si no sé las posiciones de los candidatos sobre temas delicados que involucran a la sociedad. Si todos los candidatos hablan de que están por “una nueva SECh”, por impulsar cambios de fondo y resolver los problemas administrativos, estatutarios, financieros, así como rearticular y fortalecer los vínculos con regiones, etcétera, imagino que tendrán una opinión definida sobre cada tema que afecta al gremio. Dicho esto, me gustaría saber si ustedes, de ser electos: 1. ¿Pedirían una auditoría financiera y administrativa de los últimos 10 años? 2. De encontrarse –o confirmarse irregularidades, como lo demostró el informe de la comisión revisora de cuentas para el año 2007 ¿Pedirían sanciones para los responsables de las irregularidades? 3. ¿Qué opinión les merece a ustedes el informe de Contraloría, que sanciona a SECh, a través del ministerio de Cultura, con la pena de devolución de $ 3. 570.000 por haberlos rendido una factura inviable? ¿Pedirán una investigación seria por esto y otras irregularidades, denunciando públicamente a los culpables ante los socios, y, obviamente, pidiendo las sanciones que correspondan? Ojalá pueda obtener, de vuestra parte, una respuesta a mis consultas antes de la elección, no creo que sea mucho pedir que un candidato se pronuncie sobre temas que se relacionan con el gremio al cual postulan dirigir. Además es un deber de los candidatos exponer sus posiciones, con transparencia, ante los socios que votarán el 28 de abril.  
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En mi opinión, considero que cualesquiera que sea el nuevo directorio electo, lo menos que pueden hacer, por ética y transparencia, es realizar una auditoría externa, no hacerlo significaría seguir en la misma situación que ha llevado a SECh a ser considerada, por el resto de la sociedad, como una entidad sin mayor credibilidad y sin peso social. Les recuerdo que en Chile somos alrededor de dieciséis millones y en la última elección de la institución votaron poco más de doscientos socios, y según los registros serían más de dos mil los inscritos. Por lo tanto, cuando se habla de “una nueva SECh”, se debe ser coherente con la aplicación del concepto que se pretende desarrollar a futuro.

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