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Aquí en estas imágenes podemos graficar algo de lo que se vivió en esa mesa de mantel azul donde cuentos y poemas se barajaron para dejar aparecer mundos y emociones que el público disfrutó siguiendo con atención las escenas de suspenso, humor y amor, y los poemas que se escondían entre las hojas que el frío del invierno santiaguino pretendía congelar.
Hubo intensidad, sorpresas
y creación compartida de gran calidad.
Fotografías de Amanda Espejo
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No falten mañana, a las 19: horas en la SECH, un Gran Encuentro.
ResponderEliminarSaludos.
Estuvo buenísimo, y muy buen público. Sorprendieron estos amigos escritores con el fino humor de sus cuentos y con los misterios esenciales de la poesía.
ResponderEliminarme lo perdí por avatares domésticos
ResponderEliminarojalá pronto se haga otro para disfrutarlo
un abrazo para todos los que hacen psible esta difusión y entrega literárea
Confirmo lo intereante que estuvo!
ResponderEliminarA pesar del frío reinante, valió la pena estar presente y tener ocasión de escuchar a los autores leyendo y comentando sus obras.
Muy sentida, casi mágica, la lectura de Lila Calderón, sacada de su libro Animal Cautivo, sobre todo en el texto de la sirena.
Santiago Cavieres...un maestro. Cada poema sacó aplausos debido a la intensidad de lectura y a la humanidad implícita en sus textos.
De Antonio Montero, qué decir, él siempre sorprende con sus temas. No en vano está tan bien evaluado en lo que se refiere a literatura de ficción, y Miguel Reyes...la ternura, el encanto de las cosas simples que no pierden (o no deberían hacerlo) su relevancia ni sus cultores.